sábado, 20 de diciembre de 2008

Ejercicios: modalidades de indización

Indización: recuerde, podemos indizar a través de distintos lenguajes documentales: clasificaciones, listas de encabezamiento de materias, tesauros o léxicos.

Grado medio: descripción utilizando menos de diez términos
Profunda: descripción utilizando más de diez términos
Exhaustiva: descripción pormenorizada, bajo un número ilimitado de términos

Ejercicios:

1)
Grandes Biografías. Volumen 1
Editorial Océano
1997
Barcelona (España)
ISBN 84-7764-593-0 (Obra completa)
ISBN 84-7764-594-9 (Volumen 1)

Índice Volumen 1 pág.
Buda………………....4-7
Confucio……………..8-9
Sócrates……………...10-15
Alejandro Magno……16-21
Aníbal …………........22-27
Julio César…………..28-33
etc, etc…

Si utilizamos una lista de encabezamientos de materia, remitase a págs. 28 y 29 de la Lista de Epígrafes de José Carreras.
Observará que el epígrafe BIOGRAFÍAS está reservado para colecciones de biografiados (usaremos BIOGRAFIAS a secas) y además como subencabezamiento de forma (usaremos AUTORES-BIOGRAFIAS por ejemplo)
Este es el caso de descripción básica que hacemos en el trazado de una ficha.

Ahora bien, podemos necesitar por ejemplo, hacer una descripción mayor del documento, para la ficha o para la base automatizada
Entonces, podremos valernos del epígrafe BIOGRAFIA, que si bien es para obras que tratan el género biográfico (un libro sobre la vida de algún personaje), permite también usarlo como subencabezamiento de forma, luego del nombre de los biografiados
En el ejercicio, tendremos entonces, la siguiente descripción:

BUDA, h.566-h. 486 a.C.- BIOGRAFIA
CONFUCIO, h.551-h.479 a.C. - BIOGRAFIA
SOCRATES, h.470-399 a.C. - BIOGRAFIA
ALEJANDRO MAGNO, 356-323 a.C. - BIOGRAFIA
ANIBAL, 247-183 a.C. - BIOGRAFIA
JULIO CESAR, 100- 44 a.C. – BIOGRAFIA




2)
Otro caso que puede darse habitualmente, es tener que describir una parte de una serie monográfica o de una monografía en varias partes, en cuyos casos suele haber un título que no depende del título del ítem más amplio. Se hace una descripción analítica de cada parte, pero antes tendremos una ficha principal (que describe la obra completa) como la que sigue:



Historia Universal. – Buenos Aires: Arte Gráfico- AGEA, 2005.
18 v.: il. col.; 28 cm.

Contenido parcial: v. 1. Prehistoria y primeras civilizaciones –
v. 2. El Egipto faraónico – v. 3. Asirios, Persas y Primeras Cultu-
ras Americanas – v. 4. Alejandro y el Mundo Griego – v. 5. El
Imperio Romano – v. 6. China y el Extremo Oriente – v. 7. Euro-
pa Medieval – v. 8. Mongoles y Nuevos Reinos Islámicos – v. 9.
Aztecas, Mayas e Incas – etc…


La materia del TRAZADO, sería para nosotros HISTORIA UNIVERSAL, pero si vamos a hacer una indización profunda, tendríamos:



HISTORIA UNIVERSAL
EGIPTO - HISTORIA
ASIRIA- HISTORIA
PERSIA - HISTORIA
AMERICA - HISTORIA
ALEJANDRO MAGNO, 356-323 a.C.
ROMA
CHINA - HISTORIA
EUROPA - HISTORIA
EDAD MEDIA - HISTORIA
MONGOLIA
ISLAMISMO
AZTECAS
INCAS
MAYAS


3) Educación Cívica I
de Héctor Recalde

1 - ¿Qué es la cultura?
II - Contactos humanos e intercambios culturales III - Cultura y globalización
IV - Los circuitos culturales
Actividades de integración

1 - La persona, un producto social II - El proceso de socialización
III - La identidad individual y grupal IV - La identidad nacional
V - Yo, él, nosotros, los otros Actividades de integración

1 - ¿Somos todos iguales . 7 1
II - El reconocimiento de la igualdad: un logro
históricamente reciente 72
III - Igualdad juridica, desigualdad económica y social 76
IV - La discriminación, negación de la igualdad 91
Actividades de integración 101

1 - ¿Qué significa 'tener derechos'? , 103
II - La conquista de los derechos, un largo camino 104
III - Declaraciones, derechos y garantías en nuestra constitución 111
IV - Los derechos de los chicos 123
V - No hay derechos sin obligaciones 140
Actividades de integración 142

1 - ¿Qué es el Estado de Derecho?
II - La alteración del Estado de Derecho III - 1989-1999: la retirada del Estado
IV - Los desafios de la democracia Actividades de revisión

1 - Presentando el campo de la ética, la libertad y la responsabilidad 175
II - ¿Qué es esa cosa llamada filosofía? 176
III - Ética. moral, ley, religión 178
IV - ¿Normas: medios o fines? 182
V - ¿Problemas o dilemas? 186
VI - Libertad Y responsabilidad: dos caras de una misma moneda 187
VII - A modo de corolario: ¿qué aplicaciones tiene hoy la ética? 192
Actividades 194

EDUCACION CIVICA
CULTURA
SOCIEDAD
DISCRIMINACION
DESIGUALDAD SOCIAL
OBLIGACIONES (DERECHO)
DERECHOS CIVILES
DERECHOS HUMANOS
DERECHOS POLITICOS
DEMOCRACIA
ESTADO
ETICA
LIBERTAD
RESPONSABILIDAD
LEYES
RELIGION


4)El mundo de la Ecología
Barcelona (España)
Océano Grupo Editorial
Año 2001

Indice (fragmento)

Equilibrio de la naturaleza
Ecología
Historia de la Tierra y la biosfera
Poblaciones, comunidades y ecosistemas
Ciclo de la materia
Equilibrio de los ecosistemas
Cadenas alimentarias
Diversidad climática
Hábitat y nicho ecológico
Competencia y cooperación en la especie
Relaciones entre especies
El agua, fuente de vida
Adaptaciones a la vida en el medio acuático
Ríos y lagos
Litoral marino, estuarios, manglares y arrecifes
Bioma marítimo

ECOLOGIA
NATURALEZA
TIERRA - HISTORIA
BIOSFERA
ECOSISTEMAS
MATERIA
ALIMENTO
VEGETACION Y CLIMA
ZOOLOGIA
BOTANICA
AGUA
ADAPTACION (BIOLOGIA)
RIOS
LAGOS
COSTAS
BIOMAS


5)Para centrarnos en el uso de un Tesauro especializado, como el TERAC que usamos en clase, tenemos:

El contrato de arbitraje
Zamora Techaren, Rodrigo

Sumario:
1 Introducción
2. Métodos Alternativos de Solución de Disputas
3. Lugar e idioma del arbitraje
4. Ley aplicable. Conformidad con la Ley
5. Arbitraje Institucional
6. El Tribunal Arbitral
7. Formalización judicial del Arbitraje
8. Terceras partes
9. Medidas Provisionales
10. El Laudo
11. Reconocimiento y ejecución del Laudo


COMPETENCIA ARBITRAL
RESOLUCION ALTERNATIVA DE CONFLICTOS
LUGAR PARA LA CELEBRACION DEL ARBITRAJE. IDIOMA DEL ARBITRAJE
VIGILAR QUE ACUERDO SEA CONFORME A LA LEY
ARBITRAJE INSTITUCIONAL
TRIBUNAL ARBITRAL
HOMOLOGACION
PARTES INDIFERENTES
LAUDO ARBITRAL
ALLANAMIENTO EN EL LAUDO ARBITRAL. EJECUCION DEL LAUDO ARBITRAL

Nótese que a pesar de ser un lenguaje poscoordinado, que nos permite establecer más relaciones entre los descriptores, por si mismo nos da mayor completitud para describir.

Ejercicios de clasificación: Auxiliares especiales y signos

Clasificación: uso de auxiliares especiales .0/.9, -1/-9 y ‘1/’9
Recuerde que:
*en algunas ediciones de CDU, los aux. especiales se incorporan directamente el número principal
*los número clasificatorios pueden cambiar de una edición a otra. En este caso corresponden a la CDU edición 1991



1.Estudio general de electrotecnia

621.3.01
621.3 Electrotecnia .01 Estudio general


2. Calendario eclesiástico

264-11


3. Estudios poblacionales: tipos y fenómenos demográficos

314.04
314 Estudios de población .04 Tipos de población y
fenómenos demográficos


4. Socios y accionistas de las sociedades comerciales

347.72.031
347.72 Sociedades mercantiles .031 Socios. Accionistas


5. El origen de la astronomía

52-52
52 Astronomía -52 Origen


6. Conducta y conciencia social

316.62’63
316 Sociología 316.32 Conducta social
316.33 Conciencia social


7. Finanzas: la declaración de impuestos en Argentina

336.027 (82)
336 Finanzas .027 Declaraciones de impuestos
(82) Argentina


8. Encuesta sobre la incidencia del consumidor en la sociedad y la economía

366.02 (049.5)
366 Consumismo
.02 Papel del consumidor en la ec. y en la
sociedad y su historia
(049.5) Encuestas

9. Las bibliotecas públicas de España

027.022(460)
027 Bibliotecas generales .022 Bibliotecas públicas
(460) España


Clasificación: uso de auxiliares comunes SIGNOS

1. Bibliografías nacionales de Economía

015:33
015 Bibliografías de las obras de un lugar
33 Economía

2. Geografía general y regional 1º

911+913
911 Geografía general 913 Geografía regional


3. Estructura edilicia e instalaciones de las bibliotecas especiales

026:022
026 Bibliotecas especiales 022 Edificios e instalaciones


4. Manual de zootecnia: cría, caza y pesca

636/639 (035)
636/639 Zootecnia. Caza. Pesca (035) Manuales


5. Organización de las fuerzas armadas en democracia

355.3:342.34
355.3 Org. general de las fuerzas armadas
342.34 Democracia
6. Guía práctica de trabajos de cerrajería y herrería

682.1+683.3 (036)
682.1 Trabajos de herrería 683.3 Cerrajería
(036) Guías


7. Anuario de estadísticas de mortalidad y estudios sobre enfermedades infantiles en Argentina

312.2+616-053.2 (058)
312.2 Mortalidad
616-053.2 Enfermedades de la infancia
(058) Anuario

8. Botánica general y sistemática

581/582
581 Botánica general 582 Botánica sistemática

martes, 14 de octubre de 2008

Segundo parcial domiciliario

Escuela de Educación Superior: Dr. Hipólito Yrigoyen
Carrera de Bibliotecología
Prof. Jorge Schneider

2do. Parcial domiciliario de Catalogación y Clasificación III

Alumno:………………………………………………
Año: 3ro profesional



1. Mencione y explique cada una de las etapas de la Indización de documentos

2. ¿Qué función cumplen los lenguajes documentales? Explique brevemente: cómo están estructurados, los tipos de lenguajes documentales según distintos criterios, y las modalidades de precoordinación y postcoordinación.

3. Brinde una definición de Tesauro. ¿Qué son las indicaciones sintácticas? Desarrolle Ud. un ejemplo similar al precisado en el módulo 4, sobre las posibilidades en cuanto “relación de términos”, que permiten dichas funciones sintácticas.

4. Utilizando el documento electrónico “Tesauro Especializado en Resolución Alternativa de Conflictos”, que Ud encontrará en el enlace http://www.metabase.net/metarecursos/control/terac.pdf, y considerando las pautas sobre las relaciones entre descriptores (TG, TE, USE, UP, TR), describa toda la información (si es posible) del índice del siguiente documento:


PRINCIPIOS DE RESOLUCION ALTERNATIVA DE CONFLICTOS: RESUMIDOS, REEXPUESTOS Y COMENTADOS
Por: Michael Stone-Molloy y Wendy Rubenstein
Conservation Clinic
University of Florida
Levin College of Law
Otoño del 2000
Tom Ankersen
Director
Traducción:
Marcela Enríquez / Byron Real
Gainesville, Florida, marzo del 2001


INDICE
1. Introducción
Definiciones
2. Inicio del Proceso de Conciliación
Condiciones del acuerdo
Efectos conciliatorios
Determinación de Neutralidad en el conflicto
Proceso de E.N.P.
Selección del lugar
Las partes de interés
3. Resolución del conflicto
La sentencia arbitral

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Ud. puede buscar en la parte de sección alfabética, donde aparecen directamente los descriptores autorizados y sus términos de entrada.

Pero si prefiere, puede también buscar en el índice permutado, sección que es fácil de usar para determinar un descriptor que debe utilizarse para una búsqueda o indización. En éste, las palabras (unitérminos) que componen los descriptores están ordenadas alfabéticamente y separadas. Debajo de ellas se indican los descriptores que la contienen
Ejemplo: En el ejercicio dado debe indizar, por ejemplo, “Determinación de neutralidad en el conflicto”

Quizás se le ocurra buscar por “determinación”, observará que debajo de la palabra solo existen descriptores relativos a los “hechos”, lo cual no es totalmente satisfactorio para este caso.
Entonces podrá buscar la palabra “neutralidad” y debajo encontrará el descriptor compuesto “neutralidad en el conflicto” que resulta apropiado para la descripción.
O sea que usando el índice permutado podrá buscar por unitérminos si prefiere.

¡No olvide que el título de una obra puede ser el primer objeto de descripción!
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Consideraciones para la elaboración del parcial domiciliario

El parcial es individual, y debe entregarse impreso el último encuentro (08/11), ya sea en manuscrito (tinta) o procesado en computadora.

viernes, 10 de octubre de 2008

lunes, 6 de octubre de 2008

Ejercicios: modelos de fichas de Entidades

ANUARIO ESTADISTICO DE LA REPUBLICA ARGENTINA 1999
Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos
Secretaría de Programación Económica y Regional
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos

Publicaciones del INDEC
Buenos Aires, 1999
Volúmen 13
573 páginas . Medidas: 25 cm.




Argentina. Ministerio de Economía y Obras y Servicios
Públicos. Secretaría de Programación Económica y Regional.
Anuario Estadístico de la República Argentina: 1999.Vol 13 /
Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos. Secreta-
ría de Programación Económica y Regional. Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos. – Buenos Aires: INDEC, 1999.
573 p.; 25cm.


1.ANUARIOS-ARGENTINA. I. Título.

-------------------------------------------------------------------------------------------------
Programa Nacional de Lectura y Producción Escrita

Ministerio de Cultura y Educación de la Nación


Buenos Aires, Argentina . Año 1998

97 páginas. 24 cm.-




Argentina. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación
Programa Nacional de Lectura y Producción Escrita /
Ministerio de Cultura y Educación de la Nación. – Buenos
Aires: McyEN, 1998.
97 p.; 24 cm.


1. ESCRITURA-ENSEÑANZA. I. Título.

------------------------------------------------------------------------------------------------
GUIA 2000 DE CARRERAS INFORMATICAS
Editado por PC FORUM S.A.

Segunda edición, impresa en septiembre de 1999, en Chulca Impresora s.a..
Buenos Aires, Argentina

269 páginas. Medida: 22 cm.
Incluye una guía de Carreras de Posgrado


PC Forum
Guía 2000 de Carreras informáticas / PC Forum. – 2º ed. –
Buenos Aires: PC Forum, 1999.
269 p.; 22 cm.

Incluye una guía de Carreras de Posgrado.

1. ESTUDIANTES- GUIAS. I. Título

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Discovery Civilization Channel. Estación de TV.*

El mundo de las pirámides: pirámides por todas partes
Sinopsis: las pirámides, diseminadas por el mundo, son signo de espiritualidad y ejemplo del genio arquitectónico
Lunes, 21.50hs. 460 CVD y 460 MCD
Producido por Discovey Channel. Miami, Estados Unidos


Discovery Civilization Channel (Estación de televisión:
Estados Unidos)
El mundo de las pirámides: pirámides por todos lados /
Dicovery Channel. EEUU: Discovey Channel, 2007.

Se emite lunes, a las 21.50hs
Canal 460 CVD y 460 MCD
Sinopsis: las pirámides, diseminadas por el mundo, son
signo de espiritualidad y ejemplo del genio arquitectónico.

1.PIRAMIDES. I. Título.C2007


*Importante: no debo catalogar como material especial (videograb, filmina, transp, etc), sino la señal en si misma. Debemos considerar la emisión de la estación de TV como recurso de nuestra biblioteca.

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Documento de la Embajada de la República Argentina con asiento en la República Oriental del Uruguay

“Protocolo de Integración educativa y reconocimiento de Certificados, títulos, y estudios de nivel primario y medio no técnico, entre los países integrantes del Mercosur”.
Ley 24676 República Argentina
Ley 16.73 República Oriental del Uruguay

Protocolo hecho por el Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, el 05 de agosto de 1994, en Buenos Aires.

18 páginas. 20 cm.

Ojo este ejemplo!!! No confundir: no es un documento que edita la Embajada Argentina en Uruguay, sino que solo publica un documento protocolar del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación. Entonces, sin bien el encabezamiento en estos casos es siempre por jurisdicción o territorio del gobierno (sea Embajada o Ministerio), el ingreso será:


Argentina. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación
Protocolo de Integración educativa y reconocimiento de
Certificados, títulos, y estudios de nivel primario y medio no
técnico, entre los países integrantes del Mercosur / Ministerio
de Cultura y Educación de la Nación. – Buenos Aires:
MCyEN, 1994.
18 p.; 20 cm.

1. TRATADOS INTERNACIONALES 2.EDUCACION –
PLANES DE ESTUDIO. I. Argentina. Ministerio de Cultura
y Educación de la Nación. Ley 24676 Rep. Arg. II. Argentina.
Ministerio de Cultura y Educación de la Nación. Ley 16.73
Rep. Or. Del Uruguay. III. Título.

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Documento de la Embajada de España, en la República Argentina

Documento: “Programa de ayudas a emigrantes incapacitados”. Segunda edición
Publica, edita y distribuye la Embajada de España en Argentina, a través de la Conserjería de Trabajo y Asuntos Sociales y por intermedio de la Dirección General de Emigración

Contratapa: Documento que ocupa la gestión de las diversas ayudas dirigidas a emigrantes españoles, carentes de recursos, que presenten situaciones de necesidad.

Publicado en Viamonte 166, 1º PisoC1053ABC - Ciudad de Buenos Aires
Año 2007
145 páginas.
25 cm. Ilustrado


España. Embajada (Argentina)
Programa de ayudas a emigrantes incapacitados / Embajada
de España en Argentina. Conserjería de Trabajos y Asuntos
Sociales. Dirección General de Emigración – 2º ed. – Buenos
Aires: Embajada de España, 2007.
145 p.: il.; 25 cm.

Síntesis: Documento que ocupa la gestión de las diversas
ayudas dirigidas a emigrantes españoles, carentes de recursos,
que presenten situaciones de necesidad.

1. EMBAJADAS. 2. EMIGRACION E INMIGRACION.
I. Título

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FUNDACION LEALTAD
GUIA DE LA TRANSPARENCIA Y DE LAS BUENAS PRACTICAS DE LAS ONG
Sexta edición

Contratapa: participan 122 ONG que han solicitado ser analizadas sobre el cumplimiento de los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas definidos por la Fundación Lealtad.
Madrid, España, c2008
Publica Fundación Lealtad
215 páginas.
28 cm.

Fundación Lealtad
Guía de la transparencia y las buenas prácticas de las
ONG / Fundación Lealtad – 6º ed. – Madrid: Fundación
Lealtad, 2008.
215 p.; 28 cm.

Síntesis: participan 122 ONG que han solicitado ser
analizadas sobre el cumplimiento de los 9 Principios de
Transparencia y Buenas Prácticas definidos por la
Fundación Lealtad.

1. ORGANISMOS INTERNACIONALES. I. Título.

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78º Congreso Argentino de Cirugía. Buenos Aires
15 al 18 noviembre de 2007

Extractos de trabajos 2007: Angliopastía y cirugía cardiovascular
45 páginas ilustradas. Con fotografías a color.
Diciembre de 2007
27 cm.
Enlace web: http://www.aac.org.ar/congreso78/temaslibres/angiologia.htm
Asociación Argentina de Cirugía
M. T de Alvear 2415 (1122) Capital Federal


Resumen: *

1.
Tratamiento del paciente con estenosis carotídea: selección del abordaje de acuerdo al riesgo quirúrgico.
2.
¿Es el tratamiento endoluminal de los aneurismas de aorta abdominal el tratamiento de elección para pacientes de alto riesgo?
3. Reintervenciones durante el seguimiento de pacientes luego de la exclusión endoluminal del aneurisma de aorta abdominal.


Congreso Argentino de Cirugía (78mo.: 2007 nov 15-18: Bue-
nos Aires)
Extractos de trabajos 2007 : Angioplastía y cirugía cardio-
vascular / Asociación Argentina de Cirugía. – Buenos Aires:
AAC, 2007.
45 p.: il. col.; 27 cm.

World wide web: http://www.aac.org.ar/congreso78/
temaslibres/angiologia.htm

1. CIRUGIA-CONGRESOS. I. Título.

*El resumen podría ir en área 7 de notas. En ese caso, deberíamos recurrir a la leyenda “(sigue)” y “(ficha 2)”

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Universidad de Buenos Aires.
Facultad de Derecho. Extensión Universitaria
“Ofertas de cursos artísticos y expresivos: primer cuatrimestre de 2008”.

Buenos Aires, 20 de febrero de 2008. Publica Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
35 páginas. 25 cm.

Contenido: Inscripciones, inicio y costos de los cursos de extensión del primer cuatrimestre de 2008



Universidad de Buenos Aires. Facultad de Derecho. Extensión
Universitaria
Ofertas de cursos artísticos y expresivos: primer cuatrimes-
tre de 2008 / Universidad de Buenos Aires. Facultad de
Derecho. Extensión Universitaria. – Buenos Aires: Secretaría
de Extensión Universitaria, 2008.
35 p.; 25 cm.

Síntesis: Inscripciones, inicio y costos de los cursos de
extensión del primer cuatrimestre de 2008

1. EXTENSION UNIVERSITARIA. I. Título

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Central Puerto
Memoria anual y estados contables del año 1996

Publicado por Central Puerto, en la Ciudad de Buenos Aires

Año 1997

89 pág. 29 cm.





Central Puerto (Buenos Aires)
Memoria anual y estados contables: 1996 / Central Puerto. –
Buenos Aires: Central Puerto, 1997.
89 p.; 29 cm.




1. BUENOS AIRES-PUERTO-MEMORIAS. I. Título.

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“BIBLIOGRAFÍA TEOLOGICA COMENTADA”

Del área iberoamericana

ISIDET
INSTITUTO SUPERIOR EVAGELICOS DE ESTUDIOS TEOLOGICOS

BUENOS AIRES- 1992

828 páginas

Dimensiones: 22 cm.





Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos.
Bibliografía teológica comentada: del área iberoamericana /
ISIDET – Buenos Aires: ISIDET, 1992.
828 p. ; 22 cm.




1. TEOLOGIA-BIBLIOGRAFIA.
I.Título.

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FORMATO MARC PARA MONOGRAFIAS Y FOLLETOS

CONTROL DE AUTORIDADES

TESAURO DE RESOLUCION ALTERNATIVA DE CONFLICTOS

viernes, 3 de octubre de 2008

Carrera: Tecnicatura en Bibliotecología
Curso: 3º año
Materia: Catalogación y Clasificación III
Profesor: Jorge Christian Schneider
Día de sede: Sábados 9.20 a 12.10hs

Instituto Hipólito Yrigoyen
Catalogación y Clasificación III



Catalogación III
Planificación anual


1. Objetivo general de la materia
Que los alumnos

- Logren desarrollar criterios metodológicos básicos para la gestión en Unidades de información

1.1 Objetivos específicos

Que los alumnos

- Profundicen los conocimientos teóricos y prácticos sobre las reglas básicas y
especiales para la catalogación de entidades.
- Reconozcan y utilicen auxiliares especiales y comunes con valor combinatorio
- Identifiquen con claridad el proceso de clasificación y sus etapas
- Ubiquen a las unidades de información como un sistema integrado
- Inicien el conocimiento de los lenguajes documentales para las unidades, y reconozcan sus diferencias con los lenguajes naturales
- Reconozcan los procesos de normalización e indización


2. Plan General de la materia
Contenido y desarrollo de las unidades

Marzo
Unidad 1
Entidades: Regla básica. Variantes en los nombres. Organismos internacionales .
Órdenes y sociedades religiosas .
Gobiernos. Conferencias
Conferencias. Congresos. Reuniones, etc. Iglesias.
Encabezamientos de entidades subordinadas y relacionadas entre si

Abril-Mayo
Unidad 2
Clasificación: tablas de auxiliares especiales
Tablas de auxiliares comunes: por signos de valor puramente combinatorio
La clasificación: Etapas. Determinación de temas .
Selección de la clasificación.
La clasificación automática.
La clasificación y la indización: modalidades, etapas .
Documentos no escritos. Indización automatizada

Junio
Unidad 3
Sistemas integrados de gestión para bibliotecas .
La biblioteca como sistema. Definición general del sistema. Núcleo de actividades.
Planificación de la automatización de la biblioteca. Implantación del sistema automatizado
Los sistemas automatizados de bibliotecas. Elementos del sistema
El control de autoridades. OPACs.


Agosto-Septiembre
Unidad 4
Los lenguajes documentales: Lenguajes naturales, lenguajes documentales.
El tesauro
Compatibilidad de los lenguajes documentales. Elaboración de un lenguaje documental.

Septiembre-Octubre
Unidad 5
La catalogación y los instrumentos normalizadores. Normalización. Norma ISO-2709.
Manual de referencia UNISIST
El formato MARC.
Presente y futuro de los formatos MARC. Formato UNIMARC. Formatos no MARC.
Los formatos y su aplicación práctica. El formato ISDS.

Noviembre
Unidad 6
Sistemas de indización aplicados en bibliotecas.
Indización por encabezamientos de materia, unitérminos, palabra clave, descriptores e indización vectorial.
Integración con los sistemas de clasificación.
Lenguajes de indización. Léxicos terminológicos


3. Evaluación:

Primer examen parcial: 19 de julio
Presencial e individual

Segundo examen parcial: mes de octubre
Presencial y grupal

Examen recuperatorio: último encuentro del año.
Se recupera uno solo de los parciales, quienes hayan estado ausentes y desaprobados

Trabajos prácticos: individuales y grupales. Se califican con aprobado/desaprobado. No se promedian con las notas de los parciales. Se consideran para el concepto general de la cursada de los alumnos

Prof. Jorge Schneider



Carrera: Tecnicatura en Bibliotecología
Curso: 3º año
Materia: Catalogación y Clasificación III
Profesor: Jorge Christian Schneider
Día de sede: Sábados 9.20 a 12.10hs



Instituto Hipólito Yrigoyen
Catalogación y Clasificación III
Catalogación III
Módulo 1
- Poseer conocimientos teórico-prácticos sobre las reglas básicas y
especiales para la catalogación de entidades.
- Desarrollar criterios metodológicos básicos para la catalogación de entidades.
-Establecer diferencias entre los distintos tipos de ellas y su tratamiento en la catalogación.
- Conocer e identificar las variantes en los nombres y saber utilizar el
adecuado, según los casos.

Plan General de la Materia
Contenido de las unidades

Unidad 1
-Entidades: Regla básica. Variantes en los nombres .l(. Organismos internacionales .
. l(. Órdenes y sociedades religiosas . . l(. Gobiernos. Conferencias
.¡c- Conferencias. Congresos. Reuniones, etc. Iglesias.
·1(. Encabezamientos de entidades subordinadas y relacionadas entre si

Unidad 2
Clasificación: tablas de auxiliares especiales
Tablas de auxiliares comunes: por signos de valor puramente combinatorio
La clasificación: Etapas. Determinación de temas .
l(. Selección de la clasificación. -l(- La clasificación automática.
,x, La clasificación y la indizacíón: modalidades, etapas .
Documentos no escritos. Indización automatizada

Unidad 3
-Sistemas integrados de gestión para bibliotecas .
La biblioteca como sistema. Definición general del sistema. Núcleo de actividades.
Planificación de la automatización de la biblioteca. Implantación del sistema automatizado .
Los sistemas automatizados de bibliotecas. Elementos del sistema .
El control de autoridades. ,'lE- OPACs.

Unidad 4
'X- Los lenguajes documentales: Lenguajes naturales, lenguajes documentales.
'X' El tesauro
,x, Compatibilidad de los lenguajes documentales. ,x, Elaboración de un lenguaje documental.

Unidad 5
La catalogación y los instrumentos normalizadores. ,x, Normalización. Norma ISO-2709.
Manual de referencia UNISIST
El formato MARC.
Presente y futuro de los formatos MARC. Formato UNIMARC. Formatos no MARC.
Los formatos y su aplicación práctica. , El formato ISDS.

Unidad 6
Sistemas de indización aplicados en bibliotecas.
Indización por encabezamientos de materia, unitérminos, palabra clave, descriptores e indización vectorial.
Integración con los sistemas de clasificación.
Lenguajes de indización. Léxicos terminológicos





Bibliografía

Abell, B. R. Manual de las reglas de catalogación angloamericanas revisadas.
-- México: UNAM, 1980.
Buonocuore, Domingo. Diccionario de bibliotecología. _. 2a. ed. aum. -­Buenos Aires: Marymar, 1986.
CAICYT. FOCAD : Formato común argentino para documentos. - 3a. ed. -­Buenos Aires: CAICYT, 1991.
CEPAL. Sistem de información bibliográfica: manual de referencia. -- 3a. ed.—Santiago de Chile: CEPAL, 1993
Escamllla, Gloria. Manual de catalogacíón descriptiva. México: Consejo Nacional de Ciencia y Tecnólogía, 1982. '
IFLA. Directrices para registros de autoridades de materia y referencias. ­Madrid: ANABAD, Arco/Libro, 1995
Guinchat, Claire. Introducción general a las ciencias y técnicas de la información y documentación / Claire Guincllat y Michel Menou. 2a. ed. Corregida y aumentada por Marie-France Blanquet. - Madrid: CINDOC (CSIC) ; UNESCO, 1983.
Hsieh-Yee, Ingrid. Modificaciones a las reglas de catalogación y la infraestructura de OCLC para una organización efectiva de los recursos de Internet / traducción por Filiberto Felipe Martínez-Arellano. - México : UNAM-CUIB, 1997.
Macrothesaurus: para el procesamiento de la información relativa al desarrollo económico y social. - París: Organización de cooperación y desarrollo económico, c1991.
Málaga L. F . Tablas de notación interna para bibliotecas hispánicas: de dos y tres cifras. -- Washington: OEA, 1962.
Martínez-Arellano, Filiberto Felipe. Catalogación de documentos electrónicos: archivos de datos y programas / Filiberto Felipe Martínez-Arellano [y] Lourdes Milagros Vallejo Hernández. - México : Información Científica Internacional, 1998.
Pinto Molina, María. Catalogación de documentos: teoría y práctica. - Madrid: Síntesis, 1994.
UNIRED. Listado de autores institucionales de acuerdo con AACR2 . - 2a. versión supervisada y corregida por Silvia Texidor. EN http/www.biblioteca.uade.edu.ar/downloads/AACR21.pdf (visitado el 22-02-04)
Reglas de catalogación angloamericanas / preparadas por The American Library Association …[et aL] ; editadas en español por Nelly Kopper y María Julia Vargas ; revisadas por Carmen Rovira. - 2a. ed. - San José de Costa Rica: Universidad de Costa Rica, 1983.
Unesco. Tesauro de la Unesco. – París: Unesco, 1995.


ESQUEMA DE CONTENIDO
Módulo 1
* Contenido de las Unidades
* Bibliografía
RCAA2 - capítulo 24
* Encabezamientos de organismos
* Alcance
* Cambios de nombre
* Lengua
* Organismos internacionales
* Entidades religiosas y autoridades eclesiásticas
* Patriarcados, Arquidiócesis, Autocéfalos, etc.
* Órdenes y Sociedades, religiosas
* Gobiernos
* Concepto
* Nombres de países, estados, provincias, etc.
* Artículos iniciales
* Adiciones
* Estaciones de radio y televisión
* Conferencias, Congresos, Reuniones, etc.
* Omisiones
* Adiciones
* Exposiciones, Ferias, Festivales, etc.
* Dependencias gubernamentales subordinadas
* Subencabezamiento directo o indirecto
* Embajadas, Consulados, etc.



RCAA2 - Capítulo 24
Encabezamientos de Organismos
Alcance Regla 24.1.

Asiente un organismo directamente bajo el nombre por el cual se identifica preferentemente, excepto cuando las reglas que viene a continuación indiquen un asiento bajo el nombre de un organismo de mayor jerarquía o relacionado con él o bajo el nombre de un gobierno.
Determine la forma del nombre de un organismo con base en los materiales publicados por ese organismo en su lengua o, cuando esta condición no sea aplicable, básese en las fuentes de consulta.
Si el nombre de un organismo consiste de iniciales o las contiene, omita o incluya los puntos y otros signos de puntuación de acuerdo con el uso preferente del organismo. En caso de duda, omita los puntos, etc. No deje espacio entre un punto, etc. y la inicial que vaya a continuación. No deje espacios entre las letras escritas sin puntos. etc.

Ejemplo

Museo de Motivos Argentinos José Hemández British Museum
Aeroparque Jorge Newery
Chatlenger Expedition ... 3
Colegio de Graduados en Ciencias Económicas Universidad Católica Argentina
Academia Nacional de Medicina
Museum of American Folk Art
Universidad del Salvador
University ofOxford
Yate University
FAO
Eudeba
Banco Mayo
Fundación Banco Mayo Colegio de Farmacéuticos
Asociación de Ex-alumnos de la escuela Nacional de Bibliotecarios
Academia Argentina de Letras

Cambios de nombre Regla 24.1 B.
Si el nombre de un organismo ha cambiado (incluyendo un cambio de una lengua a otra), establezca un encabezamiento nuevo bajo el nuevo nombre para los materiales que aparezcan bajo ese nombre. Haga una referencia del encabezamiento antiguo al nuevo y viceversa.
El nombre de la Farmer's High School cambió en 1862 por el de Agricultural Collcgc of Pennsylvania; en 1874 por el de Pennsylvania State College; en 1953 por el de Pennsylvania State University.
Las obras de este organismo se asientan bajo el nombre usado en el momento de la publicación. Haga la referencia explicativa bajo los otros nombres.

Lengua Regla 24.3A.
Si el nombre aparece en diferentes lenguas, use la forma en la lengua oficial del organismo.

Ejemplo
Sociéte historique franco-americaine
No Franco-American Historical Society
Si hay más de una lengua oficial y una de el1as es el español, use la forma en español

Si aparecen diversas formas en la fuente principal de la información, use la forma que se presente de manera formal. Si no se presenta ninguna forma de manera formal, o si todas las formas se presentan de manera formal, use la forma que predomine.
Si no hay una forma que predomine, use una forma breve (incluyendo iniciales o un acrónimo) que permita diferenciar el organismo de otros que tengan el mismo nombre breve o nombre breve semejante.

Ejemplo

AFL-CIO
No American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations
Euratom
No European Atomic Energy Comunity

UNESCO
No United Nations Educational, Scientific, and Cultural Organization

Lengua - Organismos internacionales Regla 24.3B.
Si el nombre de un organismo internacional aparece en español en los materiales que publica, use la forma en español. En otros casos, siga las indicaciones de 24.3A. -

Ejemplo
Liga Árabe
no League of Arab States
no Union des States arabes
Comunidad Económica Europea
no Communauté économique européenne
no Europese Economische Geneenschap
Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias
no Féderation internationale des associations de
bibliothecaires et des bibliotheques
no Internationaler Verband der Bibliothekarischen Vereine
lInd Institutionen

Entidades religiosas y autoridades eclesiásticas Regla 24.27A.l
Asiente los concilios, etc. Del clero nacional, regional, provincial, estatal o local y/o de los miembros de una sola entidad religiosa, como subencabezamiento del encabezamiento de la entidad religiosa.

Ejemplo:
Iglesia Católica. Conferencia Episcopal de las Antillas
United Methodist Church (EE.UU) Northen Illinois Conference

Papas
Asiente un Papa en funciones oficiales como subencabezamiento de Iglesia Católica. El subencabezamiento consiste en la palabra Papa, los años primero y último de su papado y sy nombre de pontífice en la forma en que figura como entrada en el catálogo.

Ejemplo:
Iglesia Católica. Papa (1978: Juan Pablo 1)
Iglesia Católica. Papa (1878-1903 : León XIII)

Diócesis Regla 24.27C3.
Use la forma en español del nombre de un patriarcado, diócesis, provincia, etc. de la Iglesia Católica.
Ejemplo:

Iglesia Católica. Archidiócesis de Santiago de Cuba
Iglesia Católica. Diócesis de Upsala
Iglesia Católica. Patriarcado de Alejandria de los Coptos.
Iglesia Católica. Provincia de Quebec

Organismos antiguos e internacionales Regla 24.3C2.
Si el nombre de un organismo de origen antiguo o el de uno de carácter internacional ha llegado a ser conocido en una formas en español, use la forma en español.

Ejemplo
Benedictinos
Conferencia de Casablanca ...
Cluniacenses
Iglesia Copta
Concilio de Nicea…
Franciscanos
Francmasones
Caballeros de Malta
Iglesia Nestoriana
Conferencia de la Paz de Paris ...
Clarisas
Concilio Vaticano ...

Patriarcados, Arquidiócesis, etc,. Autocéfalos Regla 24.3C3.
Asiente un antipatriarcado, una arquidiócesis, etc. autocéfalos de la Iglesia Oriental bajo el lugar con el que se identifica, seguido de una palabra o frase que designe el tipo de jurisdicción eclesiástica.

Ejemplo
Antioquía (Patriarcado Iacobita)
Antioquía (Patriarcado ortodoxo)
Constantinopla (Patriarcado ecuménico)

Ordenes y Sociedades religiosas:
Regla 24.3D.

Use la forma más conocida del nombre de una orden o sociedad religiosa.
En caso de duda, siga este orden de preferencia:
1) el nombre convencional por el que sus miembros son conocidos en español.
2) la forma del nombre en español usada por las unidades de la orden o de la sociedad localizadas en países de habla española.
3) el nombre de la orden o sociedad en la lengua del país de origen

Ejemplo
Franciscanos
no Ordo Fretum Minonnn
no Orden de San Francisco
no Minoristas

Jesuitas
no Societas Jesu
no Compañía de Jesús
no Society of Jesus
Tercera Orden de San Francisco
no Franciscanos. Tercera Orden Secular

Gobiernos
Concepto:
La palabra gobierno se usa aquí para incluir la totalidad de organismos (ejecutivo, legislativo y judicial) que ejercen los poderes de una jurisdicción. Un organismo conocido por la palabra gobierno, o en su equivalente en otras lenguas, o un término de significado similar, que es una dependencia del ejecutivo de una jurisdicción determinada se trata como una dependencia gubernamental

Regla 24.3E.
Use el nombre convencional de un gobierno. a menos que el nombre oficial sea de uso común. El nombre convencional de un gobierno es el nombre geográfico del área (país, provincia, estado, condado, municipio, etc.) sobre la que el gobierno en cuestión ejerce jurisdicción.

Ejemplo
Francia
no République francaise
Argentina
Estados Unidos
Massachusetts

Adiciones Regla 24.4B.
Si el nombre por sí solo no da idea de que se trata de un organismo, añada la designación general en español.

Apolo 11 (nave espacial)
Bounty (Barco)

Nombre de países, estados, provincias, etc. Regla 24.4C2.
Si un organismo tiene carácter nacional, estatal, provincial, etc. añada el nombre del país, estado, provincia, etc. en que se localiza.

Ejemplo
Sociedad Nacional de Minería (chile)
Sociedad Nacional de Minería (Perú)
Biblioteca Nacional (Argentina)
Biblioteca Nacional (Brasil)

Artículos iniciales Regla 24.5A.
Omita los artículos iniciales a menos que se requieran por razones gramaticales

Ejemplo
Club (Londres)
no The Club (Londres)
Francaise de Grande-Bretagne (Asociación)
no Les Francaise de Grande-Bretagne
Library Association
no The Library Association

Gobiernos. Adiciones Regla 24.6A.
Si los gobiernos que tengan el mismo nombre no se diferencian, haga una adición más específica.
Regla 24.6B.

Añada el tipo de jurisdicción en español si no se trata de una ciudad o pueblo. Si no hay un equivalente en español del término vernáculo, o en caso de duda., use el término vernáculo.

Ejemplo
Córdoba (Argentina)
Córdoba (España)
Córdoba (Argentina: Provincia)
Quebec (Canadá)
Quebec (Quebec : Condado)
Buenos Aires
Buenos Aires (Provincia)

Regla 24.6C.
Si el tipo de jurisdicción no proporciona una diferenciación satisfactoria, añada una palabra o frase conveniente.

Ejemplo
Alemania (República Democrática)
Alemania (República federal)
Berlín (Alemania: Oriental)
Berlín (Alemania: Occidental)

Estaciones de Radio y Televisión Regla 24. 11A.
Si el nombre de una estación de radio o televisión consiste solamente o principalmente de sus letras o si su nombre no da idea de que se trate de una estación de radio '0 televisión, añada las palabras Estación de radio o Estación de televisión y el nombre del lugar en que se localiza la estación.
Ejemplo
HJV (Estación de radio: Ciudad del Vaticano)
LRA Radio Nacional (Argentina)
LS84 Televisión Canal 11 (Argentina)

Conferencias, Congresos, reuniones, etc. Regla 24.7.
0misiones. Regla 24.7 A.
Omita del nombre de una conferencia, etc. Las palabras que denotan su número, frecuencia o año de convocación

Ejemplo
Lousiana Cancer Conference ...
No BiennaI Lousiana Cancer Conference ...
Conference on Co-ordination of Galactic Resear ...
No Secon Conference on Co-ordination of Galactic Resear ...

Adiciones
R 24.7.B1.
Regla general. Añada entre paréntesis ( ) a los encabezamientos de conferencias, etc. (incluso los encabezamientos de conferencias en forma subordinada) el número de la conferencia, etc. (aunque sea la primera), el año y el lugar donde se llevó a cabo.


Ejemplo
Conference on Technical Information Center Administration (3a. : 1919 feb 11-15 : Londres)
Organización Internacional del Trabajo. European Regional Conference (2a. : 1998 : San Juan)
Internacional Geological Congreso (15ª. : 1957 : Chicago)

Si las sesiones de una conferencia, etc. Se realizaron en tres o más lugares, agregue el que aparece mencionado primero seguido por otro.
Institute en Diagnostic Problems in Mental Retardation (1994: Long Beach State College y San Francisco State College)



Exposiciones, Ferias, festivales, etc. Regla 24.8
Omita del nombre de una exposición, feria, festival, etc., las palabras que denoten su número.
Agregue el número de la exposición, el año y el lugar de la misma forma que lo hace con las conferencias y congresos. No agregue el año y/o lugar sin son parte integral del nombre.

Ejemplo
Festival of Britain (1951 : Londres)
Expo 67 (Montreal)
Barcelona 82

Dependencias Gubernamentales que se asientan de manera subordinada
Regla 24.18.
Asiente una dependencia gubernamental de manera subordinada al nombre del gobierno al cual pertenece

Ejemplo
Estados Unidos. Navi
Argentina. Congreso
Australia. Bureau of water Resources
Argentina. Comisión Nacional de Energía Atómica
España. Consejo Superior de Investigaciones Científicas

Subencabezamiento directo o indirecto Regla 24.19.
Cuando el nombre de una dependencia asentada bajo el nombre de un gobierno sea usado por otra dependencia, añada, entre el nombre del gobierno y el nombre de la dependencia, el nombre del elemento de jerarquía inferior que permita diferenciar las dependencias (subencabezamiento indirecto)

Argentina. Ministerio del Interior. Dirección de Personal
Argentina. Ministerio de Economía. Dirección de Personal
Argentina. Ministerio de Educación. Dirección de Personal
Buenos Aires. Municipalidad. Secretaría de Educación. Dirección General de Educación.
Buenos Aires (Provincia). Ministerio de Economía. Dirección de Personal
Quebec. Ministere des richesses naturelles. Direction génerale das mines. Direction de la geologie. Service de l'exploration géologique
Argentina. Dirección General Impositiva. Dirección de Publicaciones

Embajadas, Consulados, etc. Regla 24.25
Asiente una embajada, consulado, legación u otras oficinas permanentes que representan a un país en otro, como un subencabezamiento del encabezamiento del país representado. Registre el subencabezamiento en la lengua del país representado.
Si el encabezamiento es para una embajada o legación, agregue el nombre del país ante el cual está acreditado.
Si el encabezamiento es para un consulado u otra oficina local, agregue el nombre de la ciudad en la cual está ubicado.

Ejemplo:
Estados Unidos. Legation (Bulgaria)
Francia. Consulat (Buenos Aires)
Canadá. Embasy (Bélgica)



Trabajo Práctico N° 1
Registre la entrada de las entidades que se dan a continuación, en la forma que corresponda, de acuerdo a las RAA2.

Teatro Cervantes de la Ciudad de Buenos Aires
Banco de la Ciudad de Buenos Aires
Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes
Festival of América realizado en 1972 en New York
Facultad de Psicología de In Universidad Argentina de la Empresa
Instituto Superior del Profesorado "Joaquín V. González". Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Secretaría de Educación.
Secretaría de Cultura dependiente del Ministerio de Cultura y Educación. República Argentina.
Sexto Congreso mundial de Tecnología Agropecuaria, realizado en Barcelona, el 12 de mayo de 1996.
Museo Nacional de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”
Canal 7 de Televisión- LS 82
Citybank
Embajada de Bélgica en Canadá
Comité de Finanzas del MERCOSUR
Obispado de Córdoba de la Iglesia Católica
Isabel II, Reina de Inglaterra, desde 1952
Honorable Cámara de Diputados de la República Argentina
Unión Obrera de la Construcción
Departamento inmobiliario del Banco de Galicia


Síntesis de la Unidad 1
RCAA2
Capítulo 24

Encabezamientos de Organismos
Entidades religiosas Autoridades eclesiásticas
Gobiernos
Estaciones de Radio y Televisión
Exposiciones, Ferias, Festivales, etc.
Encabezamiento directo o indirecto
Embajadas, Consulados, etc.


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Esquema de Contenido
CATALOGACIÓN y CLASIFICACIÓN III
UNIDAD 2
* La clasificación
- Clasificación: tablas de auxiliares especiales


- Tablas de auxiliares comunes: por signos de valor puramente combinatorio
- Objetivos
- Etapas
- Determinación de los temas
- Selección de la Clasificación
- La Clasificación automática
* La Indización -.Modalidades de la indización
- Etapas
. - Indización de documentos no escritos
- Indización automatizada


Tablas de auxiliares especiales

Los auxiliares especiales -1/-9 •. 01/.09 y '1/'9 son de aplicación limitada y cada serie se utiliza, para indicar características recurrentes en aquella sección de las Tablas para la que ha sido designada y programada, y en algunas otras secciones en las que se indica especialmente. A diferencia de los auxiliares comunes de la Tabla I de Auxiliares comunes, un grupo o subgrupo de estos auxiliares especiales puede tener distinto significado 'en las distintas secciones de CDU.

Ejemplo: -3 en el 54, 62 y 82 y
.02 en el 06,53,54 , 621.3,629 etc.

Pero siempre va a indicar la misma característica cuando se usa con un número principal de la CDU


Tendremos tres tipos de AUXILIARES ESPECIALES

1. Series con guión: -1/-9 (nunca -0), que son analíticas y diferencian funciones. Van a indicarnos elementos, propiedades o componentes de la materia del número principal de la CDU

Ejemplo: si vemos las series indicadas en el 62/69 , nos van a indicar detalles de ingeniería y mecánica.

2. Series de punto cero: .0/.9 (nunca .00), tienen fines más diversos y son más detallados en la tabla de la CDU. Describen facetas, procesos, operaciones, proyectos, etc.

Ejemplo: en la clase 3, vemos que los auxiliares especiales .07/.08 que están detallados en 35.07 y en 35.08 se aplican a todos los números principales de 31/39 (menos en 348)

3. Series con apóstrofo: `1/`9, que tienen una función sintética, creando notaciones de materias compuestas, fusionando características. Así se consiguen contracciones

Ejemplo: 329.17’23 Partido nacionalista republicano
(de la contracción de 329.17 y 329.23)

A veces, las subdivisiones con apóstrofo no tienen desarrollo paralelo en las tablas principales

Ejemplo: 903’1/’18 de la prehistoria.


Ahora bien, los tres tipos de AUXILIARES ESPECIALES van a poder usarse

a. Después de notaciones principales, con uno solo de estos auxiliares. Puede ser en caso más común.
Ejemplo: 329.052 Partidos políticos de la oposición (.052 Partidos de la
oposición, aux. esp.)

b. En cadenas, usando uno solo de estos tipos de auxiliares
Ejemplo: 329.053.052 Partidos políticos fraccionados de la oposición
(.053 partidos fraccionados, aux. esp.)
(.052 Partidos de la oposición, aux. esp.)

c. En cadenas, combinando diferentes tipos de estos auxiliares
Ejemplo: 329.12’23.052 Partido republicano liberal de oposición

(12 partidos liberales)
(23 partidos republicanos)
(.052 Partidos de la oposición, aux. esp.)



Tablas de auxiliares comunes: por signos de valor puramente combinatorio.
Tabla 1 a. ADICION Y EXTENSION


1. El signo de adición +: va a servir para unir dos o más números de la CDU, generalmente cuando están establecidos de manera no consecutiva, representando conceptos asociados, o aspectos distintos de un mismo tema.

Se dice que se usa habitualmente para designar conceptos que están reunidos en forma independiente, en un mismo documento.

Como ambos conceptos pueden poseer la misma importancia, debemos saber que los números unidos por el signo +, deben tener entrada en el catalogo por cada uno de esos números

Importante: siempre lo utilizaremos cuando no exista en la tabla principal un número único que represente esos conceptos.

Ejemplo: 622 + 669 Industrias mineras y metalúrgicas


2. El signo de extensión /: va a unir la primera y la última de una serie de divisiones consecutivas, designando conceptos asociados, siempre que, como en el caso anterior, no exista en la tabla principal un número único que represente esos conceptos.

Ejemplo: 592/599 zoología sistemática (que será lo mismo que hacer 592 + 593 + 594 + 595…+599, lo cual resulta extenso y sin sentido)

Si tenemos una extensión que solamente une dos números consecutivos, será lo mismo utilizar adición

Ejemplo: 53/34 (035) Compendio de Física y Química
Será lo mismo que…
53 + 54 (035) Donde daremos entrada por ambos números de la serie para recuperar por física o química


Tabla 1 b. RELACION. SUBAGRUPAMIENTO

1. El signo : (“dos puntos” o “colon”) : nos va a servir para establecer una relación general entre dos nociones y para dividir la tabla principal más detalladamente.

Ejemplo: 804.09 : 860 Literaturas francesa y española comparadas

Siempre que formemos índices con la relación (:) podremos invertir, porque no se modificará el sentido

Ejemplo: decir 17 : 7 Moral relacionada con el arte
Es igual a expresar
7 : 17 El arte en relación con la moral


2. El signo corchete, podrá utilizarse como un subagrupador, pero, siempre que antes las notaciones de la CDU se hallen unidos por adición (+) o relación (:).
Nos sirve para formar la notación de un concepto que formará un todo y se relacionará (:) con otro

Ejemplo:
061.42 (460) : 7 : 28 Exposición nacional española sobre arte en la Iglesia

Cristiana

donde 061.42 Exposiciones generales nacionales
(460) España
7 Arte
28 Iglesias Cristianas


ORDEN DE SECUENCIA DE LOS AUXILIARES COMUNES CON VALOR PURAMENTE COMBINATORIO


Si bien existen diversas formas posibles de expresar un concepto, la CDU recomienda (no exige), tal cual el caso del resto de los auxiliares, un orden de prioridad para el uso de auxiliares comunes signos, y aunque nos salgamos de esta secuencia, debería al menos seguirse el criterio general de que se vaya de lo más general a lo particular
El orden, si debemos usar varios signos para una misma notación, será:

1. Relación :
2. Extensión /
3. Adición +


Ejemplo Literaturas francesas y españolas comparadas y las lenguas clásicas

1.Primero represento la relación
804.09 : 860 Literaturas francesas y españolas comparadas

2. Luego le sumo la adicción
804.09 : 860 + 807 Literaturas francesas y españolas comparadas y las lenguas clásicas



LA ORDENACION VERTICAL DE LOS NUMEROS COMPUESTOS


Primero, en la ordenación de los números compuestos, los corchetes no se tienen en cuenta.

Segundo, en dicha ordenación vertical, todos los índices que formemos con relación (:)
se acomodan inmediatamente después del índice decimal simple formado por la tabla principal

Ejemplo

Documento sobre: 17 Etica y moral

Le sigue en el catálogo y estante: 17 : 7 La moral en el arte


Tercero, en esta ordenación vertical, todos los índices que formemos con adición (+)
se ordenan inmediatamente antes del signo de extensión (/), y éste irá antes del índice decimal simple formado por la tabla principal


Ejemplo

Documento sobre: 741/744 + 778.4 Dibujo y estereofotografía

Le sigue en el catálogo y estante: 741/744 Dibujo

Le sigue: 741 Dibujo en general

La clasificación
La clasificación es una operación que describe el contenido de un documento determinado, su tema principal, y a veces uno o dos temas secundarios que se traducen a términos más apropiados que figuran en el lenguaje documental que se utiliza.
Generalmente, se trata de una clasificación en que los términos se expresan mediante signaturas numéricas, pero se pueden utilizar también los términos genéricos de un lenguaje combinatorio, como los nombres de campos o grupos de una lista de descriptores o de un tesauro.
En el caso de las consultas bibliográficas, se determinará del mismo modo en qué clases y subclases de la clasificación se ha ordenado la infor­mación que puede suministrar las respuestas.
Esta operación se sitúa en la mitad de la cadena documental, en el momento de la entrada de los documentos al subsistema de almacenamiento y de búsqueda.
Objetivos
- Los documentos primarios en las estanterías correspondientes cuando los documentos se disponen sistemáticamente.
- Las reseñas bibliográficas en los ficheros sistemáticos.
- Las reseñas o referencias bibliográficas en catálogos impresos u
otros productos documentales (boletines bibliográficos, boletines de resúmenes).
- Armonizar la disposición física de los documentos con la organización de los ficheros, lo que simplifica la utilización de las colecciones, sobre todo si son de acceso directo.
-Clasificar la información en un número relativamente restringido de categorías que pueden corresponder cada una al campo particular de interés de un grupo de usuarios. Por ejemplo, en la clase «producción vegetal», tendremos las subclases «cereales), «legumbres», «frutas»..., en las que los usuarios especializados en cada uno de estos productos encontrarán toda la información que les interese.
- Ordenar por anticipado la información, en función de su temática principal, en una serie de categorías definidas lógicamente.
Este acceso sencillo y rápido es de todos modos más rígido y menos preciso que un acceso por descriptores. Frecuentemente, las unidades de información utilizan, por tanto, una descripción de contenido al mismo tiempo que un lenguaje documental.
Etapas
Las etapas de la clasificación siguen el modelo general de la descripción del contenido y comprenden principalmente:
- La determinación del tema principal de los documentos.
- La determinación de la clase a la que corresponde el tema principal.
- La determinación de los aspectos formales secundarios del
documento (Jugar, tiempo, forma, idioma) en el caso de que la clasificación incluya tales indicaciones en los índices.
- La búsqueda de la notación que corresponde la clase elegida.
- La construcción o la selección de la notación correspondiente
según las reglas propias de la clasificación utilizada.
- En ocasiones, la elaboración de la signatura topográfica del documento, que, además de clasificación, comprende, según los casos, las primeras letras del nombre del autor y el año de publicación. Por ejemplo, un documento de R. Duchemin sobre «la utilización de las plantas resinosas en la repoblación forestal en Francia», tendrá como referencia en la CDU:
Silvicultura se traduce por 634.0
En Francia, subdivisión común de lugar se traduce por (44)
Duchemin R. se traduce por DBC
o sea: 634.0 (44) DUC
- La colocación de la signatura topográfica o tejuelo sobre el documento.
- La indicación de la clasificación sobre la hoja de registro, o la reseña bibliográfica del documento, en el sitio previsto para tal fin.
Los elementos de un documento que pueden indicar su tema principal deben aparecer por lo general a la vista. Normalmente, el título lo permite de modo satisfactorio, pero es necesario verificarlo en la tabla de contenido o en las principales subdivisiones del texto, o en el texto mismo.
En algunos casos, el nombre de la colección o de la serie puede confirmar el tema principal, precisando al mismo tiempo el punto de vista, o la dis­ciplina, en que se sitúa el documento. A menudo, la solapa del libro contie­ne una presentación de la obra o un extracto extenso: esta presentación es sobre todo publicitaria y por lo tanto su valor informativo es muy desigual. El resumen, el prólogo y la introducción permiten comúnmente determinar con rapidez los aspectos esenciales de un documento. Lo mismo ocurre con el índice y con los diferentes subtítulos que lleva el texto. Lo más probable es, por lo tanto, que no sea necesario examinar en detalle todo el documento.

Determinación de los temas
En general, la determinación del tema principal no requiere un conocimiento especializado del campo correspondiente, pero tal conocimiento es siempre deseable.
Tampoco es necesario consultar todo el documento, salvo para verificación. En numerosos casos, sin embargo, el tema principal no se precisa en una serie única de términos. Si el autor trata aspectos diferentes de un tema, es preciso determinar la importancia relativa y las relaciones entre ellos. Por ejemplo, el documento citado anteriormente hubiera podido dedicar desarrollos de igual importancia a las diversas especies de plantas resinosas utilizadas, a sus características de crecimiento y de resistencia a las enfermedades, a su interés económico y a los procedimientos de repoblación forestal, mientras que el título sólo comprende claramente el primero y el último tema.
Se trata pues de averiguar el contenido de un documento, determinando los contornos del tema, en lugar de buscar desde el primer momento la identificación del tema principal.
Debe efectuarse la determinación del tema buscando una cierta unidad, pues ello puede llevamos a eliminar o a reagrupar ciertos temas, o a designarlos con términos más generales.
Estaremos entonces en condiciones de formular el tema principal del documento mediante una combinación acertada de los términos que se han elegido. Esta formulación puede hacerse con. un término o con un grupo de términos, ya sea extrayéndolos directamente del documento o deduciéndolos de la formulación. De este modo, en nuestro ejemplo, los cuatro temas se expresan con el término genérico «silvicultura».

Selección de la clasificación
La selección de la clasificación es en cierto modo una operación de traducción.
El caso más sencillo es aquel en que el término escogido para designar el tema principal del documento figura tal cual en la clasificación que se utiliza.
Es útil verificar en las tablas sistemáticas si el descriptor de que se trata está bien empleado, con el sentido que conviene, teniendo en cuenta los temas que figuran en el documento.
Efectivamente, puede suceder que el descriptor esté bien en la clasificación, pero que dependa de una clase o de un conjunto que limite su sentido en ciertos aspectos. Por ejemplo, el descriptor «Edificio» colocado en la clase «Construcción» con «Puente» y «Carretera», con la implicación de que estos objetos se consideran desde su punto de vista material, no puede emplearse para describí r su aplicación en el caso de un documento que trate de las ventajas de los edificios destinados a vivienda. A menudo, el término elegido no figura en la clasificación.
Es necesario entonces determinar cuál es el descriptor que le corresponde con la mayor precisión.
Para ello, hay que tener un buen conocimiento o por lo menos un alto grado de comprensión del tema. La consulta de diccionarios, en­ciclopedias y manuales soluciona parcialmente el problema. Se busca en las tablas sistemáticas el descriptor más apropiado. En nuestro ejemplo, podríamos tener en la clasificación un descriptor «Árbol» en la clase «Especie vegetal» y un descriptor «Repoblación» en la clase «Actividad agrícola». Habría que preferir este último descriptor, que corresponde mejor a la orientación del documento y a su probable utilización.
Si se representa con círculos los campos cubiertos por el descriptor, por el tema principal del documento y por la utilización previsible de éste, seria necesario elegir un descriptor que permitiera la mayor área de intersección posible entre los tres círculos.
Es indispensable la verificación del descriptor escogido con relación al documento. Hay que tener la seguridad de que representa con exactitud el tema principal del documento en cuestión, teniendo en cuenta naturalmente las limitaciones del lenguaje y del sistema documental.
La clasificación no debe, en ningún caso, inducir nociones que no figuran, o que figuran de modo muy secundario, en el documento. Al mismo tiempo, la designación del tema debe ser precisa, o sea, que deben evitarse los descriptores demasiado generales o demasiado específicos. Esto se decide sobre todo en función de las necesidades de los usuarios.
Habrá que preguntarse en qué sección esperan los usuarios hallar normalmente el documento que les interesa. Esta segunda verificación se realiza refiriéndose al documento mismo.
La utilización de las secciones generales es cómoda, inclusive indispensable en ciertos casos, pero está llena de riesgos y debe someterse a reglas estrictas. Por lo general, las clasificaciones y otros lenguajes contienen entradas que se denominan «Generalidades», «Otros», etc., que se incluyen en el interior de cada clase. Sólo deben emplearse en contadas ocasiones. Lo más normal es que se reserven para documentos que ningún descriptor especifico pueda describir convenientemente, o para documentos que se refieren a varios temas específicos y que no se deberían clasificar en ninguno de ellos.
La clasificación por temas secundarios está a veces permitida por el sistema documental. En general se limita a una o dos entradas además del descriptor principal. Esta clasificación sigue el procedimiento que se acaba de mencionar para la clasificación por temas principales. Es posible efectuar las dos operaciones simultáneamente, pero es preferible determinar primero el tema principal, luego los temas secundarios, y después proceder a la selección y verificación de los descriptores correspondientes.
Se admiten dos tipos de temas secundarios.
En el primer tipo, el documento trata dos o tres temas de igual importancia. Se selecciona como tema principal el que sea de mayor interés para los usuarios y se hacen figurar los otros como temas secundarios.
En nuestro ejemplo, los cuatro temas: especies de plantas resinosas, características de crecimiento y de resistencia, interés económico y procedimientos de repoblación forestal, son objeto de un tratamiento equivalente en el documento, pero una unidad de información que trabaje para los botánicos elegirá uno de los dos primeros temas o su combinación como tema principal, mientras que una unidad que trabaje para los ecologistas preferirá relacionar como principal el último tema.
En el segundo tipo, el documento tiene un tema principal, pero parece igualmente útil consignar en la clasificación uno o dos aspectos particulares de dicho tema, ya porque sean objeto de desarrollos muy importantes o porque tengan un interés muy especial para los usuarios.
Esta fórmula tiene la ventaja de limitar el empleo de la sección «Generalidades» y de permitir un acceso más directo y menos global a las informaciones.
La verificación de los temas secundarios debe hacerse a dos niveles: primero, naturalmente, con relación al documento, como en el caso del tema principal; después, con relación al tema principal mismo.
Hay que estar seguro de que los temas secundarios representan un aspecto particular del documento, que se distinga de los demás. Este aspecto debe despertar también un interés específico en los usuarios, independientemente del tema principal.
Por otra parte, el tema secundario no debe incluirse en el tema principal, especialmente cuando se presume que el usuario busca in­formación sobre ambos temas. Por ejemplo, las características de creci­miento, de resistencia a las enfermedades y el interés económico, podrían formar parte del mismo conjunto con las especies resinosas para el inge­niero forestal, pero no sería posible en el caso de que el usuario fuese eco­nomista o planificador.
La rec1asificación consiste en aplicar una clasificación nueva a los documentos que ya poseen otra. El caso se presenta, por ejemplo, cuando una unidad recibe reseñas bibliográficas con una clasificación general (CDD, CDU, etc.), si dicha unidad utiliza una especializada o propia. Ocurre lo mismo cuando la unidad cambia de sistema de clasifica­ción.
Esta operación de cambio de sistema es semejante a la selección que se hace de la clasificación, a partir de los términos seleccionados para describir el tema principal. A menos que se haya establecido una tabla de concordancia entre las dos clasificaciones, será necesario examinar el do­cumento original o por 10 menos su resumen. Inclusive si existe la tabla de concordancia, es de todos modos aconsejable verificar el documento original.
La primera clasificación presenta casi siempre entradas más ge­nerales que la segunda y/o se basa en criterios clasificatorios diferentes.

Hay que comparar, pues, las dos tablas sistemáticas para saber cuál es el campo que cubre cada descriptor. Debe mantenerse en lo posible la cohe­rencia lógica entre los descriptores de las dos clasificaciones.
Se presenta un problema semejante cuando la descripción del contenido se hace simultáneamente con una clasificación del tema principal y un lenguaje combinatorio para la indización, cuando la búsqueda abarca el conjunto de la descripción.
El enriquecimiento del título es una operación elemental de la descripción del contenido. Se recurre a esta operación cuando el título del documento es uno de los medios utilizados para la búsqueda o para distinguir el documento en los productos de difusión, sobre todo si el título original no es muy claro. Incluso en las publicaciones científicas ocurre a veces que el título sólo muestra un aspecto del documento (en nuestro ejemplo, el documento titulado «La utilización de las plantas resinosas en la repoblación forestal» podría referirse también al interés económico de estas especies, en la forma siguiente: «Las ventajas económicas de la repoblación forestal en las plantas resinosas», o acomodarse a conveniencias publicitarias o polémicas con un título como: «Revolución en la repoblación forestal»; pueden darse también títulos muy generales, como «Aspectos recientes de la repoblación forestal»).
Para poder emplear los títulos como medios de búsqueda documental, es menester enriquecerlos si se observa· que son poco significativos. Para ello hay que hacer una rápida descripción del contenido que precise bien el tema. Después se decide qué términos deben añadirse al título original con el fin de expresar correctamente el tema principal del título. Estos términos se añaden entre paréntesis, después del título original.
En ciertos casos, por ejemplo, en los boletines de información rápida, se llega incluso a fabricar artificialmente un nuevo titulo. En el ejemplo que hemos utilizado tendríamos: «Revolución en la repoblación forestal (con plantas resinosas, en Francia)>>.
La Asociación para la Clasificación (con sede en Frankfurt) publica, bajo el patrocinio de la F1D, la revista lnternational Classificafion, así como estudios sobre la teoría de los conceptos, la terminología sistemática y la organización del conocimiento. La Federación Internacional de Asociaciones de Clasificación se ocupa de los métodos matemáticos aplicables a este campo.

La clasificación automática
Las operaciones de clasificación pueden ser objeto de automatización, al menos parcial.
La inteligencia humana sigue siendo indispensable para selec­cionar el tema principal y determinar la información secundaria.
Hoy en día, la clasificación automática sólo se utiliza, de modo experimental, en algunas bibliotecas. Se basa en el siguiente principio general: si se caracteriza a los objetos de una colección por una serie de atributos (fecha, forma, idioma, campo ... ), es posible comparar dos a dos los objetos y contar el número de atributos comunes para cada par.
El resultado equivale a colocar juntos los objetos que poseen características comunes, es decir, a constituir las clases a posteriori y no a priori.
El interés de la clasificación automática se sitúa por tanto a nivel de la búsqueda documental. Es inutilizable para la ordenación física de las obras, siendo incapaz de crear automáticamente un esquema clasificatorio. La creación del lenguaje clasificatorio y la clasificación del fondo documental son hoy en día realizables únicamente por el hombre.

La indización
La indización es una de las formas de descripción del contenido. Es una operación que consiste en escoger los términos más apropiados para representar el contenido de un documento.
Estos términos se expresan en el vocabulario del lenguaje documental elegido para el sistema y se ordenan de manera que puedan constituir luego los ficheros que servirán para la búsqueda. Es por tanto la operación central de todo sistema documental, tanto para el almacenamiento como para la búsqueda de información.
La indización se sitúa en general en la mitad de la cadena documental: bien sea en el momento de la entrada de los documentos al subsistema de almacenamiento y búsqueda de la información o en el momento de la búsqueda.

En efecto, las preguntas deben describirse en los mismos términos que los documentos para que se pueda comparar el contenido de los dos conjuntos y determinar los documentos que responden a la pregunta.
Sin embargo, la indización puede también tener lugar durante la producción de un documento primario si su extensión es suficiente. En este caso, el autor o un especialista establece la lista de los temas tratados en la obra para cada tema remitiendo a las páginas en que se hallan los desarrollos correspondientes.
Los productos de la indización son los índices, o sea, las listas de términos significativos. Pueden imprimirse en el documento primario, generalmente al final, o en publicaciones secundarias de alerta u ocasionales. También pueden incorporarse a los catálogos manuales o automáticos que permiten seleccionar los documentos en función de los temas que tratan. En ambos casos, los indices sirven para localizar la información y seleccionarla con el fin de responder a las necesidades de los usuarios.
El nivel de indización varía según las necesidades y las posibilidades de la unidad de información. Puede limitarse a los temas principales, que es el caso de la indización genérica, muy semejante a la clasificación, con la diferencia de que casi siempre es múltiple, o sea, que puede' identificar varios temas, mientras que la clasificación generalmente es única, es decir, que debe identificar el tema principal del documento.
La indización puede abarcar, y es el caso más frecuente, el conjunto de los temas tratados en el documento, pero identificándolos con términos más o menos generales; es esta una indización de grado medio que puede comprender hasta diez descriptores.
Puede referirse a todos los temas descritos más detalladamente y utilizando más de diez descriptores; ésta es precisamente la indización en profundidad.
Puede, por último, abarcar la totalidad del texto, prácticamente frase por frase; es la llamada indización exhaustiva, utilizada principalmente para el análisis profundo de los textos, como ocurre, por ejemplo, en los procesos jurídicos.
Como todas las descripciones del contenido, la indización puede ser selectiva es decir, no retener del contenido de un documento sino la información que pueda interesar a los usuarios de una determinada unidad documental.
La influencia de las características del sistema de información sobre la indización es muy grande. Teóricamente, la descripción de los temas tratados por un documento podría llevarse muy lejos en cuanto a la precisión y la exhaustividad de dichos temas, hasta el punto de convertirse en una especie de reformulación normalizada de todo el documento. Sin embargo, aun cuando se dispusiera de los medios, esta práctica no serviría para nada.
Como todas las actividades de información, la indización es en primer lugar una herramienta de trabajo que debe permitir la localización de informaciones útiles para grupos específicos de usuarios que realizan determinadas tareas.
El nivel de la indización debe definirse, por tanto, de modo que estas necesidades puedan satisfacerse al menor costo.
Asimismo, la calificación y el volumen de personal disponible, la cantidad de información a tratar y su naturaleza, el sistema de almacenamiento y de recuperación de información, la naturaleza y la materialidad de los productos y de los servicios de difusión de información; asimismo los medios financieros disponibles imponen también límites a la selección del nivel y de los procedimientos de la indización.
Las personas encargadas de la indización deben tener una especialización en el campo tratado, especialización que puede variar según el nivel que requiera dicha indización. Cuanto más profunda sea la indización más necesario será, para realizarla eficazmente, conocer muy bien los temas tratados. Esto es aún más cierto en la indización de las preguntas, pues se requiere comprender muy bien lo que busca el usuario y lo que quiere realizar con la información que obtenga.

Modalidades de indización
Las formas de indización son variables. La indización puede ser única, realizada tras la descripción bibliográfica por la misma persona, lo que asegura la totalidad del tratamiento intelectual, o bien por otra persona.
También puede realizarse sucesivamente por las personas responsables de sus distintas etapas (extracción de los términos, traducción al lenguaje documental, verificación) o de los distintos niveles, si la indización debe hacerse, por ejemplo, a nivel genérico, a nivel intermedio o en profundidad.
Puede también llevarse a cabo en su totalidad por una sola persona y después verificada sistemáticamente por otra más experimentada. Pueden igualmente realizarla en su totalidad varias personas.
Los resultados se comparan luego y se incorporan a la descripción final, lo que garantiza una indización lo más eficaz y homogénea posible. Esta última fórmula sólo se practica como operación de controlo en los casos de sistemas muy refinados. En cualquier caso, hay que hacer verificaciones colectivas por lo menos de una parte de las indizaciones.
Las ayudas a la indización están constituidas por la estructura de los formatos y la presentación de las hojas de toma de datos.
En muchos sistemas se mantienen guías y manuales actualizados que exponen el procedimiento a seguir, las reglas de escritura y dan ejemplos de los casos más frecuentes, de las principales dificultades y de las soluciones correctas.
Pueden establecerse también plantillas para los diferentes tipos de documentos y temas, que proporcionan la lista de los elementos descriptivos que se desean.
La computadora es un excelente auxiliar de la indización, ya sea a nivel de manipulación del lenguaje documental, caso en el cual la PC puede indicar los descriptores seleccionados para representar ciertos términos del lenguaje natural, los descriptores que se refieren a un tema, el número de documentos que ya han sido indizados con un descriptor, etc., o nivel de la extracción de las nociones significativas, a partir del título y del resumen, o incluso del texto, según las técnicas que se utilizan para la indización automática.
Cuando la indización se hace con un lenguaje jerarquizado, la PC suele usarse para definir automáticamente los descriptores del nivel superior o relacionados, a partir de descriptores específicos señalados por el indizador. También puede emplearse la computadora con cualquier tipo de lenguaje documental para verificar ia existencia y la corrección de los descriptores.

Etapas de la indización
Las sucesivas etapas de la indización siguen el modelo general de la descripción del contenido explicada anteriormente y comprenden en particular:
- La revisión de los objetivos de esta operación, SI se considera necesario.
- El conocimiento previo del documento.
- La determinación de su tema principal.
- La identificación de los elementos del contenido que deben describirse y la extracción de los términos correspondientes. - La verificación de la pertinencia de los términos elegidos.
- La traducción de los términos del lenguaje natural a los términos correspondientes del lenguaje documental, si procede. '-
- La verificación de la pertinencia de esta descripción.
- La formalización de la descripción cuando el sistema prevé reglas especiales de presentación o de escritura.
Cuando la indización abarca varios niveles, se puede repetir el proceso para cada nivelo realizar cada operación en todos los conjuntos de niveles. La indización puede realizarse a partir del título si éste es significativo; se obtendrá un número limitado de descriptores, la mayoría de las veces de tipo genérico.
Si el resumen está bien hecho, puede fundamentarse en él la indización, lo que representa una verdadera economía de tiempo. Sin em­bargo, es deseable poder verificar la validez de la descripción sobre el do­cumento completo.
Una indización profunda o que responda a criterios muy específicos sólo puede efectuarse a partir del documento original. De todos modos, hay que decir que siempre resulta más procedente realizar la indización a partir de dicho documento.
Hay que iniciar la operación con un conocimiento más o menos superficial del documento que nos permita determinar su naturaleza y objeto. Este primer conocimiento puede deducirse de la forma del documento. Por ejemplo, una tesis expone los resultados de una investigación científica y normalmente debe presentar conocimientos nuevos; en cambio, un folleto de divulgación está dirigido al público en general y presenta en términos sencillos, casi siempre de alcance práctico, los aspectos esenciales del conocimiento sobre un tema.
Es importante caracterizar en seguida el documento o la pregunta, es decir, saber de qué trata y cuál es el objetivo que persigue. Si la descripción bibliográfica no contiene estos elementos descriptivos o no es utilizable en las operaciones de búsqueda, deberán incluirse en la indización, pues son un aspecto importante para poder valorar un documento.
Debe determinarse igualmente el tema principal del documento, cualquiera que sea el nivel de la indización deseado, o sea, que se debe definir a qué parte de la disciplina o rama del saber pertenece dicho tema. Esto permite orientar el resto del trabajo.
Se pasa luego a un examen más profundo analizando el conjunto del documento en función del nivel de indización que se desea. La extracción de los términos significativos se realiza de acuerdo con la organización que tiene el documento. Asimismo es útil señalar la importancia relativa del lugar que ocupan los distintos temas tratados.
Se pretende obtener una imagen lo más exacta posible del documento original, <> sea, que el indizador debe retener todos los términos considerados útiles para describir completamente los conceptos y objetos que abarca el documento en la medida en que éstos puedan interesar a los usuarios de una determinada unidad documental. Por tanto será necesario proceder a una selección en función de tales intereses y de las posibilidades posteriores de búsqueda.
Esta selección puede ser inmediata o se puede realizar en una segunda etapa, lo que es preferible, sobre todo en los temas cuya utilidad es dudosa. Según los casos, los temas que no interesen a la unidad de información se mencionarán únicamente en forma muy general o podrán eliminarse.
En cambio, los temas que tengan especial interés para los usuarios, pero a los que sólo se han dedicado desarrollos marginales o datos elementales, deberán destacarse (por ejemplo, en un documento de investigación, una unidad de información que presta el servicio a los investigadores, no sólo destacará el problema estudiado y las conclusiones, sino también el método, los instrumentos empleados, las muestras, etc.). ,
Una vez seleccionados los temas habrá que categorizarlos. Por ejemplo, un documento puede comparar varios fertilizantes cuyos nombres se han deducido durante el análisis, pero que no interesan a los usuarios; serán reemplazados entonces por un término más general como «abono» o «abonos químicos». Un indizador experimentado realiza esta operación durante la extracción, pero es prudente distinguir las dos etapas.
Las preguntas a las que debe responder una indización son las que formulara un usuario para saber cuál es el objeto de un documento y para qué puede servirle. Se pueden recordar esquemáticamente mediante las preguntas: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
«¿Qué?» invita a determinar los materiales o los temas de que trata el documento o la pregunta por ejemplo, las técnicas de irrigación, los fertilizantes, las técnicas de cultivo, los rendimientos, etc.
«¿Qué?» permite también precisar la manera como se presentan o tratan los temas, por ejemplo, el cálculo de las necesidades de agua, etc.
«¿Cómo?» invita a precisar las distintas circunstancias que rodean ]a acción, las causas, las consecuencias, los objetivos, por ejemplo, introducción de nuevos cultivos, sequía persistente, etc., así como ciertas modalidades prácticas que acompañan a la acción: riego por aspersión, utilización de un modelo para el estudio, etc.
«¿Cuándo?» propone precisar ]a fecha o el período en el cual se realiza la acción, pues esta fecha es por lo general diferente de la, fecha del documento.
«¿Dónde?» propone precisar el lugar en que ocurre la acción cuando se trata de una zona geográfica determinada. Algunas informaciones sólo tienen que localizarse a nivel del país, pero muchas otras deben hacerse en una escala menor: provincia, ciudad, pueblo, barrio, región agrícola, etc.
Los términos escogidos se traducen casi siempre al lenguaje documental, por lo menos en las indizaciones que se realizan en las unidades de información. A veces, además, sólo se señala esta fase del término de indización.
En el caso de una indización realizada en el momento de la producción del documento primario, no se plantea el problema de localizar en la misma consulta información proveniente de distintos documentos. Sólo es necesario en este caso establecer la lista de todos los términos significativos y útiles del texto y clasificarlos bien por orden alfabético, o por temas (o grupos) cuyos diferentes aspectos se señalan con términos más específicos clasificados alfabéticamente.
Se procede de la misma manera en una unidad de información que trabaje en lenguaje libre. Cuando se utiliza un lenguaje documental, cualquiera que sea, se pueden presentar varios casos.
1. Un término extraído del documento puede figurar tal cual en el lenguaje documental. Se puede estar seguro de ello revisando la parte alfabética de este lenguaje. Se puede transcribir entonces, pero es prudente, a menos que se conozca perfectamente el lenguaje documental, verificar en la parte sistemática del mismo o a partir de las relaciones indicadas si el término está bien empleado en la misma acepción. Si no es así, habrá que guiarse por el punto tercero de esta enumeración.
2. Un término puede figurar con un reenvío a otro término elegido como descriptor; este último término es el que habrá que utilizar.
3. Un término no figura en el lenguaje documental. Es necesario entonces definir a qué categoría, grupo o clase de términos pertenece, teniendo en cuenta el principio de c1asificación adoptado en el lenguaje documental.
Seguidamente hay que remitirse a la parte sistemática del lenguaje documental para buscar el descriptor más adecuado. Por ejemplo, el término «Riego por aspersión» puede no existir en un lenguaje, pero en el grupo «Cultivos de regadío» se encontrará «Técnicas de riego», que es el descriptor que debe emplearse cada vez que se describa una técnica especial.
Puede suceder también que ningún descriptor de los que figuran en el lenguaje documental sea satisfactorio para traducir un concepto. En este caso, se escoge por lo general el descriptor que jerárquicamente o por sus relaciones se aproxime más al concepto que se desea expresar. Al mismo tiempo puede proponerse la creación de un nuevo descriptor.
En cualquier caso, el descriptor elegido debe situarse en el mismo nivel de especificidad que el término extraído del documento o de la pregunta, o, en su defecto, en el nivel inmediatamente superior.
La organización de los descriptores es necesaria cuando el sistema documental ha establecido reglas de escritura o utiliza una sintaxis. Puede ocurrir también que el sistema exija a los indizadores mencionar, además de los descriptores específicos que han elegido, los descriptores genéricos o los términos relacionados correspondientes (por ejemplo, a «Red de irrigación» se añadiría «Infraestructura agrícola»).
En el caso de las preguntas, la organización de los descriptores sigue las reglas que impone la lógica de la búsqueda que se utiliza. Lo común es formar grupos con los descriptores que se precisen, complementándose o excluyéndose mutuamente según el orden en que se efectúa la búsqueda.
La revisión de la indización permite asegurarse de que ésta es de buena calidad y conforme a las reglas propias del sistema. La realiza el indizador, por lo menos una vez, y en ocasiones el superior inmediato. Desde el punto de vista de la forma, hay que verificar si las reglas de escritura se han tenido en cuenta, si los descriptores utilizados existen en realidad y si están escritos correctamente.
- La exhaustividad, o sea, que todos los temas, objetos y conceptos que encierra el documento estén bien determinados en la indización.
- La selectividad, es decir, que sólo se retienen las informaciones que interesen a los usuarios.
- La especificidad, según la cual el indizador debe buscar y utilizar una descripción que tradl1zca fielmente el contenido del documento, rechazando los descriptores demasiado generales o demasiado particulares con relación a los conceptos que expresa el documento.
- La uniformidad (u homogeneidad), consistente en que todos los indizadores o usuarios deben describir el mismo documento, o documentos sobre el mismo tema, de la misma manera.
La verificación puede hacerse comparando la indización con el documento original o con los términos que se extrajeron primero, haciendo algunas preguntas de ensayo para ver si el documento es fácil de encontrar, buscando informaciones sobre algunos de los temas que trata y comparando, si se considera oportuno, varias indizaciones de documentos semejantes.

Indización de documentos no escritos
Este tipo de indización plantea problemas especiales debidos a la propia naturaleza de estos documentos y a su modo de consulta, lo mismo que a la variedad de necesidades a las que puedan responder. En ocasiones, estos documentos van acompañados de una
representación escrita muy útil para la indización. No obstante, es casi siempre necesario adquirir un conocimiento completo del documento.
Los documentos audiovisuales presentan varias dimensiones y los percibimos por lo general de modo más emotivo que un texto escrito. Por ejemplo, un documento escrito puede explicar la presentación de un nuevo modelo de tractor; una fotografía del mismo acontecimiento encerrará algunas informaciones que coinciden con [as del texto, pero sólo podrán describirse convenientemente teniendo en cuenta las características de las tomas fotográficas. ¿Pueden reconocerse las personas que asisten a la pre­sentación? ¿El tractor está parado o en movimiento? ¿Se realiza la demostración en el campo o en la fábrica constructora? Según los casos, la fotografía se utilizará de modo diferente (por ejemplo, podrá ilustrar más fácilmente la modernización de la producción agrícola si la fotografía se ha tomado en el campo en vez de en la fábrica).
Si se trata de una película, habrá varias secuencias que muestren las alocuciones, y los diferentes momentos de la presentación, así como una cinta grabada con los ruidos (del motor) y las palabras (discursos y comentarios de los periodistas).
El primer problema que hay que resolver es del de la unidad de descripción (unidad documental), que debe ser por lo menos la parte visible o audible más pequeña que se puede reutilizar. Pero, a partir de esta primera parte, puede ser más o menos importante según los usos previsibles (por ejemplo, se puede buscar la fotografía de un tractor, de determinado tractor, de un tractor que al anochecer se mueva de un lugar a otro en el campo, etc.).
El segundo problema es el de la descripción de los conceptos y de los objetos. ¿Qué parte y qué grado de profundidad debe tener cada una de estas descripciones? En nuestro ejemplo, los conceptos son: máquinas agrícolas, mecanización, nuevos productos, y los objetos: tractor, campo, tractorista, público, etc.
Aunque el procedimiento sea en principio el mismo que para los documentos textuales, la descripción de los documentos no escritos debe estar más formalizada. Deben establecerse formularios de análisis para guiar el modo de proceder de los indizadores y evitarles el paso desordenado de un nivel a otro (conceptos-objetos, conjunto-detalle).
Los problemas más recientes planteados por el tratamiento documental de la imagen son la propagación de las imágenes realizadas gracias a la infografía electrónica, las nuevas imágenes o imágenes de síntesis, la aparición de nuevos soportes, como el videodisco, particularmente apropiados para el almacenamiento de la imagen y la cada vez mayor importancia "social" dada a la información en forma de imagen. Se están desarrollando bancos de datos en forma de imágenes, para los cuales los productores han puesto a punto métodos de indización específicos.

Indización automatizada
La indización automatizada consiste en hacer que la computadora reconozca las palabras que figuran en el título, el resumen o el texto de un documento. Los términos reconocidos son incorporados al fichero de búsqueda y sirven para recuperar el documento.
La indización automatizada es una técnica con un gran futuro, cada vez más utilizada a pesar de algunas dificultades aún no superadas.
En esta forma de indización se introduce en la computadora el texto, o por lo menos el título y un resumen del autor. La PC utiliza entonces diferentes métodos para identificar los términos significativos.
Se puede lograr, por ejemplo, que la computadora compare los términos de los resúmenes y los descriptores de un lenguaje documental. Cada vez que un descriptor aparece en un resumen, el documento es indizado por el descriptor correspondiente. Este método es poco eficaz, salvo en un campo muy especializado en el que el lenguaje natural y el documental se aproximen mucho. .
También se pueden hacer anál1sis estadísticos sobre una muestra de los textos para determinar la frecuencia con que aparecen las palabras. El pequeño número de ellas que aparece constantemente no tiene significación alguna. Son las palabras vacías o sin información (artículos, preposiciones) que constituyen el diccionario de palabras vacías o antidiccionario.
U n segundo grupo comprende palabras que aparecen con menor frecuencia y que se consideran significativas.
Un tercer grupo se compone de palabras que aparecen muy raras veces y que se consideran muy específicas.
A partir de este momento, se puede indicar al ordenador cuál debe ser la frecuencia de las palabras que hay que retener para la indización; se le hace calcular la frecuencia de aparición de las palabras en todo el texto de los documentos o en series de resúmenes, y extraer las palabras que aparecen entre dos frecuencias óptimas. Estas palabras se retienen para indizar los documentos.
Este método, que sólo puede aplicarse en un campo determinado, es más eficaz que el anterior, pero su debilidad consiste en que considera cada palabra aisladamente y permite únicamente saber que un concepto o un objeto figuran en el documento, pero sin precisar cuál es su función.
Este método no tiene en cuenta, por ejemplo, el problema planteado por la sinonimia. Una misma información puede aparecer varias veces en un texto, pero en formas diferentes. Esto será ignorado por la PC al calcularla frecuencia de aparición de una palabra. Pueden establecerse diccionarios de sinonimia, pero éstos entorpecen el sistema.
Otro método consiste en enriquecer la indización humana mediante descriptores genéricos.
Cada uno de los términos extraídos por el documentalista durante la indización será automáticamente completado por la computadora con ayuda de los descriptores jerárquicos genéricos de este término. Por ejemplo, en un documento indizado por el hombre con los descriptores: ciclista, expulsión, indemnización, la PC asignará a estos términos los descriptores jerárquicos establecidos en el tesauro (términos subrayados):

Términos asignados
por la pc

Usuarios de la carretera

Seguridad

Legislación

Accidente

Expulsión

Indemnización

Descriptores de la
indización

Seguro

Conductor

Colisión

Código de circulación

Ciclista


Los métodos lingüísticos introducen tratamientos morfológicos para llegar a un reconocimiento de las estructuras más significativas.
La indización se realiza a dos niveles. El primero consiste en determinar las unidades léxicas del documento a analizar. Para esto, se ha registrado en la memoria una lista de separadores (espacio en blanco, coma, punto ... ) que permitan a la computadora reconocer las palabras.
Seguidamente, la máquina realiza el reconocimiento morfológico de los términos seleccionados (desinencia verbal, grupa, nominal), gracias a un fichero de terminaciones y relaciones. Las variantes morfológicas son reducidas a una forma léxica única (el sustantivo, por ejemplo).
El segundo nivel consiste en el reconocimiento semántico de los términos seleccionados, que quedan clasificados en tres grupos: no significativos, no ambiguos, ambiguos en relación a un lenguaje libre normalizado y ambiguos en relación a un lenguaje libre no normalizado. Los términos no ambiguos se utilizan para la indización. Los términos ambiguos reciben un tratamiento específico.
Actualmente existen métodos sintácticos que añaden al método descrito anteriormente una interpretación sintáctica efectuada por el ordenador.
Los descriptores aislados utilizados para la indización son objeto de un tratamiento gramatical que permite el establecimiento de relaciones sintagmáticas entre los términos tomados dos a dos. Este sistema se aproxima a las operaciones realizadas por el hombre y es por tanto más eficaz, pero más difícil de programar.
Por supuesto que estos distintos métodos pueden combinarse entre ellos. La indización automatizada se enfrenta con la necesidad de alimentar a la computadora con tos textos completos o con resúmenes y con diccionarios voluminosos, lo que resulta largo y costoso. Sin embargo, esta dificultad se eliminará progresivamente gracias a la generalización de la composición automatizada de los textos.
Aunque actualmente el hombre sigue siendo el más apto para manejar los numerosos y sutiles parámetros que regulan la indización, hoy día se cuenta con los medios para producir programas bastante sofisticados que den a la indización automatizada mayor eficacia. Los esfuerzos aunados de los informáticos y los lingüistas hacen a la indización automatizada cada vez más inteligente, si bien limitada aún a los documentos textuales.
Existe una gran variedad de sistemas de indización' automatizada o semiautomatizada utilizados en centros de documentación importantes. Durante los últimos años se han desarrollado numerosos sistemas de indización asistida por computador que están al alcance de las pequeñas y medianas unidades.
Están basados en el siguiente principio: en una primera fase, la computadora trata el texto y propone al documentalista una lista de descriptores generalmente extraídos de una lista de autoridades. El documentalista establece entonces un diálogo con la máquina que permite afinar y hacer más pertinente y exhaustiva la primera lista.


Trabajo práctico N° 2
Clasifique bajo CDU los siguientes títulos:

Historia de Asia y Africa

Manual de Biología General

Literatura Argentina y Latinoamericanas comparadas

Los actos de comercio y las sociedades mercantiles

Explotación agrícola y ganadera en Argentina

Mecánica y electricidad de los automóviles

La política de comercio exterior en las finanzas internacionales

Compendio de gramática española y morfología

Los seguros obligatorios en las sociedades mercantiles

Los tipos de catálogos de las bibliotecas

Técnicas de protección de las plantas

Procesos de la industria química japonesa

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Catalogación y Clasificación III
Módulo 3
* Sistemas integrados de gestión para bibliotecas.
* La biblioteca como sistema. Definición general del sistema. Núcleo de actividades.
* Planificación de la automatizacián de la biblioteca. Implantación del sistema automatizado.
* Los sistemas automatizados de bibliotecas. Elementos del sistema.
* El control de autoridades.
* OPA Cs.


Objetivos:
- Poseer conocimientos teórico-prácticos sobre los Sistemas Integrados de Gestión para Bibliotecas.
- Desarrollar criterios metodológicos básicos para la planificación e implantación de un sistema automatizado de bibliotecas.
- Conocer e identificar las aplicaciones informáticas necesarias para automatizar los distintos procesos bibliotecarios,


Esquema de Contenido
Unidad 3

Catalogación y Clasificación III
* Sistemas integrados de gestión para bibliotecas
* La biblioteca como sistema
- Definición general del sistema
- Núcleo de actividades
* Planificación de la automatización de la biblioteca.
- Implantación del sistema automatizado
* Los sistemas automatizados de bibliotecas
* El control de autoridades
* OPACs


Sistemas Integrados de Gestión para Bibliotecas
Después de la explosión ocurrida durante los años 80 en la automatización de las bibliotecas, en los años 90 se ha alcanzado una madurez en esa disciplina que hace que los planteamientos ante los que sitúan nuestras bibliotecas en la actualidad sean más reflexivos, ajustados a la realidad y a las necesidades que en aquellos primitivos tiempos.
En efecto, estamos en una situación muy distinta a la que nos encontrábamos al comienzo de los años 80. Entonces las computadoras y la informática eran una cosa extraña para la mayor parte de los profesionales y, entre ellos, para los bibliotecarios.
Se sabía que en las grandes bibliotecas norteamericanas y europeas se utilizaban medios automáticos para ayudar a la gestión de las bibliotecas, especialmente en las tareas de análisis documental y en las de préstamo.
Las primeras normas para regular los procesos de automatización de las bibliotecas ya estaban establecidas en esa época, aunque era reducida su difusión y conocimiento entre nosotros. '-
La situación informática era muy distinta de la que hoy se conoce. Baste citar que la forma más frecuente de introducir la información en la computadora era utilizando tarjetas perforadas; la forma de salida la constituían las sábanas de papel continuo, sobre las que se escribían largos listados. Las computadoras eran lentas y con poca memoria y trabajaban en la forma conocida como batch.
Las dificultades mayores con que se contaba en aquellos momentos eran el desconocimiento que todavía se tenía sobre el uso de las técnicas informáticas.
La situación actual es la siguiente. Numerosas bibliotecas universitarias, especializadas y públicas ya están automatizadas en mayor o menor grado. Tienen, por tanto, los bibliotecarios una experiencia de cuales han sido y son los principales problemas con que se encontraron en esa situación, cuales han sido las expectativas satisfechas y cuáles las que todavía esperan solución. También se percibe con claridad la acelerada evolución mundial de las necesidades y de las técnicas de documentación.
Muchas bibliotecas se plantean ahora, si no iniciar su automatización como hicieron hace diez o quince años, la posibilidad de cambiar de sistema, adoptar nuevas técnicas y usar medios telemáticos como Internet para algunas aplicaciones bibliotecarias. Por eso debemos reflexionar, con más experiencia y perspectiva, sobre la automatización de bibliotecas, sobre cómo proceder si se está pensando en instalar, o en la posible evolución si ya tienen un sistema.
Definición general de sistema
La teoría de sistemas se aplica a la solución de problemas de gran complejidad descomponiéndolos en otros más simples, resolviéndolos por separado e integrando las soluciones parciales para obtener la solución total.
La complejidad de una biblioteca nos aconseja descomponer con cuidado sus diferentes elementos, ver cómo funciona cada uno de estos por separado y estudiar su necesaria integración para el buen funcionamiento de la totalidad.
Una definición clásica de sistema general es la de conjunto organizado de personas, procedimientos, recursos técnicos y económicos que trabajan para la consecución de un objetivo mediante la realización de actividades formadas por un conjunto de procesos que se pueden descomponer en funciones y en tareas.

Definición de biblioteca
Estamos ante una situación en la que la producción bibliográfica crece constantemente, y en la que, como es natural, la demanda bibliográfica cada día es mayor, y aumentará aún más conforme los países vayan alcanzando un lugar en las ya llamadas sociedades de información, en las que se considera a la información como la riqueza más importante de las sociedades avanzadas.
La biblioteca puede ser definida de diferentes formas. Por este motivo y para evitar criterios subjetivos, siempre discutibles, transcribimos las dos acepciones de biblioteca facilitadas por la parte primera de la norma ISO 5127:
1. Cualquier colección organizada de libros y publicaciones en serie, u otros tipos de documentos gráficos o audiovisuales, disponibles para préstamo o consulta.
2. Organismo o parte de él cuya función principal consiste en constituir bibliotecas, mantenerlas, actualizarlas y facilitar el uso de los documentos que precisen los usuarios para satisfacer sus necesidades de información, de investigación, educativas, o de esparcimiento, contando para ello con personal especializado.
La complejidad de la definición de biblioteca, sin entrar en las proporcionadas por el Diccionario de la lengua española o en otras obras de consulta profesionales, se pone en evidencia con el hecho de que la propia Organización Internacional de Normalización (ISO) facilite esta otra definición de biblioteca en la norma ISO 2789.
Organización o parte de ella cuya principal función consiste en mantener una colección y facilitar, mediante los servicios del personal, el uso de los documentos necesarios para satisfacer las necesidades de información, de investigación, educación y ocio de sus usuarios.
En las ediciones anteriores se menciona de forma explícita los "servicios de personal especializado" que son, evidentemente, el elemento esencial del sistema bibliotecario, pero omite citar los elementos mecánicos que en la actualidad son imprescindibles en la automatización de bibliotecas.
Una biblioteca es un sistema de comunicación que pone en contacto la edición mundial con In comunidad a la que atiende mediante la realiza(:ión de una serie de actividades, que requieren la aplicación de conocimientos, códigos y normas para la ejecución de los procesos y funciones en que se descomponen. Además de las relativas a la planificación y dirección, las actividades que se llevan a cabo en una biblioteca consisten, básicamente en las siguientes:
• Selección y adquisición de las publicaciones pertinentes para satisfacer las necesidades de sus lectores y cumplir con sus objetivos, funciones y servicios;
e Catalogación y clasificación de las mismas para su recuperación y localización en los depósitos;
• Información bibliográfica sobre los recursos y documentos existentes en la biblioteca y en otras bibliotecas;
• Acceso a los documentos existentes en sus colecciones bibliográficas y en las de otros sistemas bibliotecarios;
• Administración y gestión
A continuación se enumeran algunos de los procesos y funciones que se llevan a cabo en los núcleos de actividad indicados de un sistema bibliotecario no automatizado.
Selección y adquisición:
La adquisición de publicaciones, supone la realización de, al menos, los siguientes pasos:
• Selección de los documentos que se adecuen a la política de adquisiciones de la biblioteca.
• Gestión del presupuesto destinado a la compra.
• Gestión de los proveedores y de las agencias distribuidoras de publicaciones periódicas.
• Comprobación de los títulos seleccionados en el catálogo y en los ficheros de pedidos para verificar que no se ha comprado o encargado con anterioridad.
• Seguimiento y reclamación de las obras pedidas.
• Gestión del ingreso de la publicación.
• Registro de las publicaciones seriadas ingresadas.
• Confección de listas de obras ofrecidas en canje de publicaciones.
• Gestión de las listas de materiales bibliográficos ofrecidos por otras instituciones en canje de publicaciones.
• Gestión de publicaciones recibidas en calidad de donación, legado o depósito.
• En bibliotecas depositarias, recepción de los materiales ingresados por depósito legal.
• Remisión de las publicaciones a la unidad encargada de su catalogación y clasificación.
• Elaboración de estadísticas regulares e informes.

Catalogación y clasificación:
Una vez ingresada la publicación, la siguiente actividad consiste en llevar a cabo su análisis documental. Este consiste en crear un registro en el que se describa el documento, se establezca la autoría intelectual, se identifique su contenido temático traduciéndolo a un lenguaje documental controlado y se ubique en la colección o depósito.
La finalidad de este registro, asiento o ficha, elaborado conforme a principios, normas y a una política catalográfica, es la de actuar de intermediario entre la obra y el usuario facilitando su recuperación por varios criterios (autor, colaboradores, título, tema, clasificación bibliográfica, etc.) y su localización física. Esta actividad implica la realización de, al menos los siguientes procesos:
• Examen de la obra para identificar los datos que la describen (título, lugar de edición, editorial, año de edición, extensión física, serie monográfica, etc.), determinar los responsables intelectuales y enterarse del tema sobre el que trata.
• Redacción del registro bibliográfico, en el que se reflejen los datos anteriores, conforme a códigos o reglas que establecen la sintaxis y la puntuación.
• Gestión del tesauro y de los ficheros de autoridades de, al menos, autores, títulos uniformes, series monográficas y encabezamientos de materias.
• Clasificación de la publicación conforme a un sistema. de clasificación bibliográfica enciclopédico o especializado.
• Asignación de signatura topográfica, confección de etiqueta conteniendo los símbolos de la signatura y adhesión de la misma a la publicación.
• Edición de productos bibliográficos (fichas catalográficas, catálogos, boletines de novedades, listados de autoridades, etc.)
• Elaboración de estadísticas e informes.

Información bibliográfica:
Cuando se ha descrito y ubicado las publicaciones en el depósito, la siguiente actividad consiste en almacenar los registros bibliográficos en los distintos catálogos, en orientar a los usuarios sobre los servicios ofrecidos y su emplazamiento físico así como en ayudar a los lectores a recuperar la información existente en la biblioteca y en otros centros bibliotecarios o reseñada en repertorios bibliográficos, mediante el manejo de distintas clases de obras de referencia cualquiera sea su soporte o medio de acceso. '- .•.
Alguno de los procesos que se realizan son los siguientes:
• Reproducción de las fichas catalográficas, ordenación e intercalación en los distintos catálogos.
• Orientación a los usuarios sobre los servicios bibliotecarios ofrecidos por la biblioteca.
• Formación sobre el manejo de los catálogos y obras de referencia .
• Evaluación de los servicios.
• Atención a las demandas informativas de los lectores, recibidas por distintos procedimientos o medios, ayudándoles en la realización de búsquedas bibliográficas retrospectivas o actuales.
• Gestión de carnets de usuarios.
• Elaboración de estadísticas e informes.

Acceso al documento:
La recuperación de la información bibliográfica existente en la biblioteca o en otros centros es una de las principales actividades de cualquier sistema bibliotecario que se tiene que completar con la disponibilidad del documento.
La mayoría de los lectores, cuando precisan una publicación, esperan poder encontrada en una biblioteca, desconociendo la importancia de las restantes funciones que se llevan a cabo para satisfacer su necesidad informativa.
Los procesos que se realizan son los siguientes:

• Definición de las distintas categorías de usuarios y servicios conforme a normas de acceso.
• Orientación sobre la colocación de los fondos en las bibliotecas de acceso abierto ordenadas sistemáticamente.
• Localización y servicio de un material bibliográfico ubicado en un depósito de acceso cerrado.
* Lectura o consulta en sala.
* Gestión del préstamo domiciliario.
* Revisión de la ordenación de los materiales bibliográficos en los depósitos.
• Gestión del préstamo interbibliotecario o servicio de obtención del documento.
• Control y gestión de las reproducciones de publicaciones.
. • Gestión de las condiciones de preservación de los fondos.
* Encuadernación y restauración de los materiales bibliográficos.
* Elaboración de estadísticas.
Resulta frecuente que los dos últimos núcleos de actividades, muy relacionados entre sí, estén adscritos a una misma unidad orgánica que se denomina Referencia o Servicios al público.
Estas unidades, junto a las actividades de extensión bibliotecaria (organización de conferencias, exposiciones, actos culturales, etc.), es la imagen que ofrece la biblioteca al exterior, a la sociedad y su justificación sin que ello reste valor a los procesos internos, la "fábrica", es decir: las adquisiciones, catalogación y clasificación que son la base sobre la que descansa la biblioteca.
Administración y gestión:
La administración y gestión de los recursos humanos, técnicos, económicos, el mantenimiento del edificio y la seguridad integral de la biblioteca convive junto a los núcleos de actividad enumerados.
Resulta necesario e imprescindible pues todo sistema bibliotecario, por muy técnico o profesional que se defina, requiere de presupuesto, medios técnicos, mantenimiento de los mismos y del edificio. '-
Plantearse esta pregunta en el tercer milenio, en el que la mayoría de los países desarrollados y en vías de desarrollo casi no pueden concebir la vida sin la computadora, resulta innecesario. No obstante dejemos constancia de los motivos por los que las bibliotecas han decidido y decidirán automatizar sus procesos y servicios

Colapso del sistema manual:
Producido por el gran incremento de la edición y de la demanda de información. Este se manifiesta en el número de publicaciones ingresadas pendientes de ser catalogadas, en las colas de espera delante de los mostradores de información bibliográfica, préstamo domiciliario y lectura en sala.
Evitar la repetición innecesaria de tareas y datos:
El aumento de las adquisiciones y del número de usuarios de una biblioteca hace que sea necesario agilizar los procesos y servicios bibliotecarios y acometer la racionalización de los recursos reorganizando, si es preciso, todo el sistema.
La agilidad de los procesos requiere una normalización de los datos, que la información grabada en un proceso lo esté de forma tal que pueda ser aprovechada por otro o, incluso, para informar al usuario final en qué fase del tratamiento técnico está la publicación que precisa. Esto sólo se puede conseguir si los datos están normalizados y accesibles a través de ficheros compartidos por diferentes núcleos de actividad.
Se percibe la necesidad no solo de evitar la repetición de procesos en una sola biblioteca, sino también en un sistema bibliotecario. Por ejemplo, algunos procesos dependen de que se trate de un centro fundamentalmente ex portador o importador de información bibliográfica.
Las bibliotecas nacionales, por ejemplo, son en principio, instituciones exportadoras. Su misión fundamental es crear un registro normalizado y autorizado de la edición y de las autoridades nacionales para proporcionado a otras bibliotecas y participar en proyectos internacionales como el Control Bibliográfico Universal.
Por ello resulta lógico que la redacción de un registro bibliográfico en una biblioteca nacional sea más minucioso y requiera más tiempo que una biblioteca universitaria o pública. Estas, en cambio, son entidades cuyo objetivo principal es proporcionar servicios.
Por esta razón, la mayor parte de los recursos humanos estarán dedicados a las unidades de referencia pues la catalogación y clasificación, en teoría, se llevará a cabo integrando registros procedentes de bases de datos bibliográficas externas.
Revisar y reorganizar procedimientos:
La informatización es también un pretexto para uniformar criterios y evitar que determinados núcleos de actividades se conviertan en recintos aislados del resto de la biblioteca.
Asimismo es una ocasión única para revisar la ejecución de las funciones y tareas en que se descompone un proceso y detectar las superfluas o demasiado complejas que retrasan innecesariamente la disponibilidad de las publicaciones.
Esta revisión permite agrupar funciones efectuadas en dos o más procesos en uno solo y descubrir carencias significativas, por ejemplo: número de fotocopiadoras insuficientes, etc. Estas carencias provocan el rechazo o falta de consideración de la biblioteca por la comunidad a la que debe atender.
Disponer de la información actualizada para gestionar los recursos:
Estos datos e indicadores se los podría facilitar un buen módulo estadístico integrado en la aplicación bibliotecaria que se actualizaría según se gestionase la información en los restantes subsistemas.
La informática no ha sido el principio del intercambio de recursos, pero sí que los ha potenciado gracias a tres hechos que se produjeron a partir de la segunda mitad de los años 1960: la recesión de los presupuestos de las bibliotecas, la normalización y la telemática o unión de las capacidades de las telecomunicaciones e informática.
Estos hechos coincidieron cuando aumentaba el índice de alfabetización, se ampliaba la enseñanza universitaria, crecía la investigación, a veces por motivos estratégicos, y, en consecuencia, la edición mundial.

Automatizar por automatizar:
¿Es necesario automatizar en todos los casos? ¿Resulta rentable y conveniente informatizar determinados procesos o van a resultar más caros y complejos que si se llevasen a cabo en forma manual? ¿Cuál es la opción más conveniente: desarrollar una aplicación propia, adquirir un programa comercial de automatización de bibliotecas, conectarse a una red o acceder a bases de datos externas y obtener los documentos a través de servicios de suministro de publicaciones y llevar un breve inventario de los materiales existentes en la biblioteca?
Un sistema bibliotecario se convierte en un sistema automatizado de bibliotecas cuando se incluyen: los equipos y los programas informáticos.
Por esta razón, y si combinamos las definiciones proporcionadas, podemos definir un sistema automatizado de bibliotecas como un conjunto organizado de recursos humanos que utilizan dispositivos y programas informáticos, adecuados a la naturaleza de los datos, para realizar los procesos y facilitar los servicios que permiten alcanzar el objetivo de la biblioteca: almacenar de forma organizada el conocimiento humano contenido en todo tipo de materiales bibliográficos para satisfacer las necesidades informativas, formativas, recreativas y/o de investigación de los usuarios.
En los núcleos de actividad expuestos, se puede apreciar que algunos procesos y funciones se pueden automatizar:

Selección y adquisiciones:
• La consulta del fichero de adquisiciones y de la base de datos bibliográfica por más puntos de acceso que en los manuales.
• Facilita la transferencia de registros entre los ficheros en los sistemas integrados. Por ejemplo: cuando se ha recibido un libro, la descripción bibliográfica, redactada por los bibliotecarios de adquisiciones, la copiada de una base de datos externa que utiliza las mismas normas que la biblioteca o la facilitada por el proveedor, se puede pasar a un fichero temporal o al catálogo mismo.
• Los sistemas automatizados permiten llevar un control más estricto de los materiales pedidos y no recibidos (seguimiento) al cabo de cierto tiempo generando informes que se pueden remitir por correo, etc.
• La automatización facilita la gestión del presupuesto.
• Permitirá un mejor control de los proveedores y de las publicaciones que se han cursado y que aun no han suministrado.
• También facilita la edición de correspondencia con los usuarios, que propusieron la adquisición de un material, y con los proveedores y de listados de novedades bibliográficas.

Catalogación y clasificación:
Este es uno de los subsistemas, junto con el de recuperación de la información y de catálogo en línea de acceso público (OPAC), que marca la diferencia entre un programa de aplicación bibliotecaria y otro.
• Asignación automática de la puntuación y codificación especificada en las reglas de catalogación, sistemas de clasificación y en los formatos.
• Búsqueda de los registros bibliográficos de las publicaciones ingresadas en bases de datos en CD-ROM y/o de acceso remoto para copiados o transferidos a un archivo temporal o a la base de datos del sistema propio.
• Impresión y visualización de los registros bibliográficos copiados o transferidos para revisar la catalogación y las autoridades así como para traducir los encabezamientos de materias o descriptores y, de acuerdo con la política catalográfica, el área de notas si el registro procede de otra área lingüística.
• Integración de los registros copiados, transferidos o procedentes del módulo de adquisiciones.
• Gestión automática de las autoridades y de las relaciones existentes entre los descriptores o términos.
• Corrección automática de todos los registros en los que aparece un término que es modificado por otro.
• Copia automática de la forma aceptada de una autoridad cuando se ha grabado un término no aceptado .
• Generación automática de los índices por los que se podrá recuperar la información en línea.
• Consulta en línea y en tiempo real de los nuevos registros bibliográficos.
• Actualización de la colección de una revista cuando ingresa un nuevo número.
• Supresión de las tareas rutinarias y poco gratificantes como la multiplicación de fichas catalográficas, escritura de las entradas secundarias, ordenación e intercalación en los diferentes catálogos.
• Edición automática de diferentes productos (fichas, catálogos impresos, memorias masivas auxiliares -por ejemplo: cintas magnéticas, etc. preparadas para la fotocomposición, el intercambio de información con otras bibliotecas y salvaguardia de la base de datos) que ayudarán a mantener el servicio en caso de avería importante y prolongada de la computadora o de los programas.

Información bibliográfica: • El lector dispondrá de más puntos de acceso que en los sistemas manuales limitados por motivos de economía de la información.
• Podrá realizar las búsquedas mas precisas mediante la utilización de operadores booleanos y sintácticos limitándolas a un período cronológico, país, lengua de edición, etc.
• Un catálogo en línea puede proporcionar a los usuarios la localización en el depósito de cada ejemplar de un documento, información sobre los materiales ingresados pero todavía no procesados y datos sobre la disponibilidad de una publicación: saber si una publicación se encuentra en encuadernación, restauración, prestada, por lo que el lector podrá reservada desde la terminal del catálogo en línea de acceso público, etc.
• Facilitan la realización de búsquedas bibliográficas retrospectivas y la difusión selectiva de la información.


• Obtener información bibliográfica no contenida en la biblioteca mediante la consulta de bases de datos en CD-ROM y las accesibles a través de redes de telecomunicaciones, como Internet.
• En el proceso de gestión de usuarios, el programa de aplicación puede editar el carnet con un código de barras que le identificará de forma unívoca, controlar mejor el estado de los mismos y avisar al lector correspondiente. La información de este proceso se podrá utilizar en otros módulos del sistema automatizado. Por ejemplo: para comunicarle. la recepción de una publicación cuya compra propuso, la celebración de determinados actos culturales, etc.
• La gestión de circulación, es decir la lectura en sala, el préstamo domiciliario y la reproducción de materiales bibliográficos, tareas rutinarias y repetitivas, que precisan recursos humanos y tiempo y que provocan colapsos en algunas bibliotecas, se benefician de la automatización, en especial los dos primeros servicios siempre y cuando el usuario y cada ejemplar o volumen de una publicación esté identificado por un código de barras. La automatización de la lectura en sala, cuando las publicaciones están ordenadas en forma sistemática y de libre acceso para los lectores, puede plantear más dificultades. Excepto en este caso, las ventajas son considerables: mayor agilidad al efectuar la transacción, información automática del vencimiento de las obras no devueltas, de las restituidas y reservadas por otros usuarios, edición de correspondencia reclamando una publicación y comunicando la multa o sanción que habrá sido calculada de forma automática, etc.
Las estadísticas de este módulo y las procedentes del servicio de préstamo interbibliotecario, clasificadas por diversos parámetros, pueden ayudar a orientar la política de adquisiciones bibliográficas al conocer cuáles han sido los libros y las materias que más han circulado y dc los que se precisa adquirir ejemplares adicionales. También informa sobre los materiales que no han sido consultados en absoluto o muy poco y que pueden ser expurgados dc acuerdo con el tipo de biblioteca del que se trate.
• Si un usuario está interesado por algún documento localizado en otra biblioteca, puede solicitarlo en préstamo interbibliotecario.
Estadísticas:
La automatización puede contribuir a realizar las estadísticas más precisas y con mayor agilidad. Este módulo puede estar incorporado en los subsistemas enumerados como un proceso más o constituir un subsistema independiente.

Administración y gestión:
También se pueden informatizar con programas específicos tanto la gestión de los recursos humanos y técnicos, como la gestión económica y hasta el mantenimiento de los sistemas de climatización y seguridad del edificio.

Elementos de un Sistema Automatizado de Bibliotecas
En la definición de sistema automatizado de bibliotecas se enumeraban los siguientes elementos o componentes: recursos humanos, datos o información, normas y formatos, equipamiento físico o hardware y, por último, programas o software.
De estos elementos, el segundo es el objeto de la informática y los restantes son instrumentales para el tratamiento de la información, de forma que el software es el conjunto de procedimientos de elaboración y el hardware es la herramienta que ejecuta dichos procedimientos.
Los recursos humanos son siempre el elemento principal de cualquier sistema automatizado o no, y, en particular, en los sistemas automatizados de bibliotecas pues son los que aportan su inteligencia y conocimientos. Sin ellos no se podrían utilizar de forma correcta los restantes componentes. Esto significa que deben participar personas con una formación adecuada en cada categoría profesional para obtener todas las capacidades del sistema. Son frecuentes los casos en que una misma aplicación, utilizada por distintas bibliotecas, ha fracasado debido a la falta de formación de los recursos humanos o a la mala organización de las actividades o procesos.
Una de las ventajas de los sistemas automatizados es que suprimen las tareas rutinarias, lo que permite aprovechar el personal dedicado a estos trabajos en los sistemas manuales para realizar otras tareas más importantes. Por contra, la informática requiere más precisión y calidad.
• Personal bibliotecario
• Personal auxiliar de bibliotecas
• Personal auxiliar administrativo
• Personal informático
El factor más caro de un sistema automatizado es la información, éste debe ser el elemento más estable y duradero y los profesionales que diseñan sistemas de información deben ser buenos conocedores de las técnicas informáticas y expertos en el tema sobre el que verse la información y trabajar en estrecha colaboración con ellos.
Los recursos humanos de una biblioteca realizan los procesos y las funciones de cada núcleo de actividad conforme a normas aceptadas en el ámbito nacional o internacional. '-
Las políticas básicas que toda biblioteca debe tener documentada, aparte de su misión y estructura organizativa, son las relativas a las:
• Condiciones de acceso a las colecciones y servicios: inciden en la definición de los servicios bibliotecarios y de las categorías de usuarios según tengan o no derecho a unos servicios y tipos de materiales.
• Adquisiciones bibliográficas: pueden afectar, al menos, a su organización centralizada o descentralizada y a la gestión del presupuesto.
• Catalogación y clasificación: la política catalográfica influye en el nivel de detalle de los registros bibliográficos de cada clase de publicación y en la gestión o no de las autoridades de personas extranjeras o en diferentes lenguas oficiales.
• Préstamo interbibliotecario: la política de préstamo interbibliotecario puede afectar en las condiciones de obtención del documento y en la tipología de los materiales excluidos de este servicio.
• Preservación y conservación de los documentos: La política de preservación y, sobre todo, de conservación incide en los expurgos y en la gestión de registros de existencias de una misma publicación en distintos soportes (microforma, digital o electrónico, etc.).

Objetivos de las normas:
Los objetivos básicos de toda normativa, son garantizar el rigor y la calidad científica de la información, la comunicación o intercambio de la misma y la racionalización de los procesos y recursos.
En automatización de bibliotecas las normas tienen, además, otros dos objetivos:
• Independizar la información de los otros elementos (hardware y software de más rápida obsolescencia) por ser aquella el componente de más valor y que requiere mayor estabilidad de un sistema automatizado.
Facilitar la emigración de los datos de unos a otros equipos físicos y programas de aplicación.

Las normas pueden ser de dos clases: de hecho o de derecho. Las primeras son elaboradas por una asociación u organismo profesional (como IFLA) o por una unidad administrativa encargada de la política bibliotecaria. Las normas de hecho no son de obligado cumplimiento, pero son utilizadas en la práctica para facilitar la comunicación por la comunidad bibliotecaria.
Las normas de derecho son redactadas por organismos internacionales de normalización (como la ISO) o nacionales y son de obligado cumplimiento.

Normas documentales:

definen conceptos, datos que describen una publicación o los necesarios para efectuar una transacción. También establecen los principios rectores de los encabezamientos de materias o tesauros, procedimientos, formularios, etc.

Normas de informática documental:
son las que se emplean para la automatización de los distintos procesos. Algunas, como los formatos, básicamente codifican y estructuran los datos establecidos por una norma documental de descripción bibliográfica. Otras facilitan la realización de diversas tareas bibliotecarias como la búsqueda y recuperación dentro de una base de datos, el préstamo interbibliotecario, etc.
Normas para la interconexión de sistemas abiertos: ,_
tienen por objeto facilitar la comunicación entre sistemas bibliotecarios diferentes, que, reciben el calificativo de abiertos, pues son accesibles desde cualquier otro sistema que las haya adoptado o implementado.

Recursos físicos y lógicos
Es el conjunto de dispositivos que permiten almacenar y procesar los datos y que facilitan las comunicaciones entre los dispositivos o entre dos o más sistemas informáticos remotos.
Las máquinas son el elemento de más rápido envejecimiento. La obsolecencia se debe a la continua búsqueda e investigación de materiales semiconductores y circuitos electrónicos que aumenten la capacidad de almacenamiento y la velocidad de proceso en el menor espacio posible.
• Computadoras
• Redes de computadoras
Programas, lenguajes, información digital:
Programas
Es un conjunto de instrucciones ordenadas adecuadamente que indican, a requerimiento del usuario, las operaciones que los distintos dispositivos fisicos deben realizar sobre una serie de datos, para obtener los resultados deseados.
Programas de comunicaciones
Lenguajes de programación
Las máquinas no son capaces de interpretar los lenguajes corrientes o naturales como el español o el inglés. Por lo tanto ha sido necesario inventar lenguajes artificiales con los que poder comunicamos con ellas. A estos lenguajes les llamamos lenguajes de programación y con ellos se escriben los programas de computadora.
La información procesada por los programas de computadora es siempre información digital.

El formato MARC
Entre los elementos de un sistema automatizado de bibliotecas se encuentran las normas y los formatos. Dada su importancia especial para los sistemas bibliotecarios, dedicaremos este capitulo al formato MARC.
Origen, objetivos y características generales
Podemos definir el formato como el conjunto constituido por la estructura y los códigos que identifican el contenido de un registro informático.
Los datos de un registro perteneciente a un fichero informático tienen que estar codificados para que un programa de ordenador que actúe sobre él sepa que instrucciones tiene que realizar con ellos. Las primeras aplicaciones se basaban en registros de longitud fija: cada dato, campo o atributo tenía asignada una longitud determinada y una posición de comienzo. Algunos de los inconvenientes de este tipo de formatos son:
• Dificultad para predecir la longitud de un dato bibliográfico;
• Truncamiento de los datos que excedan de la longitud predeterminada;
• Perdida del espacio reservado para el almacenamiento de datos no utilizados

Los sistemas de gestión de base de datos de tipo genérico (SGBD) permiten identificar los datos bibliográficos mediante un código o etiqueta numérica o alfanumérica y un nombre. Con este procedimiento hay que definir la longitud de cada campo, la naturaleza de la información que contiene, su carácter obligatorio y si es una información que requiere ser indizada o no. Se pueden definir tantos campos como elementos de datos requieran los registros bibliográficos. Los SGBD tienen inconvenientes comparables con los indicados más arriba. Algunos teóricos los desestiman. Aducen que el espacio en disco cada vez resulta más barato en relación con los costes de análisis y programación y que las funcionalidades de un SGBD permiten agilizar el desarrollo de una aplicación centrándose sólo en algunas funcionalidades y productos del sistema.
Una tercera alternativa consiste en el empleo de la técnica de los registros de longitud variable mediante la utilización de códigos que diferencian un elemento de dato de otro contenido en una misma área bibliográfica y que señalan el final de un campo y de un registro. De esta manera se economiza espacio y se posibilita que un campo o subcampo se repita de manera indefinida. La ubicación de cada atributo se consigue a través de un directorio que contiene la etiqueta del campo, su longitud y su posición inicial.
Esta técnica es la que se utilizó en las bibliotecas norteamericanas cristalizando en 1968 con la publicación del formato MARC II (Machine Readable Cataloging) y del UKMARC para las bibliotecas inglesas, en concreto la British Library (BL) que colaboró en el desarrollo del formato MARC. Los objetivos iniciales eran agilizar el servicio de edición de fichas catalográficas de la Library of Congress (LC) de Estados Unidos y de la bibliografía nacional británica y compartir recursos entre los sistemas bibliotecarios. La estructura del registro MARC se convirtió en una norma nacional norteamericana en 1969 e influyó de forma decisiva en la elaboración y publicación en 1973 de la primera edición, de norma internacional ISO 2709. El formato MARC incidió en el desarrollo de otros formatos nacionales (CANMARC, MARCAL, DMARC, IBERMARC, etc.) con idénticas finalidades. La proliferación de los formatos nacionales puso en evidencia dos hechos:
• Las incompatibilidades entre ellos se debían a que cada país adaptaba los códigos identificadores del contenido MARC a sus necesidades. Por esta razón se precisaban tantos programas de conversión al formato utilizado por una biblioteca como formatos nacionales quería utilizar para aprovechar los registros bibliográficos de las publicaciones extranjeras adquiridas.
• Las incompatibilidades estaban motivadas, en última instancia, por la diferencias de las reglas de catalogación empleadas en distintas áreas idiomáticas o países. Los datos y los elementos de datos que describían una publicación eran distintos.
La solución consistía en elaborar una norma internacional para la descripción bibliográfica que inventariara la información, estableciera un orden de los datos una puntuación que separara unos de otros y unas áreas bibliográficas de otras. Surge, así, el proyecto lnternational Standard Bibliographic Description (lSBD), instrumento imprescindible para la consecución del programa Control Bibliográfico Universal (CBU) de la International Federation of Library Associations and Institutions (IFLA).
Este programa pretende lograr el control bibliográfico de todas las publicaciones editadas en el mundo a través del control bibliográfico nacional. Una agencia bibliográfica (por lo general la biblioteca nacional) se encarga de redactar el registro bibliográfico autorizado conforme a las especificaciones de las ISBD de los materiales producidos en su ámbito telTitoria1.
La progresiva publicación de las normas ISBD para cada tipo de publicación obligó a revisar las reglas de catalogación nacionales para incorporarlas en la parte descriptiva de un documento. Surgen, así, la segunda edición de las Anglo American Cataloging Rules (AACR2) que sirven de modelo para la revisión de las normas catalográficas de otros países.
Una vez normalizados los datos descriptivos, se procedió a revisar los formatos nacionales para adecuar los códigos identificadores de contenido al nuevo elenco de datos y, a la nueva sintaxis. En 1980 se publican los MARC Format for Bibliographic Description adaptados a las especificaciones de las AACR2 y, por 10 tanto, de las ISBD. A 10 largo de dicha década cada país procedió a efectuar una adecuación similar de sus formatos nacionales.
Mientras tanto, la IFLA empezó a elaborar en la década de los años 1970 un formato de intercambio universal basado en las ISBD, para toda clase de materiales bibliográficos. Nace de esta manera el formato UNIMARC. Su propósito es facilitar la transferencia de información legible por ordenador entre las agencias bibliográficas o bibliotecas nacionales reduciendo los programas de conversión a uno solo: del formato nacional, que se mantenía corno formato interno o de intercambio entre las bases de datos de las bibliotecas de un país, al UNIMARC y viceversa.
Los tres objetivos básicos de los formatos MARC (dedicados a la catalogación legible por máquina o computadora, si desarrollamos la abreviatura y no nos referimos a un formato nacional), son:
1º) Crear una descripción bibliográfica que pueda ser utilizada, modificándola y aumentándola cuando sea preciso, en todos los procesos y servicios de una biblioteca: adquisiciones, catalogación, recuperación de la información y circulación.
2º) Proporcionar una estructura y unos códigos identificadores del contenido normalizados que faciliten el intercambio y comunicación de información bibliográfica, en soporte informático entre distintos sistemas automatizados de bibliotecas. Las finalidades fundamentales del intercambio de información son dos:
• Racionalizar la catalogación evitando que una misma obra sea descrita por varios centros. De esta forma se puede aprovechar parte de )os bibliotecarios dedicados a la catalogación para la realización de otras funciones;
• Compartir recursos y constituir redes de bibliotecas que cooperan en la constitución de catálogos colectivos que puedan ser utilizados para actividades tales como planes de adquisiciones compartidas catalogación cooperativa, información bibliográfica, préstamo interbibliotecario, redistribución de colecciones y proyectos de conservación.
3°) Independizar los datos del equipo físico y de los programas para facilitar la emigración a otra aplicación de mejores prestaciones que también gestione registros MARC o a otro equipo de mayor potencia sin necesidad de tener que modificar la información creada con la anterior aplicación o soportada en el antiguo ordenador.
Los formatos MARC constan de tres elementos: la estructura, los códigos y etiquetas identificadores del contenido y. los datos.

Estructura
El primer elemento sería la estructura que se adecua a la norma ISO 2709, desarrollada a partir de la norma ANSI/NISO resultante del proyecto MARC II
Recordemos que la estructura se compone de una cabecera, un directorio, una zona de campos de longitud fija y variable y de un fin de registro. Dicha norma ISO fija cual debe ser el código de la norma ISO 646 que identifique el primer carácter de los subcampos, del fin de campo y del registro.
La cabecera consta de 24 caracteres y cada uno contiene un código que sirve para procesar el registro. El formato MARC asigna un valor a cada posición de la cabecera y de los campos de longitud fija o campos de control.
Códigos identificadores del contenido
Los formatos MARC diferencian tres tipos de códigos para identificar el contenido de cada elemento de información de un registro bibliográfico legible por ordenador: etiquetas, subcampos e indicadores.
Las etiquetas están formadas por tres caracteres numéricos y sirven para que el programa de aplicación reconozca el tipo de dato.
En el registro bibliográfico que muestra la Figura 1, apreciamos datos que:
• describen físicamente la publicación (título, área de publicación, extensión física, serie monográfica y, y nota),
• identifican la publicación (número de depósito legal),
• designan los responsables intelectuales y materiales de la obra (Pan do Despierto, Juan y García Melero, José Enrique),
• expresan las materias sobre las que versa la obra en lenguaje natural controlado (Pintura- S.xIX, Fotografía-S.XIX) o de acuerdo con un sistema de clasificación bibliográfica (75.035, 77"18"),
• permiten recuperar la información por otra información (título y serie) además de por los responsables intelectuales y las materias,
• localizan los ejemplares en una colección (M-BN 91165005, M-BN DL1762806)



Pando Despierto, Juan
El "ojo mágico" y la "mano creadora" : nexos e influencias entre la fotografía y la pintura en el siglo XIX: addenda I Juan Pando Despierto (colaborador), José Enrique García Melero (director). -- [Madrid] : Universidad Nacional de Educación a Distancia, [1995]. -- 117 p. ; 30 cm. -- (Educación permanente)
Programa de enseñanza abierta a distancia
DL M 23402-1995
1. Pintura-S.XIX. 2. Fotografía-S.XIX. 1. García Melero, José Enrique. II. Título. III. Serie.
75.035
77 "18" BNE19971255148
M-BN 91165005
M-BN DL1762806
Figura: Registro bibliográfico en formato ISBD

Los datos bibliográficos de este mismo registro, codificado en formato MARC, quedarían de la siguiente manera:
LDR0761nam 225 b 45
001 BNE19971255148#
005 199707111054PCMRGB BNEP#
008 970703s1995 espl III ollllIspa/j#
019 $aM 23402-1995#
040 $a280790025 M-BN$bSPA spa$c280790025 M-BN#
080 O $a75.035#
080 O $a77"18"#
100 20 $aPando Despierto, Juan#
245 13 $aEl "ojo mágico" y "la mano creadora"$b : nexos e influencias
entre la fotografía
y la pintura en el siglo XIX: addenda$cJuan Panda Despierto
(colaborador), José
Enrique García Melero (director)#
260 O $a[Madrid]$bUniversidad Nacional de Educación a Distancia$c 1995#
300 $al17 p.$c30 cm#
490 1 $aEducación permanente
500 $aPrograma de enseñanza abierta a distancia#
650 08 $aPintura$yS.xIX#
650 08 $aFotografía$yS.XIX#
700 21 $aGarcía Melero, José Enrique#
830 O $aEducación permanente&

En él apreciamos códigos numéricos de tres caracteres (las denominadas etiquetas) que identifican el tipo de dato. Así, la etiqueta 100 permite que el programa de aplicación sepa que los datos que siguen son un autor principal, el 245, que trata de un título, el 260 correspondiente a un área de publicación, etc. También apreciamos otro tipo de información (por ejemplo, la identificada por las etiquetas 001, 005, 008, 040, etc.) que no figura en el registro bibliográfico convencional y que reconoce datos que pueden ser necesarios para:
• llevar a cabo determinados procesos (la etiqueta 001 contiene el número de identificación del registro en el fichero bibliográfico al que remiten los ficheros índices que posibilitan la consulta en línea. La etiqueta 005 identifica la fecha y hora de la última transacción y la contraseña del usuario que la realizó lo que puede ser útil para editar un listado de los registros modificados a partir de una fecha determinada. La etiqueta 040 reconoce el centro catalogador)
• precisar los resultados de una consulta en línea (por ejemplo la abreviatura spa (español) de campo reconocido por la etiqueta 008 permite circunscribir las publicaciones resultado de la búsqueda a solo las escritas en esta lengua).
Incluso la cabecera o Leader (LDR en la Figura 2) contiene información para saber la longitud total del registro (0761 caracteres en el ejemplo), si es nuevo o modificado (n = nuevo), el tipo de registro (a = material textual), el nivel de codificación, etc.
Las etiquetas identifican los campos en los que se distribuyen los datos de un registro legible por computadora. Los campos pueden ser de dos clases: de longitud fija o campos de control y de longitud variable.
Los primeros están compuestos por la etiqueta y el código fin de campo establecido por la norma ISO 2709. Los campos de control están identificados en los formato s MARC por las etiquetas que comienzan por OXX contienen información relativa al número de identificación del registro, a la fecha y hora de la última transacción, a la descripción física codificada, a otra información codificada en longitud fija (país, lengua de publicación, naturaleza del contenido, etc.) etc. Por lo general, los campos de longitud fija no se pueden repetir.
Los campos de longitud variable están formados por la etiqueta, los indicadores, los códigos de subcampo y el código fin de campo definido por la citada norma. En los formatos MARC, están identificados por las etiquetas que comienzan por 01X, lXX, 2XX, 3XX, 4XX, 5XX, 6XX, 7XX, 8XX y 9XX. Contienen los datos que describen física e intelectualmente una publicación. Según el tipo de dato, los campos de longitud variable se pueden repetir o no.
Los indicadores sólo aparecen en los campos de longitud variable. En los formatos MARC son dos posiciones que siguen a las etiquetas. Cada posición contiene un código que indica al programa de aplicación las acciones que debe realizar sobre la información grabada a partir del segundo byte del primer subcampo. Estas acciones pueden consistir en almacenar los datos que constan en un campo o subcampo en un fichero índice, ignorar determinado número de caracteres a efectos de almacenamiento en dichos archivos y de ordenación de ciertos productos, etc.
Si observamos el ejemplo del registro bibliográfico codificado en MARC de la Figura 2, vemos que, en el campo identificado por la etiqueta 245, siguen a ésta, además de un carácter en blanco dejado por nosotros a efectos pedagógicos, un 1 y un 3. El significado del 1, grabado en el primer indicador, es que el programa de aplicación debe almacenar en el fichero índice de títulos la información contenida en el primer subcampo. La interpretación que debe hacer el programa del 3 existente en el segundo indicador consiste en ignorar los tres primeros caracteres del subcampo $a, es decir: el artículo El y el espacio que le sigue del título El ojo mágico y la mano creadora.
Un dato de un registro bibliográfico se puede descomponer en un conjunto de elementos o partes. Así, las ISBD especifican que el área del título está formada por los siguientes elementos: título propiamente dicho, designación general de la clase de documento, títulos paralelos, otra información sobre el título y mención de responsabilidad. Esta descomposición o diferenciación se efectúa en los formatos MARC mediante los códigos de subcampos. Por lo tanto, podemos decir que los subcampos tienen como misión identificar los elementos de datos que constituyen un campo, área bibliográfica o punto de acceso.
Los subcampos, como los indicadores, son específicos de los campos de longitud variable. El número de posiciones definidas para los códigos de subcampo en los formatos MARC, es de dos. La primera posición corresponde al código establecido por la norma ISO 2709 que no tiene una representación gráfica y que los manuales de los formatos MARC visualizan mediante el símbolo del dólar ($), arroba (@), libra, etc. con fines prácticos. Los códigos que se graban en la segunda posición, pueden ser un carácter alfabético, numérico o gráfico. El dígito <) y los caracteres gráficos se reservan para uso local. Cada campo identificado por una etiqueta puede constar de uno o varios subcampos. Los formatos MARC especifican los subcampos que son o no repetibles y los que son obligatorios o no. Lo expuesto en los párrafos anteriores se aprecia en el ejemplo de registro MARC. Si examinamos el campo 245 de la Figura 2, vemos que existen unos códigos que permiten que el programa de aplicación diferencie el título ($a), del resto del título ($b) y de la mención de responsabilidad ($c) y lleve a cabo las instrucciones oportunas con cada elemento de dato o subcampo. El tercer elemento de los formatos lo constituyen los datos que realizarán la descripción bibliográfica de una obra. Estos datos son identificados por los códigos expuestos en los párrafos anteriores y definidos por normas externas a los formatos mismos. Estas normas son las ISBD, las directrices para los registros de autoridades de nombres, títulos y materias, las reglas de catalogación, las listas de encabezamientos de materias o tesauros, los sistemas de clasificación bibliográfica, etc. Características
Una característica de los formatos MARC es su flexibilidad. Aunque en un principio fueron concebidos para la automatización de las bibliografías y de las bibliotecas nacionales, nada impide que sean utilizados por otros tipos de bibliotecas y por servicios de información y documentación.
Los servicios de información y documentación pueden emplear los formatos MARC pues contemplan la posibilidad de incluir resúmenes, cuyas palabras significativas pueden ser recuperables; reseñan los datos del documento en el que se publicó el artículo de revista o la comunicación presentada a un congreso; posibilitan la utilización de los términos de un tesamo, y las notaciones de sistemas especializados de clasificación bibliográfica e incluyen la dirección electrónica y el medio de acceso a documentos distribuidos por redes de telecomunicaciones corno Internet.
En el otro extremo se encontrarían las bibliotecas públicas y municipales.
Aunque no requieren una descripción bibliográfica tan detallada corno la realizada por una biblioteca nacional, nada les impide definir o emplear un número reducido de campos (por ejemplo: autor, título, área de publicación y materia) y cumplimentar los subcampos que considere oportuno asignando por defecto los valores más frecuentes en las posiciones de la cabecera y de los campos de longitud fija. Los registros siempre se pueden ampliar si la biblioteca cambia la política catalográfica, sus funciones o servicios en un futuro.
Presente y futuro de los formatos MARC
La crítica que se puede efectuar de los formatos MARC arranca de su origen y la primera finalidad para la que fueron concebidos. Hay que tener en cuenta que fueron diseñados en la segunda mitad de los años 1960 cuando predominaba el proceso en diferido y el soporte magnético predominante para almacenar y tratar grandes volúmenes de información era la cinta magnética. La teleinformática era un proyecto que se empezaba a utilizar en aplicaciones más estratégicas que la automatización de las bibliotecas.
A menudo se dice que la complejidad de los formatos procede de las reglas y de la naturaleza de los datos catalográficos. Algo de verdad hay en esta afirmación pero también es cierto que los formatos MARC han añadido información cuya utilidad no se acaba de ver clara y que ha originado una abundante bibliografía, auténtica exégesis, para justificar, interpretar y aplicar estos datos que se podían haber expresado de forma más sencilla y no tan codificada.
Los formatos, como cualquier otra norma, están en continua evolución porque las publicaciones y las tecnologías utilizadas para producirlas y procesarlas cambian. Se debe exigir a los organismos encargados de elaborar los estándares que estén al día de esta evolución y que tengan la agilidad suficiente para ir adaptando las normas a las novedades que se vayan produciendo y consolidando.
Este ha sido uno de los aspectos positivos de las instituciones dedicadas al mantenimiento, al menos, de los formatos USMARC que son la base de la mayoría de los formatos nacionales e internacionales. Sería erróneo e injusto acusarle de inmovilismo y de falta de capacidad para reaccionar ante los nuevos avances tecnológicos. Prueba de ello es la creación del campo 856 en los formatos para registros bibliográficos y de fondos y localizaciones para incluir las direcciones electrónicas y los procedimientos para acceder a las publicaciones distribuidas a través de Internet.
Otra prueba son las especificaciones ya mencionadas para la transferencia de registros bibliográficos utilizando el protocolo FTP de Internet y las Definiciones de Tipos de Documentos MARC (MARC DTDs). Este proyecto tiene dos propósitos:
1. Crear un documento SGML (Standard Generalized Markup Language) que facilite la conversión de datos en formato MARC a SGML, y viceversa sin pérdida de información y
2. Desarrollar un programa capaz de efectuar la conversión entre los estándares de codificación.
La investigación que realiza la Library of Congress no se detiene aquí. También se ocupa del paso de los quince elementos de la norma de hecho Dublin Core para los metadatos. En resumen, pretende que la información contenida en los metadatos pueda ser aprovechada para la catalogación en formato MARC de los documentos accesibles a través de las redes de telecomunicaciones.

Tipos de formatos
En una base de datos bibliográficos existen, al menos, dos tipos de información: la que describe la publicación, su autoría y su contenido traducido en un lenguaje documental y la que controla el léxico utilizado para designar de la misma manera un autor o una materia y las relaciones que puedan haber entre los términos del lenguaje documental. El contenido a menudo se representa conforme a unos sistemas que clasifican la actividad y los conocimientos humanos.
Si las obras descritas y clasificadas están en una o varias bibliotecas, aparece un nuevo tipo de información: la ubicación o localización física de la publicación, las características especiales de un ejemplar y las colecciones de entregas de una publicación seriada existentes en el centro. Estos últimos datos son específicos del sistema bibliotecario mientras que la descripción bibliográfica es común a todos los ejemplares de una edición.
Los términos del lenguaje documental y la notación de la clasificación pueden o no ser comunes a la descripción bibliográfica, pues dependen del servicio bibliotecario o documental.
No obstante existe una tendencia a uniformar los términos de un lenguaje documental controlado (autoridades, encabezamientos de materias o descriptores de un tesauro) utilizado por determinados tipos de sistemas de información bibliográfica.
Por último existe otro tipo de datos relativos a los servicios, programas, actividades, etc. que una biblioteca puede proporcionar a la comunidad a la que sir que pueden ser consultados desde el catálogo en línea de acceso público u OPAC.
Hay Un formato MARC para cada uno de los tipos de información enumerados: datos bibliográficos, autoridades o lenguaje documental controlado, clasificación, fondos y localizaciones e información destinada a la comunidad atendida por la biblioteca. De ello vamos a tratar en los siguientes epígrafes, aunque conviene advertir que no todos los países los tienen definidos e implantados.
Formato para registros bibliográficos
Está diseñado para contener información bibliográfica sobre los materiales textuales manuscritos e impresos, archivos de computadora, mapas, música, publicaciones seriadas, materiales gráficos y mixtos. Los datos bibliográficos incluyen los títulos, autores, materias, notas, lugar, editorial y año de edición o producción e información sobre la descripción física de una publicación.
También facilita la catalogación analítica, es decir: artículos de revistas o partes de una publicación unitaria incluyendo un resumen de su contenido.
Ver figura 2.

Formato para registros de autoridades
Está destinado para contener información autorizada relativa a las formas aceptadas, referencias y términos relacionados de nombres, materias y títulos.
El término nombre se refiere a una persona, entidad, congreso, jurisdicción, título uniforme ó a una combinación de un nombre y un título. El término materia se refiere a temas, nombres geográficos, nombres con subdivisiones de materias y términos y nombres empleados corno subdivisiones de materia.
Las Figuras 3, 4 Y 5 muestran los registros MARC de las autoridades del asiento bibliográfico representado en la Figura 1.
LDR 0139n 225 45
001 BNE19961439805#
005 199610081154SrC005 BNEP#
008 961008nl aijnnaabn In aac /j#
040 $a280790025 M-BN$bSPA spa$c280790025 M-BN#
10020 $aPando Despierto, Juan&


LDR 0413nz 225 45
001 BNE199136347l4#
005 199410241524PMAJGM BNEP#
008 790829nn ainnaabn / n aaa /j#
035 $a05400091#
040 $a280790025P M-BN-DP$bspa$c2S0790025P M-BN-DP#
100 10 $aGarcía Melero, José Enrique#
400 20 $aGarcía Me\cro, José E.#
$a Influencias artísticas entre España y América, 1992$bport. (José Enrique García
Melero
(coordinador))#
670 $aAproximación a una bibliografía de la pintura española,
1978$bport. (José E. García Melero)& ,_


LDR 0149riz 22545
001 BNE19901092068#
005 199012100926BATCH BNE01#
008 901201nn anjnnbabn n anaj#
035 $ash 9050S696#
040 $aM-BN-DP$bspa$cM-BN-DP#
150 O $aPintura$yS.xIX&

LDR 0152nz 22545
001 BNE199011 OS437#
005 19901210092SBATCH BNE01#
008 901201nn anjnnbabn n ana j# 035 $ash 90510464#
040 $aM-BN-DP$bspa$cM-BN-DP#
150 O $aFotografía$yS.xIX&

LDR 0541nz 22545
001 BNE19930361505#
005 199802041022PMAPTL BNEP#
008 930420n\ aijabaaan la ana / j#
040 $a280790025 M-BN$bSPA spa$c2S0790025 M-BN#
130 O $aEducación permanente#
643 $aMadrid$bUNED#
644 $aF f#
645 $aT t#
667 $aEs continuada por: Textos de educación permanente
670$aEstadística aplicada, de Alfonso García Pérez, 1992$bp. 1 de la

cub (Educación permanente )#
670 $aPrácticas de programación SAS, de Víctor Hern:indez, 1993$bp. 1 de la cubo (Educación
permanente) lomo (Colección Educación permanente) &

Formato para registro de fondos y localizaciones
Este formato permite gestionar la información de los fondos y localizaciones de una obra en uno o varios volúmenes, de una colección de manuscritos, de una publicación mixta (la compuesta por dos o más soportes que constituyen una entidad editorial) y de las publicaciones seriadas.
La información que contiene abarca desde la ubicación física de un documento en el depósito de una biblioteca (signatura topográfica), los años, volúmenes y entregas de una revista, los datos específicos de un ejemplar (encuadernación valiosa, procedencia, autógrafos, etc.), versiones de un documento, datos de la institución propietaria de los fondos hasta la información necesaria para el proceso, circulación, mantenimiento, o conservación de un ejemplar.
Comprende todo tipo de materiales incluidas las versiones electrónicas de una publicación facilitando su consulta remota pues contiene el tipo de servicio de Internet en el que esta disponible (Telnet, FrP, Gopher, WWw.etc.)Y•su dirección electrónica o URL (Uniform Resource Locator).
Este formato resulta imprescindible para indicar los datos de las colecciones de una biblioteca con una sola ubicación o dispersa geográficamente (por ejemplo: una biblioteca universitaria compuesta por bibliotecas de facultades y departamentos) y para la constitución de catálogos colectivos o servicios bibliográficos.
Una peculiaridad de este formato es que puede constituir un fichero independiente vinculado con el que contiene las descripciones bibliográficas o estar incluido en el formato MARC para registros bibliográficos.
La Figura 6 muestra, los registros MARC de fondos y localizaciones del asiento bibliográfico representado en la Figura 1.
LDR 0172nx 22 2
001 BNE19972524531#
005 199708051346PCZ004 BNER#
007 taolouuuusuuuuuuc#
008 97080521 O 4001 ua O #
019 $aM 23402-1995#
040 $aM-BN-R$bspa$cM-BN#
85240 $aM-BN$9M002489233$bDG$j9/ 165005&

LDR 0173nx 22 2
001 BNE19972594897#
005 199708181152PCZ005 BNER#
007 taolouuuusuuuuuuc#
00897081821 8 4001ba 0#
019 $aM 23402-1995#
040 $aM-BN-R$bspa$cM-BN#
85240 $aM-BN$9M002492020$bDG$jDLI762806&
Figura: registros MARC de fondos y localizaciones

Formato para registros de clasificación bibliográfica
Contiene especificaciones para codificar datos de notaciones de una clasificación bibliográfica y los epígrafes correspondientes a las mismas. Los registros de este formato se utilizan para el desarrollo y mantenimiento de sistemas de clasificación. Se relaciona con los formatos para descripciones bibliográficas y de autoridades para validar o no una notación grabada en el campo correspondiente.
Formato para registros con información de interés para una comunidad
Este formato está diseñado para contener descripciones de recursos no bibliográficos que satisfacen las necesidades informativas de una comunidad.
Identifica cinco clases de registros que contienen información sobre un individuo, una organización, un programa o servicio, un acontecimiento y sobre otros tipos de datos de interés para la comunidad.
El objetivo del formato UNIMARC para registros bibliográficos, mantenido por el Comité Permanente para el UNIMARC de la IFLA, consiste en facilitar el intercambio internacional de información bibliográfica informatizada entre agencias nacionales de bibliografia. Su vinculación con las normas internacionales de descripción bibliográfica (ISBD) se manifiesta en la introducción con las siguientes y rotundas palabras: UNIMARC nunca cambiará para adaptarse a prácticas catalográficas que no se ciñan a las normas ISBD o que sean contrarias a las normas internacionales en las que el formato se basa. Se podrán hacer cambios al formato cuando un campo o subcampo esté descrito como provisional.
El formato UNIMARC distingue los siguientes tipos de registros: material textual, partituras musicales y material cartográfico manuscrito e impreso; material proyectable o en vídeo (películas, cortometrajes, filminas, transparencias, grabaciones videográficas); grabaciones sonoras musicales y no musicales; material gráfico bidimensional (pinturas, dibujos); creaciones por ordenador; multimedia y objetos tridimensionales.
UNIMARC especifica criterios para la inclusión o no de los signos de puntuación ISBD. Así se concreta en el capítulo dedicado a la cabecera y campos de datos: Se recomienda que, con escasas excepciones, se suprima la Puntuación ISBD para separar subcampos, puesto que dicha puntuación puede añadirse de forma automática de acuerdo con los códigos.
El formato UNIMARC para descripciones bibliográficas dedica el valor 9 para uso local o nacional. De esta forma se puede saber que cualquier etiqueta de campo, indicador o código de subcampo que contenga un 9 es un dato específico del centro creador del registro y que no están definidos por el Comité Permanente para UNIMARC.
La IFLA también ha definido un formato UNIMARC para los registros de autoridades basado en las directrices para los asientos de autoridades y referencias de nombres, títulos y materias.
Su objetivo es facilitar el intercambio internacional de información de autoridades entre las agencias bibliográficas nacionales. Éstas son las responsables de la conversión de los registros de autoridades del formato nacional al UNIMARC para el intercambio internacional de datos.

Conversiones entre distintos formatos
Los parámetros a tener en cuenta en la compatibilidad y, por lo tanto, en la posibilidad de convertir ficheros procedentes de distintos sistemas automatizados de bibliotecas, son la estructura de los registros, los códigos identificadores del contenido, el juego de caracteres y la información.
La compatibilidad total tiene lugar cuando dos sistemas emplean el mismo conjunto de normas internacionales de hecho y de derecho a las que nos hemos venido refiriendo. En este supuesto se puede integrar o extraer registros sin menoscabo alguno de los datos. Como mucho, si los ficheros físicos responden a un determinado SGBD, se precisará un programa que convierta los campos y subcampos MARC a los campos o atributos del SGBD.
La incompatibilidad absoluta se dará cuando los sistemas empleen normas totalmente diferentes. Aunque en informática nada es totalmente imposible si se dispone de especificaciones técnicas con suficiente información para efectuar tablas de equivalencia o mappings entre los campos y los juegos de caracteres empleados en una y otra aplicación, el resultado puede ser tal que se precise tanta intervención de la inteligencia humana para desarrollar los programas de conversión y corregir las incidencias' en los datos, que resulte más económico volver a teclearlos.
Las posibilidades de compatibilidad se refieren a los componentes: estructura, códigos identificadores de contenido (formatos en lo sucesivo), juegos de caracteres e información. Dentro de cada una pueden existir distintas variantes. Por ello, las combinaciones posibles entre posibilidades o variantes pueden resultar muy numerosas y requerir un tratamiento o acción distinta para cada caso. A continuación enumeramos algunas posibilidades siguiendo el orden de los componentes.

Estructura de los registros:
En cuanto a la estructura de los registros, existen básicamente dos variantes: que se adecuen o no a las especificaciones de la norma ISO 2709.
Si no se conforman, habrá que realizar múltiples procesos informáticos (correspondencia de los campos a importar con los códigos identificadores de contenido y de los caracteres de subcampo, fin de campo y de registro, generación del directorio y, de algunas posiciones de la cabecera). Puede suceder que algunos datos no tengan equivalencia o que haya que almacenarlos en un mismo campo (por ejemplo, título) sin posibilidad de diferenciar elementos de datos (por ejemplo, subtítulos) cuyos códigos de subcampo tendrán que ser añadidos después por el personal del sistema importador, al menos que los datos a incorporar se adapten a la puntuación ISBD lo que permitirá que el programa de conversión asigne de forma automática algunos subcampos.
Si se adecua a la norma ISO 2709, habrá que verificar que el número de posiciones destinadas a los indicadores ya los subcampos sea el mismo en ambos sistemas.
En lo que atañe a los códigos identificadores del contenido o formatos las variantes son muchas dentro de los grandes posibilidades: que el formato sea MARC o no.

Formato MARC
Si el formato es MARC, habrá que distinguir si ambas aplicaciones utilizan la misma edición o actualización de los formatos y si tienen implementados los formatos para todo tipo de materiales y de información (bibliográfica, autoridades, fondos y localizaciones, clasificación, etc.).

Edición del formato y tipos de publicaciones
Si la edición es la misma, habrá compatibilidad total si, además, los juegos de caracteres empleados para representar la información y las normas catalográficas son idénticas en ambos sistemas.
Si la actualización es diferente, habrá ciertas disfunciones e información que no se pueda integrar o que haya que hacerla en un código identificador de contenido no adecuado que necesitará ser modificado a posteriori.
En el caso de que los formatos contengan información local o campos propios no normalizados, procederá no incluirlos en los registros de intercambio o advertido en las especificaciones técnicas. '-
Si una aplicación no tiene implementado un formato para un tipo de publicación, no se podrá incorporar hasta que no se lleven a cabo los desarrollos informáticos pertinentes en uno de los sistemas que pretenden intercambiar datos bibliográficos.
Este caso se presenta cuando uno de los dos sistemas automatizados de bibliotecas no utiliza el formato MARC ni como producto de un SGBD genérico ni como estructura interna de la aplicación informática. Lo más frecuente es que el sistema no compatible pueda integrar la información procedente del sistema compatible, aunque con ciertas incidencias en los datos, pero no pueda exportarla. Por ello resultará difícil participar en proyectos cooperativos, excepto con otras bibliotecas que empleen la misma aplicación.
Sólo es aceptable cuando la estructura física de los registros de las bases de datos o de los archivos principales se adecua a los datos definidos en el formato MARC y, por 10 tanto, en las ISBD, Reglas de catalogación y directrices para los registros de autoridades y fondos. En este supuesto sí podrá generar un producto MARC, (cinta magnética, disquete, archivo FTP, etc.) para el intercambio de información, la participación en proyectos cooperativos y para la emigración a otra aplicación o entorno operativo.

Juego de caracteres
Los juegos de caracteres son otro de los componentes necesarios para la compatibilidad y la capacidad de convertir registros procedentes de distintos sistemas.
Por ello es imprescindible que ambos sistemas utilicen el mismo juego de caracteres normalizados a escala internacional.
Resulta frecuente que, si no se emplea idéntico estándar, surjan disfunciones entre áreas idiomáticas que empleen signos diacríticos o letras específicas (como la ñ española y la 1.1 del catalán) o con la representación de caracteres especiales utilizados para indicar las signaturas topográficas en los libros anteriores a la imprenta industrial. Estas disfunciones pueden obligar a que el sistema que integre los registros tenga que elaborar un mapping de los caracteres empleados en una y otra aplicación o efectuar las correcciones manualmente con la consiguiente pérdida de tiempo y de rentabilidad de los recursos.
Información
Si revisamos lo expuesto en los puntos anteriores, concluiremos que la mayoría de los casos pueden ser resueltos con programas de conversión siempre y cuando los sistemas se faciliten especificaciones detalladas de los distintos componentes. No obstante, resulta recomendable que se procure normalizar lo máximo posible para ahomlr el esfuerzo y los recursos requeridos para desarrollar y ejecutar estos programas que, en ocasiones, no pueden contemplar y, por lo tanto, resolver todas las variables de forma automática.
Un componente crucial es la información, es decir: los datos que describen una publicación, controlan una autoridad, reseñan la ubicación física de un ejemplar en una biblioteca, sus colecciones y sus características especiales. Si esta información no está redactada conforme a la misma sintaxis (estándar o criterios catalográficos), resulta muy difícil que se puedan intercambiar aunque la estructura de los registros, los códigos identificadores del contenido y los juegos de caracteres estén completamente normalizados. Aunque se efectúe la conversión, el bibliotecario tendrá que entrar registro a registro para modificar los datos en un elevado porcentaje por lo que se desaprovechan las ventajas del intercambio de información.


Trabajo Práctico N° 3

1.Defina sistema general. ¿De qué elementos se compone un sistema automatizado en bibliotecas? Enumérelos.
2.¿Qué tipo de normativas existen? Defina cada una.
3.¿Qué es un formato? ¿Cuáles fueron las aplicaciones hasta llegar al MARC?
4.¿Qué objetivos básicos se persiguen con el formato MARC?
5.¿Cuáles son los elementos de este formato? Descríbalos brevemente.
6.¿Qué tipo de formato MARC existen según la información? Describa para qué está diseñado cada uno.


ANEXO


EL PROGRAMA PARA COOPERACION EN CATALOGACION
(PCC)

El PCC es un programa de cooperación internacional coordinado por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos (Library of Congress (LC)) conjuntamente con participantes del PCC en el mundo
Lo que sigue a continuación es una pequeña sinópsis de uno de los más exitosos y dinámicos programas de control bibliográfico. En continuo avance, el PCC expande sus beneficios a todos los catalogadores profesionales empeñados en proveer un acceso más amplio y profundo a los fondos bibliotecarios. Es un indicador excelente de lo que es cooperación en catalogación y por eso le invitamos a participar en este importante programa. '-
¿Qué es el PCC?
El Programa para Cooperación en Catalogación es un proyecto de cooperación internacional cuyo principal objetivo es expandir el acceso a registros bibliotecarios, proveyendo una catalogación útil, rápida y a un mínimo coste presupuestario, siguiendo reglas y estándares comúnmente aceptadas por bibliotecas en todo el mundo.
Objetivos
l. Aumentar cooperativamente información bibliográfica y autoritativa de una manera más rápida, catalogando más piezas y produciendo catálogos que se puedan usar y compartir con otros y haciendo una catalogación donde el costo está controlado.
3. Promover la importancia de un acceso fácil y de coste controlado de catalogación y expandir el número de catalogadores usando las reglas aceptadas.
•5. Mantener un continuo diálogo sobre planeamiento y operaciones entre los participantes
de este programa y con ello avanzar la misión del programa.
Lea el Plan Estrátegico Quinguenal [texto en inglés] para saber como el Programa alcanzará estos objetivos.
Beneficios que Derivan los Miembros del PCC
l. Participar en los programas de cooperación en catalogación más grandes del mundo y ayudar a formar el futuro de la práctica de catalogación.
2. Participar en el desarrollo y la revisión de reglas nacionales e internacionales de catalogación para ayudar a la creación de un sistema más fiable y de coste controlado .
3. Reducir el coste de operaciones de catalogación aumentando el número de registros que pueden ser usados con poca o con ninguna corrección local.


4. Reducir el número de registros de autoridades creados y su mantenimiento que se tenga que hacer localmente aumentando el número de registros que hayan sido contribuidos por NACO y SACO.
5. Actualizar y mejorar los registros monográficos, publicaciones seriadas y de autoridades, incluyendo los creados por bibliotecas nacionales.
6. Recibir documentación e instrucción gratis de participantes de NACO, BIBCO y CONSER.
7. Reducir el peso de las labores de catalogación a nivel local a través de esfuerzos colectivos a nivel global.
8. Influir en los objetivos, políticas y reglas del Programa participando en sus comités y grupos de trabajo.
Historia del PCC
El Programa de Cooperación en Catalogación se inició en febrero de 1995 -el producto de las deliberaciones del Consejo de Cooperación en Catalogación (CCC), el cual comenzó sus trabajos en abril de 1993. El mismo CCC fue concebido en una reunión de varios participantes en programas de cooperación bibliotecarios que se había reunido en la Biblioteca del Congreso en noviembre de 1992. El CCC envisionó un programa que para el año 2000 produjese anualmente cantidades significantes de registros bibliográficos creados a través de un constante flujo de nuevos participantes en el programa. En noviembre de 1996, el Comité de Políticas de CONSER and el Consejo Ejecutivo del PCC se reunieron para discutir In fusión de los dos programas de cooperación en catalogacón. La consolidación entró en efecto en octubre de 1997. Hoy, el PCC tiene cuatro componentes:
• NACO- programa de autoridades de nombres
• SACO- programa de encabezamientos autorizados de materia
• BIBCO-programa de registros bibliográficos
• CONSER- programa de cooperación en línea de publicaciones seriadas
Organización del PCC
El Comité de Políticas es el responsable de guiar el programa en toda su totalidad: desarrollar, revisar y aprobar planes, metas, objetivos y estrategias a largo plazo. Sus miembros vienen de diferentes ambientes del mundo de las bibliotecas, incluyendo cinco representantes permanentes:
• Research Libraries Group
Ocho representantes rotativos son elegidos por los miembros del Programa que participan de manera extensiva en BIBCO (3), CONSER (3), NACO (2). La Comisión Directiva está compuesta por cinco miembros permanentes: tres representantes de la Biblioteca del Congreso, y un representante de OCI G y otro del Research Libraries Group. Completando el Comité están el Presidente y el Presidente-electo del Comité de Políticas. La Comisión Directiva aprueba las solicitudes para pertenecer al PCC, dirige el proceso de planificación .•. estratégico y busca y administra los recursos del programa.
Completando la estructura del PCC están dos operaciones y tres comités permanentes:
• Comité de Operaciones SISCO: mantiene eficazmente las actividades de BIBCO localmente ya través del programa. Establece procedimientos de operación, sugiere cambios y prácticas, desarrolla y mantiene documentación y contribuye al desarrollo de estándares para publicaciones monográficas en todos los formatos.
• El Comité de Operaciones de CONSER: mantiene eficazmente las actividades de CON SER localmente ya través el Programa. Establece procedimientos, sugiere cambios y prácticas, ayuda a desarrollar y mantener documentación y contribuye al desarrollo de estándares de publicaciones seriadas.
• EL Comité Permanente sobre Automatización: Identifica temas a resolver sobre automatización para poder implementar la misión del Programa, formula planes sobre las necesidades del PCC a presentar a distribuidores y facilita la cooperación entre los participantes del Programa y las redes de servicios bibliográficas (OCLC y RUN).
• El Comita Permanente sobre Estándares: Desarrolla y promueve estándares comúnmente aceptados que apoyan la creación y el amplio uso de registros de una manera efectiva a un bajo costo. Este comité también mantiene una representación en el Comité de Catalogación ALCTS: Descripción y Acceso.
• El Comité Permanente sobre Capatización: Establece programas de capatización para catalogadores, talleres de trabajo e institutos cuyo objetivo es el de desarrollar las técnicas de catalogación de los miembros del PCC a través de continuos programas de educación.
Logros del PCC
• Estableció estándares ampliamente usados ahora para la catalogación primaria de registros para libros, música, grabaciones, lenguas no-romances y materiales audiovisuales. Desarrolló estándares para la catalogación de publicaciones seriadas para diferentes niveles de registros y diferentes formatos.
• Redujo el proceso editorial para la contribución de propuestas para nuevos encabezamientos de materia y cotas.
• Expandió la participación de entidades de catalogación participantes, incluyendo la British Library, National Library of Scotland, National Library of Lithuania, Lajos Kossuth University, Cambridge University, Edmonton Public Library, Universidade de Sáo Paulo.
• Fomentó iniciativas para lograr una armonización de los sistemas USMARC, CAN/MARC y UIActividades actuales del Programa para Cooperación en Catalogación:
• Está promoviendo los esfuerzos para proveer un mejor acceso y control de materiales electrónicos, incluyendo el desarrollo de la opción del registro único de CON SER para versiones en línea.
• Está publicando el Manual para Participantes en NACO, Manual para Instructor de NACO, Manual para Instructor de BIBCO, Manual para Participantes en SACO y el Manual para Participantes en BIBCO.
• Produce el base de datos CONSER para distribución en la Biblioteca del Congreso y en la Biblioteca Nacional del Canadá. Publica regularmente actualizaciones de la Guía de Montaje de CONSER y el Manual de Catalogación CON SER; ejemplares semianuales de CONSERline.
• Publicación de documentos de catalogación de publicaciones seriadas en la Web, a través de la página de CONSER.
• Creación y mantenimiento de la página Web del Programa para la Cooperación en
Catalogación.
Los Componentes del Programa para Cooperación en Catalogación
En el continuo y evolutivo mundo global de redes de catalogación, el compartir información es algo absolutamente necesario. Desde que las bibliotecas empezaron a implementar AACR2 en una escala mundial, la creación, actualización y mantenimiento de ficheros estándares de autoridades de nombres han probado ser verdaderos retos para los catalogadores. Además, el constante crecimiento del número de publicaciones en una amplia y variada gama de formatos, ha hecho que haya un renovado interés en la cooperación de iniciativas bibliográficas.
• NACO [textos en inglés): programa para el establecimiento de autoridades bibliográficas por nombre.
• SACO: programa para el establecimiento de autoridades bibliográficas por encabezamientos de materia.
• BIBCO (textos en inglés)-programa de registros bibliográficos

• CONSER: Programa en línea de cooperación de publicaciones seriadas.
NACO: Programa para el Establecimiento de Autoridades Bibliográficas por Nombre
A través de este programa, los participantes contribuyen registros nuevos y actualizados para nombres, títulos y series al registro nacional de autoridades. Uno puede de por sí, unirse al programa o un grupo de bibliotecas con intereses comunes pueden organizar un sub-grupo que contribuye registros a través de un coordinador que asume la responsabilidad por el esfuerzo común.
• Propósito:
Los participantes acuerdan seguir un conjunto de estándares y guías comunes para crear o cambiar registros para poder mantener la integridad de un registro compartido internacionalmente.
* Capatización:
Los participantes toman una semana de entrenamiento especial de NACO, a elegir desde sus propias instituciones o en la Biblioteca del Congreso. Durante el cursillo, se discuten las directrices a seguir, siendo consciente de la necesidad de simplificar los esfuerzos de catalogación y, al mismo tiempo, crear un registro consistente y fiable. Este registro ayudará a la comunidad bibliotecaria mundial a trabajar más eficazmente, ayudándola a aprovechar sus recursos al máximo.
• Contribuciones al Registro de Autoridades de Nombre:
Los participantes de NACO pueden contribuir, a través de las redes de servicios bibliogáficas (OCLC o RLIN) nuevos registros de nombres y hacer cambios a los registros ya existentes dentro de unas líneas previamente establecidas. Además, los participantes pueden contribuir registros de autoridades para series y títulos uniformes.
Para más información [en inglés]sobre NACO pulse aquí para las preguntas más frecuentes acerca del programa, una lista de materiales para los cursillos, una sinópsis de los mismos, y mucho más.
SACO: Programa de Cooperación sobre Encabezamientos de Materia
A través de este programa, los participantes proponen encabezamientos de materia para incluir en los Encabezamientos de Materia de la Biblioteca del Congreso (LCSH), propuestas para números de clasificación o cambios para incluir en los Códigos de Clasificación de la Biblioteca del Congreso (LCC).
• Propósito:
Las bibliotecas participantes en SACO proponen nuevos encabezamientos de materia y números de clasificación para promover el desarrollo de los códigos de clasificación de la Biblioteca del Congreso, de manera que estas herramientas de catalogación reflejen las necesidades de los usuarios en la comunidad de bibliotecas. También se pueden proponer cambios.
• Cursillos:
Los participantes asisten a talleres de trabajo sobre catalogación de encabezamientos de materia ofrecidos por la Biblioteca del Congreso- en conjunción con conferencias y reuniones relacionadas con la Biblioteca, o como parte del PCC.
• Propuestas:
Se proveen guías detalladas para presentar propuestas usando, o bien el formulario de propuestas en línea accesible en la página Web de PCC, o usando los formularios impresos de la Biblioteca del Congreso.
Para más información [en inglés] acerca de los temas de SACO mencionados arriba, pulse aquí BIBCO: Programa de Cooperación de Registros Bibliográficos
A través de este programa los participantes que ya son miembros de NACO contribuyen registros a los bases de datos nacionales. Los miembros de BIBCO son responsables de la contribución de registros básicos o completos. Estos registros identificados como registros de PCC y se distinguen por su completo trabajo de autoridad (descriptiva y por tema), un nivel de cota nacional (como, por ejemplo, la clasificación de la Biblioteca del Congreso o la de NLM), y uno o más puntos de acceso sacados de tesauros nacionalmente reconocidos como LCSH, MeSH, etc., como sea apropiado.
• Cursillos:
Los bibliotecarios participantes asisten a una sesión de capatización diseñada específicamente para sus propias necesidades en la institución en la que ellos trabajan. El cursillo se enfoca en el registro bibliográfico básico y en los valores y la capacidad para tomar decisiones necesarias para que los catalogadores produzcan un producto de calidad. El cursillo lo dirigen bibliotecarios de bibliotecas pertenecientes al PCC.
Pulse aquí para información [en inglés] sobre SIBCO, documentación, cursillos y cualquier otra información.
CONSER: Programa de Cooperación en Línea de Publicaciones Seriadas
El CONSER comenzó a principios de los años 70 como un proyecto para informatizar los registros manuales de publicaciones seriadas y ha evolucionado en un programa para crear y mantener registros de alta calidad de publicaciones seriadas. Manteniéndose al tanto de esa evolución, su nombre fue cambiado en 1986 de CON SER (Conversión de Publicaciones Seriadas) CON SER (Programa de Cooperación de Publicaciones Seriadas).
• Propósito:
Los objetivos de CONSER son dos: producir y mantener un base de datos de registros de publicaciones seriadas de varios formatos y de amplio uso y contribuir a la catalogación ya la creación de estándares de estas publicaciones a través de la creación de una documentación responsable.
• Las Contribuciones de Registros de CONSER:
El base de datos de CON SER se encuentra dentro del Catálogo Colectivo Informatizado de OCLC. Los miembros de CONSER verifican y modifican registros de catalogación en OCLC o contribuyen registros originales a través de FTP. El proceso de autentificación es la aprobación de los elementos descriptivos del registro y proveyendo el acceso de dichos registros a través de los servicios de distribución de las cintas y productos bibliográficos. Se han creado diferentes niveles para ser miembros para así acomodar la variedad de contribuciones de registros. Las cuatro categorías son Miembro Completo, Asociado, Mejoramiento. y Afiliado. El nivel de Asociado incluye proyectos de cooperación, así como también, instituciones.
. • Cursillos:
Los nuevos miembros de CONSER son instruidos por expertos catalogadores de publicaciones seriadas del la Biblioteca del Congreso o de otras instituciones del CONSER. El periodo de aprendizaje es generalmente de una a dos semanas seguido de una sesión de repaso.
Para más información [en inglés]acerca de CONSER visite el sitio de la CONSER en la Web.
Acerca de los Cursillos de Aprendizaje de PCC
Como apoyo a su misión y objetivos, el Programa de Cooperación en Catalogación lleva a cabo cursillos especializados para los participantes, en conjunción con reuniones y conferencias profesionales, o como parte del Programa mismo-con cursillos en la Biblioteca del Congreso o en bibliotecas del PCC en otras partes del país.
Se ofrecen cursos intensivos de PCC en tres programas: NACO, SACO, y BIBCO. Además de proveer cursillos para sus miembros, CON SER está en proceso de desarrollar el Programa de Capatización de Cooperación de Publicaciones Seriadas, un intento para tratar de producir material de aprendizaje de una manera estándar y enseñar a futuros monitores. Los cursillos son ofrecidos por monitores expertos de instituciones pertenecientes al PCC y la Biblioteca del Congreso.
El Valor de los Manuales del PCC
Como un beneficio añadido de los cursillos del PCC, son el valor diario de los materiales y manuales de aprendizaje. El CoNSER Editing Guide, NACO Participants' Manual y el BIBCo Training Manual. Cada manual es único para la comunidad de bibliotecas por ofrecer guías especializadas y exhaustivas para una variada gama de temas de catalogación con los que el catalogador encuentra en su rutina de trabajo diaria.
Los manuales no sólo son de valor para todos los catalogadores -no sólo para miembros del PCC-sino también para clases en las facultades de bibliotecología.
¡¡Hágase Miembro del PCC Ahora!!
y tome parte de un excitante capítulo en la historia de la catalogación. Para un formulario para hacerse miembro, pulse aquí.
Si quiere saber más acerca del Programa de Cooperación en Catalogación o acerca de como participar en BIBCO, NACO, SACO, por favor, póngase en contacto con:
Cooperativa Cataloging Specialists

Cooperative Cataloging Team
Regional and Cooperative Cataloging Division Library of Congress
Washington, DC 20540-4382
fax: (202) 707-2824
c-mail: acri@ loc.gov
Si quiere saber acerca de CON SER y sus programas, por favor, póngase en contacto con:
CONSER Coordinator
Serial Record Division Library of Congress Washington, DC 20540-4160 fax: 202. 707.5947 e-mail:jhir@loc.gov
Go to:
Program for Cooperative Cataloging Home Page Library of Congress Home Page









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Catalogación y Clasificación III
Catalogación y Clasificación III
Módulo 4
• Los lenguajes documentales
• Lenguajes naturales
• Lenguajes documentales
• El tesauro
• Compatibilidad de los lenguajes documentales
• Elaboración de un lenguaje documental
Entender los conceptos generales sobre los lenguajes documentales y entender la diferencia con los lenguajes naturales y la compatibilidad entre ellos. .


Esquema de Contenido UNIDAD 4
CLASIFISICACION y CLASIFICACIÓN III
* Los lenguajes documentales
*. Lenguajes naturales
* Lenguajes documentales
* El tesauro
* Compatibilidad de los lenguajes documentales
* Elaboración de un lenguaje documental
* Trabajo práctico N° 4



Los lenguajes documentales
El lenguaje documental es un lenguaje convencional que utiliza una unidad de información para describir el contenido de los documentos con miras a su almacenamiento y a la recuperación de la información.
Existe una gran variedad de lenguajes documentales, que se distinguen por su riqueza, su extensión, su organización, la manera de utilizarlos, etc.
Históricamente, las unidades de información han utilizado durante mucho tiempo las clasificaciones y los encabezamientos de materia, luego, la evolución de las técnicas y de las necesidades ha llevado a la creación de nuevos tipos de lenguaje, que en ocasiones se han querido oponer a los primeros.
Sin embargo, ya se trate de clasificaciones, de encabezamientos de materia, de palabras clave, de listas de descriptores, de tesauros o de léxicos, todos estos lenguajes pertenecen a la misma familia, tienen. el mismo objeto y presentan numerosas características comunes.
El lenguaje documental se emplea cuando se realiza el tratamiento intelectual de los documentos, o sea, cuando se realizan las operaciones de entrada en el subsistema de almacenamiento y de búsqueda de información y las operaciones de salida y de difusión.
Como se trata de lenguaje, se tiende a menudo a dar mayor importancia a los aspectos lingüísticos en los estudios sobre los lenguajes documentales.
Por tanto, hay que tener en cuenta que se trata principalmente de herramientas destinadas a realizar operaciones determinadas, en circunstancias concretas y con el fin de dar respuestas a necesidades.
Estas condiciones funcionales son esenciales y tan importantes, o más, que las consideraciones de orden lingüístico.

Lenguajes naturales
Los lenguajes naturales, es decir, los lenguajes hablados, tienen características que los hacen difici1mente utilizables, en su estado normal, para el tratamiento de la información. Son muy numerosos (centenares) y cada uno encierra una enorme cantidad de términos (varia s decenas de miles), lo que daría lugar a ficheros muy grandes para manejarlos.


Los lenguajes naturales están adaptados a formas de comunicación, oral o escrita, en las cuales tiene lugar, entre los interlocutores, una cierta forma de diálogo. El tiempo y el espacio ocupan aquí una parte relativamente importante. El lenguaje natural supone matices, asociaciones de ideas, expresión de emociones, de valores, etc.
La búsqueda de la información en un fichero o su difusión a través de un producto documental son formas de comunicación completamente diferentes. La información debe expresarse en el menor espacio posible y sin ambigüedades, si se quiere encontrarla rápidamente y usarla con seguridad.
Por tanto, los lenguajes documentales realizan una condensación y una simplificación del lenguaje natural (por esta razón se habla frecuentemente de lenguaje o de vocabulario "controlados"), del cual, ellos sólo utilizan una pequeña parte del léxico, algunas formas y poco, o casi nada, de la gramática.
No obstante, los lenguajes documentales deben mantener en lo posible la riqueza de la información original en su propio contenido y sus posibilidades de asociación. Deben ser también de fácil manejo, tanto para los especialistas de las unidades de información como para los usuarios. Este último requisito los orienta, en sentido inverso, hacia un vocabulario más amplio y una estructura más diversificada.
El tratamiento de la información en lenguaje natural es, sin embargo, posible dentro de ciertos límites, sobre todo gracias a la utilización de la informática, que reduce a proporciones plenamente aceptables el tiempo de búsqueda que exige este lenguaje.
Los sistemas de información que se sirven del lenguaje natural no utilizan el documental para describir la información, sino que se reducen a las descripciones suministradas por los autores (títulos, resúmenes, extractos, texto íntegro), las cuales se registran y luego se comparan con las consultas correspondientes. Se supone, en este caso, que el lenguaje natural empleado es suficientemente preciso, lo que ocurre con los lenguajes científicos y técnicos, pero esta precisión es por lo general más aparente que real y hasta inexistente (por ejemplo, en las ciencias sociales).
Es necesario asimismo que los usuarios conozcan todas las expresiones que se han podido emplear para expresar las informaciones que ellos buscan. Si estas expresiones no aparecen, se debe recurrir durante la consulta a alguna forma de lenguaje documental que les dé los distintos equivalentes de los términos elegidos para las preguntas. Estos sistemas recurren también a equivalentes lógicos que permiten seleccionar los tém1inos, únicamente, cuando están asociados con otros en los registros. En la práctica, hay que utilizar frecuentemente para la pregunta diccionarios o lenguajes documentales.


Los tipos de palabras que forman el lenguaje natural no tienen todos el mismo valor informativo. Encontramos sustantivos y adjetivos, verbos, conjunciones y adverbios que determinan a los sustantivos o los relacionan unos con otros. Además, estos diferentes tipos de palabras evolucionan en la forma que les es característica.
Algunos son muy frecuentes y, por tanto, tienen muy poco valor informativo, otros encierran conceptos centrales en un campo y se pueden aplicar a cualquier información (por ejemplo, todos los años, miles de documentos tratan de agricultura, de modo que el término "agricultura" no tiene ninguna utilidad en un centro de documentación agrícola).
El lenguaje documental debe adoptar un tratamiento particular para cada tipo de palabras de acuerdo con sus características. La gramática permite relacionar unas palabras con otras, conforme a reglas precisas, con el fin de expresar las ideas y los hechos; se manifiesta transformando ciertas palabras (por ejemplo, sufijos que indican el plural, la persona y el modo de los verbos). Modifica la información que contienen las palabras aisladas, interpretando situaciones, puntos de vista, causas y consecuencias, circunstancias de tiempo y de lugar, etc., que equivalen a informaciones específicas.
Las relaciones entre las palabras del lenguaje natural existen implícitamente, por 10 cual se hacen esfuerzos para volverlas explícitas, con el fin de satisfacer necesidades documentales. De este modo se pueden distinguir los tipos de relaciones siguientes:
- Las relaciones jerárquicas implican que términos que designan objetos o fenómenos especiales o más restringidos pertenecen al mismo conjunto. Este mismo conjunto está designado por un término diferente. Por ejemplo, "barco", "avión", "carro", designan cada uno un medio particular de transporte; el perro pastor es un tipo particular de perro, que es un tipo particular de mamífero, el cual es un tipo particular de animal. Estas son, pues, relaciones género/especie. Existen también relaciones jerárquicas todo/parte (por ejemplo, "cuerpo' humano1', "brazo", "mano", "dedo").
- Ciertas palabra pueden pertenecer a varios conjuntos. Por ejemplo, una silla metálica moderna es un caso especial de mueble, es un objeto metálico y de estilo. Se habla entonces de "polijerarquía".
- Ciertas palabras se derivan de la misma palabra o del mismo radical y pueden tener una relación jerárquica o una relación de asociación cuando designan objetos que pertenecen a grupos diferentes: por ejemplo, "carbono", "ácido carbónico", "carbono 14", "compuesto carbónico" o "urea", "uremia", "uretra", "urología".


- Algunas palabras tienen una relación de equivalencia, llamada "sinonimia" -término antiguo ("aeroplano") y término nuevo ("avión"), término popular ("aspirina") y término científico ("ácido salicílico"), término general ("felino") y términos locales ("pantera", "jaguar")-~ también es el caso de los términos que tienen prácticamente el mismo significado ("asesinato" y "homicidio"). A veces esta equivalencia es muy aproximativa. Efectivamente, los conceptos son distintos, per-o se los considera como sinónimos en el contexto o en el grupo ("genética" y "herencia", "periodista" y "reportero"). Se trata aquí de "cuasisinónimos".
- Al contrario, ciertas palabras expresan conceptos y objetos opuestas: por ejemplo, "riqueza" y "pobreza", "mineral" y "orgánico". Es una relación "antonímica".
- Gran número de palabras tienen la misma forma, pero designan realidades distintas. Es la "polisemia" (por ejemplo, "gato", animal o herramienta mecánica; "planta", vegetal, parte del pie, de personal o eléctrica). Puede ocurrir también que el mismo término se utilice en distintos campos con un sentido particular, como "operación", que puede ser un proceso aritmético, financiero o quirúrgico.
- Algunas palabras tienen relaciones de asociación, o sea, que se refieren a objetos o fenómenos que pueden tener relaciones comunes desde cierto punto de vista: "deporte", "educación", "salud", "diversiones" .
- Las palabras tienen también un sentido y valor propio que dependen de las condiciones particulares de cada medio o de cada actividad y de los períodos en que son pronunciadas. Por ejemplo, el derroche de tiempo libre no tiene sentido en una sociedad tradicional, aunque el término pueda ser comprendido lingüísticamente; la sismología es una rama de las ciencias de la tierra que tiene, en general, su propia importancia, pero la pierde considerablemente en un país donde no se producen temblores de tierra; la "caridad" no tiene el mismo sentido en una sociedad occidental y en una sociedad islámica; la "ventana" no tiene la misma importancia para el arquitecto, el decorador o el carpintero. La palabra "bachiller" no tiene el mismo sentido a principios y a finales de este siglo.
Los lenguajes documentales deben tener en cuenta estas relaciones, sus distintos valores y eliminar desde el principio las ambigüedades que reducen normalmente el contexto y el diálogo en la comunicación en lenguaje natural, condiciones que no existen en la comunicación documental, en la que cada palabra sólo se considera en sí misma. .


Lenguajes documentales
- Las palabras que sirven para describir la información, los descriptores. Se toman del lenguaje natural, pero se reducen a una forma gramatical única e invariable, que es generalmente el sustantivo singular. Pueden ser simples o compuestas. Algunas palabras sirven para precisar el sentido de los demás descriptores y no se pueden emplear solas (son las palabras gramaticales o voces no connotativas como el artículo o la preposición ).
- Las palabras del lenguaje natural que tienen relación con los descriptores y que se inscriben en un repertorio con una remisión al descriptor correspondiente.
Estas palabras "controladas" por el lenguaje documental no se pueden utilizar para describir la información. Se denominan "nodescriptores".
- Las relaciones entre los descriptores -relaciones jerárquicas, de equivalencia o de asociación- permiten agrupar las nociones dentro de un mismo término, extender o, por el contrario, precisar una búsqueda. Estas relaciones se indican con código y son objeto de una normalización. En francés, inglés, español y en símbolos internacionales, estos códigos son los siguientes:
Francés Inglés Español Símbolos
Internacionales
Relaciones jerárquicas:
Término genérico TG BT TG <>
Relaciones preferenciales:
Úsese (para un término del lenguaje
natural que es remitido a un
descriptor) EM US USE =
Usado por (para indicar las palabras
del lenguaje natural que están
relacionadas con un descriptor) EP UF UP =
Relaciones de asociación
(para indicar los descriptores
relacionados) TA RT TR -


UP (usado por) Croquis
TG (término genérico) Artes Gráficas TE (término especifico) Dibujo Técnico
Croquis
USE (úsese) Dibujo

- Las relaciones entre los propios descriptores, que resultan de su agrupación lógica en conjuntos y subconjuntos más o menos numerosos y diversificados (por ejemplo, las clases principales, clases y subclases de la clasificación, los campos y los grupos de lenguajes coordinados). Estos conjuntos reagrupan los descriptores que dependen de la misma línea jerárquica o simplemente de un mismo tema definido para satisfacer las necesidades de un problema concreto.
Las notaciones numéricas (loa, 101, 110, etc.), alfanuméricas (Ala, B15, etc.), alfabéticas (AAA, CHA, Aa, etc.), simból1cas (con signos de puntuación) o mediante silabas que permiten identificar los descriptores y hacerlos figurar de esta forma abreviada tanto en las reseñas bibliográficas como en los ficheros.
- Las notas generales, notas de aplicación, o ac1aratorias, normalmente a nivel de ciertos grupos de descriptores, que precisan el sentido en que debe emplearse el elemento que precede, y a veces los demás términos que haya que utilizar, o sea, los términos del lenguaje natural que se relacionan con dicho elemento.
Estas notas generales pueden llegar a constituir una especie de definición. Se las utiliza cada vez que existe algún riesgo de confusión en cuanto al significado o al empleo que se ha previsto del descriptor. Por ejemplo, Construcción llevará la nota siguiente: "utilícese solamente para la descripción de elementos de la construcción (cimientos, muros, tejados, etc.); en otros casos, emplear el término específico Construcción de vivienda, Construcción industrial".
- Los elementos sintácticos, ya sea por orden de presentación de los descriptores, ya sea mediante la utilización de palabras o signos que permitan relacionarlos entre sí o indicar su función (Lenguaje sintáctico), o mediante el empleo de una gramática limitada, por ejemplo, recurriendo a un pequeño número de frases típicas que representen todas las asociaciones posibles entre las palabras del lenguaje natural con el fin de expresar las nociones útiles que requiera el sistema documental.

En un lenguaje documental sólo figura siempre la lista de los descriptores.
Los demás elementos aparecen únicamente en función de las necesidades y del tipo de lenguaje.
La representación de los lenguajes documentales puede hacerse en forma de documentos impresos o de ficheros de computadora. Estas dos formas coexisten en los sistemas informatizados. La presentación puede contener:
- Una introducción que dé algunas explicaciones sobre el contenido, la organización, las nociones empleadas y la manera de utilizar el lenguaje.
- Una lista de descriptores. Esta puede presentarse como lista alfabética o como una lista sistemática (por conjuntos y subconjuntos). En ambos casos estas listas pueden incluir o no las posibles relaciones existentes entre los descriptores. Cuando existen deben por lo menos figurar en una lista.
Por lo general, los lenguajes documentales se presentan de dos maneras: la lista alfabética que sirve para verificar la existencia de los descriptores y la lista sistemática que permite determinar su sentido y su valor en función de la categoría a que pertenece cada uno (por ejemplo, la voz "cordero" podrá figurar en el grupo "zoología" con la descripción• de todos los animales, pero un documento que trate del aumento del rebaño tendrá que describirse con la palabra "ovino", que se encuentra en el grupo "Producción animal").
En las presentaciones que se elaboran en computadora, las listas de los descriptores dan' a menudo, frente a cada uno de ellos, el número de referencia con el que aparecen en el fichero.
La computadora permite igualmente confeccionar listas alfabéticas permutadas, es decir, listas en donde todos los términos idénticos de los descriptores compuestos de varias palabras aparecen en su lugar en orden alfabético.
- Presentaciones gráficas, que, sobre la base de la lista sistemática, muestran las relaciones entre los distintos términos. Estas presentaciones gráficas facilitan en gran medida la comprensión del lenguaje documental y es una lástima que no se utilicen en todos los casos. Pueden adoptar la forma de círculos concéntricos en la que los descriptores se agrupan en segmentos o en racimos, o de tarjetas cuadradas en las que los descriptores se agrupan en racimos dentro de polígonos, o se unen con flechas (esquema de flechas), también en forma de árbol o en otras formas gráficas. Sin embargo, estas representaciones no pueden mostrar eficazmente a la vez sino un pequeño número de descriptores. Las listas y las representaciones gráficas utilizan con frecuencia signos convencionales o diversos caracteres tipográficos que indican los distintos tipos de descriptores (nombres propios, nombres geográficos, taxonomías).


Los lenguajes que controlan un gran número de términos del lenguaje natural, referidos a descriptores, pueden presentarlos también en una lista especial que recibe el nombre de "Lista alfabética de términos"
Los tipos de lenguajes documentales se distinguen unos de otros de acuerdo con distintos criterios:
- el principio de clasificación o de construcción
-la extensión del campo que abarcan
- las clases de palabras que se emplean
- los tipos de relaciones entre las palabras
- el tipo de disposición
- el número de idiomas naturales que controlan
- el tipo de utilización.
El principio de clasificación puede ser una jerarquía sistemática concebida a priori corno en las clasificaciones, o la frecuencia y el uso, corno en las listas de encabezamientos de materias, de descriptores, o una lista de autoridades en función de uno o de varios puntos de vista, corno ocurre en los lenguajes faceta dos.
El campo que se abarca puede ser el conjunto de los conocimientos como en los lenguajes enciclopédicos, una disciplina o partes de distintas disciplinas como en los lenguajes especializados que se orientan hacia una disciplina, o un cometido o a una parte restringida de una disciplina, o de un campo, corno en el caso de un microtesauro.
Las clases de vocablos utilizados pueden ser palabras simples (únicamente en el caso de lenguaje “unitérmino"), palabras simples y compuestas (caso más frecuente), palabras compuestas en el orden del lenguaje natural o en un orden invertido como en las listas de encabezamientos de materia.
Las relaciones entre palabras pueden no existir, ya que todas las palabras son equivalentes (por lo menos en teoría), como ocurre en las listas de descriptores, ser implícitas o explícitas mediante anotaciones y/o arreglos sistemáticos, o estar sometidas a una gramática como en el caso de los lenguajes sintácticos. El tipo de ordenamiento puede ser:
- sistemático como en la clasificación
- alfabético como en las listas

- decimal como en las clasificaciones decimales
- mixto, abierto en los lenguajes que permiten ampliaciones o modificaciones
- cerrado como en los lenguajes que se establecen en forma definitiva.
El lenguaje puede elaborarse en una sola lengua natural, en una lengua natural pero con equivalencias en otra u otras lenguas (lista alfabética en otras lenguas), en dos o varias lenguas naturales en el caso de lenguajes multilingües.
Pueden utilizarse para una entrada única de cada información, o para entradas múltiples (lenguajes combinatorios), en una descripción del contenido resumida o extensa, como puente entre varios lenguajes en el caso de los metalenguajes y en los macrotesauros.
Cada lenguaje puede ofrecer una combinación especial de estas distintas fórmulas, con el fin de responder del mejor modo posible a sus condiciones de utilización.
Efectivamente, si el lenguaje documental es una representación de un conjunto de conocimientos y objetos es, sobre todo, un instrumento de trabajo que debe tener en cuenta las necesidades de los usuarios, la estructura y 'el funcionamiento del sistema documental, los tipos de productos y servicios que permitirá realizar, número y naturaleza de los documentos que hay que tratar, la calificación de los especialistas de la información que tendrán que utilizarlos, etc.
Cuanto más especializada sea la unidad de información, más numerosos serán los documentos, más complejos los productos y más importante y mejor estructurado tendrá que ser el lenguaje documental. En cambio, cuando menos cualificado sea el personal, más reducido y sencillo tendrá que ser el lenguaje documental.
Durante largo tiempo se han opuesto los lenguajes completamente jerarquizados y precoordinados, como las clasificaciones, a los lenguajes más recientes, sin jerarquización o con jerarquización discontinua y combinatoria como las listas de descriptores y los tesauros.
Los primeros reflejan el estado de los conocimientos en un momento dado: todas las combinaciones de nociones se han establecido previamente y sólo puede traducirse un aspecto o una dimensión de la información. Además, estos lenguajes son más difíciles de adaptar. Los segundos pueden adaptarse fácilmente y permitir todas las combinaciones necesarias para describir los distintos aspectos de la información.



En la actualidad, sin embargo, estas distinciones tienden a perderse en la práctica. Especialmente las facetas permiten introducir varios puntos de vista en la clasificación, mientras que los lenguajes coordinados deben estructurarse cada vez más, a medida que aumentan sus volúmenes.
La precoordinación y la postcoordinación son dos modalidades contrarias de organización y utilización de los lenguajes documentales.
En la primera, se escogen los descriptores, que son, por lo general, palabras compuestas que abarcan la totalidad de una noción. Por ejemplo, "cultivo por regadío de los cereales". Si el mismo lenguaje documental tiene una estructura precoordinada, el descriptor anterior podrá encontrarse en el subconjunto "técnicas de regadío". Un documento que trate este tema podrá, por tanto, ser descrito inmediatamente; inclusive si tiene mayor relación con los distintos cereales y su productividad que con las técnicas de regadío, se le recuperará entre los documentos que se refieren a este tema.
En la postcoordinación, por el contrario, las nociones se reducen a sus elementos constitutivos más simples. Por ejemplo, aparecerán los descriptores "técnicas agrícolas", "técnicas de regadío", "cereales", que se asociarán para describir el mismo documento. Cada descriptor pertenecerá a un grupo diferente, lo que permitirá recuperar el documento entre aquellos que se relacionan con uno u otro de estos puntos de vista.
La primera fórmula es más precisa, pero más rígida, y limitará la recuperación de la información. Ocurre lo contrario con la segunda fórmula. En la práctica son las condiciones concretas de funcionamiento del sistema documental las que orientan la elección de una u otra fórmula. Frecuentemente se asocian las dos (se combinan descriptores precoordinados) con el fin de lograr la mayor eficacia posible.
Las clasificaciones son lenguajes documentales en los que los descriptores, al permitir la representación de todos los conceptos y objetos de un determinado campo, se ordenan de modo sistemático en función de uno o varios criterios materiales o intelectuales. Son, pues, lenguajes precoordinados. Por lo general se fundamentan en las relaciones jerárquicas entre los términos, ya sea en su conjunto o por lo menos a nivel de las diferentes clases y subclases. Esta jerarquía depende naturalmente de un punto de vista particular en un momento dado (por ejemplo, el adulterio será, según las épocas y el lugar, un crimen, un vicio o un comportamiento social).
Teniendo en cuenta su estructura jerarquizada, las clasificaciones dan comúnmente a cada descriptor un símbolo de clase que puede ser de números, de letras o una combinación de los dos. Este símbolo indica la posición de cada descriptor, o sea, su importancia relativa y el grupo a que pertenece. Se utiliza luego en lugar del descriptor en las distintas operaciones, pues es más corto y más fácil de manejar.

Las clasificaciones decimales
Las clasificaciones llamadas decimales utilizan una numeración de diez signos, o sea, que cada clase, subclase, etc., está dividida en diez partes (por ejemplo, clases principales de O a 9, clases de 00 a 90, subclases de la clase 10 de 100 a 190, etc.). Esta noción tiene la ventaja de ser una estructura simple y continua, pero puede exigir una división arbitraria.
Las clasificaciones se aplican bien a un campo limitado y estable; aunque pueden dejarse casillas vacías, es bastante difícil actualizarlas o transformarlas como para tener en cuenta los cambios importantes que se presenten en la disciplina o campo de actividad de que se trate. A menos que sean muy especializadas, las clasificaciones sólo se usan habitualmente para describir el tema principal de un documento, en forma unitaria, ya que a cada documento corresponde solamente un símbolo de clasificación, o a 10 sumo, dos o tres.
. Las clasificaciones pueden servir no sólo para organizar ficheros, sino también para la ordenación material de los documentos en las estanterías. Por tanto, se recomiendan para las bibliotecas en las que los documentos tienen libre acceso, lo que permite hojear los libros libremente (browsing, bouquinage).
Las clasificaciones son los lenguajes documentales más antiguos. Se adaptan, sobre todo, al funcionamiento de las bibliotecas que tienen gran variedad de obras, o que manejan todos los campos, como las bibliotecas nacionales, universitarias y públicas. Pueden ser útiles en las unidades de información cuyo campo de actividad es multidisciplinario.
Se prestan poco a la descripción de temas concretos, pues en este caso los números de clase se vuelven muy largos. Como deben actualizarse regularmente, la extensión de la notación hace pesado el trabajo de las unidades de información que las utilizan; estas unidades se ven entonces obligadas a hacer sus propias adaptaciones, lo que hace perder toda posibilidad de comunicación y de intercambios directos. Las clasificaciones más conocidas son las de Dewey (CDD) y la decimal universal (CDU).
La CDD fue creada por el bibliotecario americano Melvin Dewey.
Su primera edición, de 1876, tenía 1.000 secciones; la edición actual, que es la decimonovena, tiene 20.000. Existen también ediciones completas en español y en francés; se está realizando una traducción al árabe y se han hecho numerosas traducciones parciales. Es una clasificación decimal que comprende diez clases principales (O Generalidades, 1 Filosofía, 2 Religión, 1 Ciencias sociales, 4 Lingüística, 5 Ciencias, 6 Técnicas, 7 Bellas Artes, 8 Literatura, 9 Historia y Geografía) y subdivisiones comunes de lugar y de forma. La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América mantiene al día la clasificación de Dewey, que se utiliza en el mundo entero.

La Clasificación Decimal Universal
La clasificación decimal universal es obra de los abogados belgas Pierre Otlet y Henri Lafontaine a partir de 1895, tomando como bese la clasificación de Dewey. La Federación Internacional de Información y Documentación (FID) la mantiene al día. De esta obra existen ediciones completas, abreviadas o especializadas (para la educación, la meteorología, etc.) en muchas lenguas. Se utiliza, sobre todo, en Europa. La FID, basándose en trabajos de comités especializados, publica regularmente adiciones y correcciones.
La CDU utiliza las clases de la CDD, pero ha fusionado la 4 y la 8 (Lingüística y Literatura), quedando vacía actualmente la 4. La CDU consta de tres categorías de índices. Los números principales se refieren a los objetos y a los conceptos y están distribuidos en las diez clases de tablas principales.
Las divisiones analíticas se relacionan con las características generales y se aplican a cualquier grupo principal o a sus subdivisiones. Figuran en las tablas principales inmediatamente después del número en cuestión (por ejemplo, 636 Ganadería, 636.084 Alimentación del ganado). Las divisiones comunes son características de 'idioma, lugar, población, tiempo, forma, punto de vista, que pueden aplicarse a cualquier número principal; éstas figuran en tablas auxiliares.
La CDU emplea, además, signos' de puntuación para distinguir los distintos tipos de número, y es posible combinar varios números utilizando signos de relación; por ejemplo, relación general se designa con una coma (,), intersección con dos puntos (:), adición con un más (+), extensión con una barra (l). Aunque la CDU permite de este modo la descripción de los temas complejos con precisión, es una clasificación jerarquizada y enumerativa -como todas las c1asificaciones- lo que nos permite fácilmente mostrar las relaciones entre los temas.

Las clasificaciones facetadas
Las clasificaciones facetadas ordenan los conceptos y objetos en clases, pero son multidimensionales, o sea, que están ordenados dentro de cada clase, en función de distintos puntos de vista. Por ejemplo, las construcciones pueden aparecer en la clase principal de las técnicas y serán consideradas en función de los materiales (madera, arena, Iadri110, piedra, etc.), de la utilización (vivienda, industria, comercio, oficinas, etc.), de la altura (uno, dos, tres o más pisos), de la ubicación (en el campo, en la ciudad) y así en los demás casos.
Por lo general, las clasificaciones facetadas no enumeran todos los temas, sino sólo los que son útiles clasificándolos por faceta, ya que ésta puede servir de guía para una eventual extensión. Las facetas permiten describir con precisión los temas complejos. Pueden ser uniformes o adaptables a cada categoría temática.

Este sistema clasificatorio fue desarrollado por el bibliotecario hindú Shiyali Ramanrita Ranganathan, como continuación de los trabajos del americano Bliss. Ranganathan produjo en 1933 una clasificación universal que lleva el nombre Colon Classification (CC) y está basada en el principio de las facetas.
En esta clasificación, las facetas dependen de cinco categorías fundamentales: personalidad, materia, energía, lugar y tiempo, que siempre aparecen en el mismo orden. Se utiliza una notación compleja y relaciones sintácticas para indicar las correspondencias entre dos símbolos (por ejemplo WOgU: influencia de la geografía (U) sobre la ciencia política (W) donde (O) representa la relación general y (g) la naturaleza de esta relación: relación de influencia. La notación es bastante complicada, pero se trata de un lenguaje muy elaborado que permite una descripción completa de cualquier información.
La Colon Classification se utiliza mucho menos que las demás clasificaciones universales, pero sus trabajos han tenido un influjo considerable y el principio de las facetas tiene enorme aplicación en muchos lenguajes documentales y en clasificaciones como los tesauros.
Las clasificaciones especializadas se realizan con el fin de satisfacer las necesidades de una unidad de información en particular, o de categorías de unidades que trabajan en el mismo campo. Hay gran variedad de estas clasificaciones en cuanto a su extensión, su principio de elaboración, su tipo de organización, su sistema de notación, etc. Tienen la ventaja de acomodarse muy bien a las necesidades específicas de las unidades que las utilizan y de poder ser actualizadas con mayor facilidad. Sin embargo, esta ventaja se contrarresta con la dificultad de comunicación.
Existen clasificaciones facetadas especializadas, tales como la clasificación de la educación del Instituto de Educación de Londres, o la SIFB (Society of Intemational Fumace Builders), clasificación de la construcción que se utiliza en veintitrés países. Existen clasificaciones especializadas destinadas a una sola unidad, y otras, como la clasificación de Oxford sobre ciencia forestal, que se emplean en el mundo entero.
Las taxonomías y las listas sistemáticas o nomenclaturas son clasificaciones particulares y son a la vez producto e instrumento de la investigación científica. En ellas los objetos se clasifican en orden jerárquico, no en función de un punto de vista abstracto, sino en función de caracteres observables organizados lógicamente. Han sido objeto de tales clasificaciones las especies animales y vegetales, los minerales, los productos químicos, 16s suelos y las capas geológicas.


Estas clasificaciones tienen la ventaja de ser muy precisas y de servir de referencia a todos los científicos que trabajan en estas disciplinas. Las unidades de información relacionadas con estos campos muestran interés en utilizarlas corno lenguaje documental o en incorporarlas en su lenguaje, según las necesidades y posibilidades. Además, pueden evolucionar en ciertos aspectos de acuerdo con los progresos de la investigación; es necesario procurar que se utilicen las que los usuarios especialistas aceptan más comúnmente.
Los encabezamientos de materia consisten en descriptores formados por palabras simples o compuestas, elegidas con frecuencia empíricamente, a partir del contenido del documento, con el fin de describir los distintos sistemas con cierta precisión. Es un lenguaje documental en el que cada descriptor es independiente de los demás.
En las listas de este sistema generalmente sólo hallamos referencias cruzadas (por ejemplo, «Lenguaje documental»~ véase también «Clasificación», «Documentación», «Lingüística»).
Se puede utilizar uno O varios encabezamientos de materia para describir un documento. Por ejemplo, un documento que trate de la influencia de la fluctuación de las monedas sobre la balanza de pagos de los países en desarrollo se clasificará en «Economía» y para lograr encontrar con mayor precisión los temas a que se refiere dicho documento se le asignarán las materias «Fluctuación de monedas», «Balanza de pagos», «Comercio internacional», «Términos de intercambio», «Países en desarrollo».
El fichero de materias se organiza por orden alfabético de los encabezamientos de materia; la reseña del documento aparecerá detrás de cada sección. También es posible combinar las materias entre sí; éstas se convierten entonces en encabezamientos secundarios. Por ejemplo, «Balanza de pagos-Países en desarrollo» (encabezamiento secundario), «Países en desarrollo-Balanza de pagos» (encabezamiento secundario).
Los encabezamientos y sus subencabezamientos, lo mismo que sus referencias cruzadas, constituyen por lo general el objeto de una lista alfabética que reproduce la organización del fichero. El orden de las palabras en las materias se invierte a menudo con relación al lenguaje natural con el fin de facilitar los reagrupamientos (en el ejemplo anterior se hallaría probablemente: «Monedas, fluctuación de»).
Listas de palabras clave
Otro tipo de lenguaje coordinado son las listas de palabras clave; este lenguaje se ha desarrollado con la mecanización de las unidades de información. La distinción entre palabra clave y descriptor es por lo general arbitraria y circunstancial. Reservemos la expresión palabras clave para las voces que se extraen directamente del lenguaje natural de los documentos y que empleamos sin modificación, mientras que los descriptores resultan de una selección y de un tratamiento del lenguaje que sigue a la extracción.
Las palabras clave se escogen empíricamente en los documentos de acuerdo con su aptitud para expresar el contenido de la información. Permiten una descripción pormenorizada y se prestan a todas las combinaciones posibles entre ellas. Se agrupan en listas alfabéticas. El duro trabajo que significa su manipulación se compensa con la utilización de computadoras. Sin embargo, es difícil garantizar la coherencia de un lenguaje de este tipo y muy pronto se siente la necesidad de selección, es decir, de escoger ciertas palabras clave que han de convertirse en descriptores.
Las listas de descriptores pueden contener simplemente las listas de términos seleccionados, en orden alfabético, pero se les puede agregar a los términos correspondientes algunos sinónimos del lenguaje natural. También se puede, avanzando un poco más en la organización del lenguaje, establecer relaciones entre los descriptores; se obtiene entonces una «lista sistemática». A estos grados crecientes de organización corresponde una posibilidad de evitar los empleos dobles, la multiplicación de palabras demasiado precisas, que sólo tienen interés para algunos documentos, o el uso equivocado de los descriptores.
Por ejemplo, un documento sobre la coordinación entre ferrocarril y carretera se describiría en una clasificación jerarquizada mediante el número correspondiente 551. Con una lista de descriptores, éstos se expresarían combinando tres términos: «transporte por carretera», «transporte ferroviario», «coordinación de transportes», que permiten conservar los tres aspectos de documento.
Este lenguaje permite, por tanto, una descripción precisa de la información y todas las agrupaciones que se deseen. Es un lenguaje muy flexible y puede acomodarse de acuerdo con las necesidades que se vayan presentando. Su empleo es muy sencillo y cómodo gracias a su semejanza con el lenguaje natural.
No obstante, las búsquedas complejas exigen numerosas combinaciones, que incluso con el auxilio de las computadoras se hacen difíciles y los riesgos de error subsisten a causa de la organización del lenguaje que resulta poco profunda. Las listas de palabras clave, como las listas de descriptores, difícilmente van más allá de las mil palabras. Estas listas siempre son especializadas y tratan de una disciplina o. de un campo particular de actividad. Por otra parte, esta es una de las ventajas específicas que les permite agrupar sin dificultad todas las nociones útiles para una actividad especializada, sobre todo si esta actividad es interdisciplinaria (en cambio, la estructura lógica de una clasificación se adapta más difícilmente a esta situación).

El tesauro
El tesauro representa un método muy útil de organización de un lenguaje documental combinatorio. Es un conjunto controlado de términos entre los cuales se establecen relaciones jerárquicas y analógicas. Si es necesario, se dan las relaciones de sinonimia con las palabras del lenguaje natural, y se aplican a un campo particular del conocimiento. Un tesauro puede tener desde varios centenares hasta unos veinte mil términos; el término medio es aproximadamente tres mil. Los términos tienen una significación unívoca, no ambigua; se eliminan los casos de polisemia y se controlan los sinónimos.
Los tesauros son generalmente especializados, pero algunos cubren un campo bastante amplio y todo un sector de las ciencias y de la técnica, como ocurre en el caso del TEST: Thesaunts of engineering and scientific terms del Engineers joint Council, que contiene más de 17.810 descriptores.
Los tesauros se organizan por temas y/o facetas, subconjuntos jerarquizados, etc., pero aparecen cada vez más en forma totalmente jerarquizada. Cada subconjunto puede contener hasta cincuenta descriptores. Un tesauro tiene normalmente una parte sistemática en la que aparecen los descriptores por grupos y una parte alfabética.
El tesauro tiene la ventaja de la especificidad, es flexible y eficaz para describir completamente la información, pero en la mayoría e os casos requiere un trabajo de preparación considerable. Muy raras veces puede reutilizarse un tesauro tal como aparece. Por otra parte, se asiste ahora a una proliferación de estos lenguajes, lo que hace muy difícil la comunicación de la información entre unidades y exige esfuerzos de normalización y de búsqueda de compatibilidades o armonía entre ellos.
Las listas de autoridades son lenguajes de aplicación limitada, en las que se consignan, a medida que se utilizan, los nombres propios (nombres propios, de organismos, toponímicos y siglas) que sirven para describir ciertos documentos. Se clasifican por orden alfabético, a veces con referencias cruzadas, por ejemplo entre el nuevo y el antiguo nombre de un organismo, o del nombre completo a la sigla correspondiente.
Estas listas sirven, además, para garantizar que los nombres aparecerán siempre de la misma manera, lo que condiciona]a búsqueda, pues estos nombres suelen citarse en los documentos de distinta manera. Las listas de autoridades se utilizan simultáneamente con otro lenguaje.
Los unitérminos son descriptores formados por una sola palabra. Por ejemplo, la noción «tráfico vial» se expresa con los descriptores «Tráfico» y «Vías». Este sistema, que extrema la lógica de la postcoordinación, fue elaborado por el americano Mortimer Taube. Es un sistema que permite reducir considerablemente el volumen del vocabulario, pero no se adapta muy bien a los temas complejos, pues en el momento de realizar la búsqueda, la combinación tráfico + vías nos dará tanto los documentos sobre el tráfico aéreo como los de las vías marítimas.
Los lenguajes multilingues se utilizan en las unidades o sistemas de información cuyos usuarios hablan dos o varias lenguas y no pueden utilizar una sola.
Puede tratarse de la adaptación de un lenguaje fuente establecido en una lengua que se traduce a otras, o de un lenguaje que se ha establecido simultáneamente en las diferentes lenguas. Esta última fórmula es preferible, pues sigue más de cerca las pautas particulares de cada lengua. Existen tantas clasificaciones como listas de descriptores o de tesauros multilingües.

Las indicaciones sintácticas son expresiones, signos o convenciones de la escritura que permiten indicar en la descripción de una información cuál es la función (o la relación) de un descriptor respecto de otro u otros; esto permite evitar cualquier ambigüedad de los descriptores y en algunas ocasiones construir frases que den una descripción más completa y menos ambigua de la información. Sin embargo, las indicaciones sintácticas complican el lenguaje documental y son de difícil manejo, por lo cual se utilizan cada vez menos, sobre todo, porque se pueden reemplazar ventajosamente con las soluciones que ofrece la lógica de búsqueda por ordenador y los lenguajes sintácticos automatizados.
En la mayoría de los casos, la descripción de una información mediante el lenguaje documental se convierte en una yuxtaposición de términos: al leerla, no se sabe de dónde proviene cada elemento, ni se distingue lo importante de lo secundario, etc. Por ejemplo, si un documento trata de las importaciones de trigo y de las exportaciones de café, se describe por Importación, Exportación, Trigo, Café, pero esta lista no permite saber si el trigo se importa o se exporta, o ambas cosas. Si hay interés en-la importación de café, no resulta conveniente este documento. Para lograr una selección precisa, hay que unir entre sí las descripciones apropiadas. Se puede conseguir esta selección colocando los descriptores asociados, unos después de otros, en orden pertinente, en el caso de que se lea toda la descripción (Importación Trigo) (Exportación Café). También pueden establecerse relaciones marcando con el mismo signo los descriptores que deben ir juntos; por ejemplo (Importación Trigo) (Exportación Café) o Importación (1), Trigo (1), Exportación (2), Café (2).
Puede ocurrir también que el documento se dedique en su mayor parte a las importaciones de trigo, lo que no revela en absoluto la yuxtaposición de los descriptores. En este caso, deberá utilizarse la ponderación, signo convencional que indica la importancia relativa del tema en el documento. Por ejemplo, 1 muy importante, 2 importante, 3 secundario. Se tendría entonces Importación (1), Trigo (1), Exportación (3), Café (3). Se puede convenir también que el orden de aparición de los descriptores designe su importancia relativa.
Puede necesitarse describir relaciones más compleja'>, por ejemplo, distinguir la causa del efecto, la procedencia del destino. En este caso, se utiliza el indicador de función que se coloca a cada descriptor para indicar su función. Por ejemplo, para describir un documento que tiene como tema «la sequía produce una disminución de las exportaciones de café y exige un aumento de las importaciones de trigo» tendríamos: Sequía (C), Importación (R), Trigo (R), Exportación (R), Café (R), para lo cual C indica la causa y R la consecuencia.
Los lenguajes documentales sintácticos van todavía más lejos en la precisión de las descripciones, para lo cual determinan cierto número de relaciones útiles entre los descriptores y las codifican mediante símbolos o con frases especiales entre los descriptores, en las que el orden de las palabras indica la naturaleza de sus relaciones reciprocas, o también combinando las dos fórmulas. Según los casos, pueden crearse las relaciones que se deseen, unas diez o más. En el ejemplo anterior, podría tenerse: Sequía = (Importación + Trigo) A, (Exportación + Café) D, donde el signo = indica que el descriptor precedente es la causa de los descriptores que siguen, + la coordinación, A el aumento y D la disminución. De este modo puede distinguirse este documento de un documento descrito: (Exportación + Café) A = Importación + Trigo I Sequía 1, donde I indica una circunstancia conexa, cuyo tema será: «El aumento de las exportaciones de café permite hacer frente a las necesidades de importación de trigo a pesar de la sequía».
En los sistemas documentales manuales, la utilización de lenguajes sintácticos ha resultado demasiado restringida en relación con las ventajas que ofrece. Pero el empleo de la informática y el progreso de la lingüística computacional permitirá en el futuro, sobre todo con fórmulas de frases tipo (llamadas Elaboración de un lenguaje documental
La elaboración de un lenguaje documental se basa primeramente en el análisis detallado del sistema en que ha de emplearse. Se trata, una vez más, de construir una herramienta para un trabajo determinado y no sólo de escoger y reunir palabras que sean lógica y lingüísticamente satisfactorias.
Después de haber hecho este análisis del sistema, el examen de los lenguajes ya existentes y de haber tomado la decisión de adaptar un lenguaje o de construirlo, se establece un plan de trabajo de acuerdo con los recursos humanos, materiales y financieros de que se disponga. La adaptación o construcción de un lenguaje es una tarea de varios meses y frecuentemente de varios años que requiere diversos tipos de colaboración.
Se pueden utilizar dos métodos de elaboración: el método a priori, que consiste en hacer un recuento de la terminología existente, a partir de índices, diccionarios, otros lenguajes documentales, taxonomías, etc., y de listas de términos suministradas por especialistas; el método a posteriori o analítico, que consiste en extraer los términos de un conjunto representativo de documentos, difícil de establecer, o tomarlos de los documentos y consultas tratadas, a medida que se realizan las operaciones documentales, durante un periodo más o menos largo. En la práctica, se combinan generalmente estos dos métodos.
A continuación, se realiza una agrupación de los datos lexicográficos y posteriormente su selección. En esta etapa se comienza a anotar las relaciones de los descriptores potenciales y a agruparlos en conjuntos más o menos importantes. La selección se hace sobre una base sistemática, por temas, más que sobre una base individual. Se seleccionan luego los descriptores y se escoge su forma.
Después de lo anterior, se procede a la organización del conjunto, que ya se habrá diseñado con anticipación. A continuación, se establecen, en caso necesario, las relaciones entre los descriptores.
A continuación es necesario practicar pruebas haciendo evaluar el lenguaje por especialistas, utilizando un número representativo de documentos y consultas.
Este se utilizará durante cierto tiempo con una vigilancia constante y luego se realizará una revisión y una nueva edición que será en realidad la primera edición operativa.
Este trabajo requiere la colaboración de especialistas de la información y de los campos de que se trata. Si el lenguaje es importante, se debe, por lo general, recurrir a un especialista en la elaboración de lenguajes documentales, bien como asesor o como responsable del trabajo.
El volumen del lenguaje depende de la cantidad de información que hay que tratar, también de la naturaleza del tema, del grado de especialización de la unidad y de las características de sus productos y servicios. Su tipo de organización depende también de estos factores, pero, sobre todo, del equilibrio que se quiere obtener entre la precisión y la exhaustividad.





Trabajo práctico N° 4
Lea atentamente el módulo y realice una síntesis del mismo



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Catalogación y Clasificación III
Módulo 5
Unidad V
·La catalogación y los instrumentos normalizadores
·Normalización. Norma ISO-2709
·Manual de referencia UNISIST
·El formato MARC. Presente y futuro de los formatos MARC. Formato UNlMARC. Formatos no MARC
·Los formatos y su aplicación práctica.
·El formato ISDS.
Objetivos:

- Conozcan los instrumentos normalizadores utilizados para la catalogación
- Posean conocimientos teórico-prácticos sobre los diversos tipos de formatos


ESQUEMA DE CONTENIDO UNIDAD 5
Catalogación y Clasificación III
* La catalogación y los instrumentos
normalizadores
* Normas internacionales para la descripción
bibliográfica ISBDs
* Los formatos y su .aplicación práctica
- Introducción
- Terminología básica
- Diseño de un registro: estructura y formato
- Normalización
- La Norma 150-2709
- El formato MARC
- Manual de Referencia de UNI515T
- Formato Común de Comunicación de
la Unesco
- El Formato ISDS

La catalogación y los instrumentos normalizadores

La normalización aplicada al campo que nos afecta, el documental, permite facilitar el tratamiento y la transferencia de la información, como postula AFNOR", pero este intercambio no sería fructífero si sólo se aplicara en el interior de cada país, siendo por lo tanto verdaderamente beneficioso el que sea internacional, La normalización documental es para García Gutiérrez" "la organización racional de los conocimientos y sus soportes, y el tratamiento y dinamización del conjunto acumulado en ellos".


Normas internacionales para la descripción bibliográfica ISBDs

La redacción de los primeros asientos bibliográficos no respondía a criterios únicos, al tiempo que la explosión documental hacia su aparición. Por ello "para facilitar la difusión de la ingente producción intelectual en un mundo que se pretende sin fronteras científicas o culturales, los organismos internacionales implicados en el tema (UNESCO, FID, IFLA, ISO, etc.) se han volcado durante las últimas décadas en la creación de una normativa común para la descripción bibliográfica o de cualquier categoría documental, que haga comprensible y, sobre todo, intercambiable la información sobre cualquier producto intelectual elaborada en los más diversos ámbitos geográficos y lingüísticos, a la vez que respete las peculiaridades inherentes a cada uno de ellos".
Así, en el año 1969 se celebró en Copenhague la Primera Reunión Internacional de Expertos en Catalogación y en ella se discute por primera vez, la posibilidad de establecer unas normas de descripción bibliográfica a nivel mundial. Como consecuencia de ello en 1971 se publica la edición preliminar de la ISBD (M):
Intemational Standard Bibliographic Description (Monographic). Se centraron en las monografías, pensando que en ese momento constituían la parte más voluminosa de los fondos generales de una biblioteca, no teniendo en cuenta las futuras necesidades de otros tipos de documentos, tales como revistas, mapas, material audiovisual, etc., que posteriormente tendrían que contemplar otras ISBDs.
En 1974 aparece un nuevo texto de la ISBD (M), que se constituye en la primera edición normalizada que especifica los requisitos para la descripción e identificación de los documentos, asignando un orden a los elementos de esa descripción y prescribiendo su sistema de puntuación. Su objetivo principal es facilitar la comunicación bibliográfica internacional, haciendo intercambiables los asientos procedentes de diferentes fuentes, facilitando la interpretación de dichos asientos las barreras lingüísticas posibilitando la conversión de los mismos a formato legible por ordenador.

En el año 1977 se publico la ISBD (G), general que incluía la descripción normalizado de todo tipo de materiales, intentando resolver con ello las dificultades que encontraba la FIAB en su proyecto de control Bibliográfico Universal.
A la estructura de dicha norma deberían someterse todas la ISBDs específicas que se redactasen. Esto originó una revisión de la ISBD (M), y la publicación en 1978 de la primera edición revisada. Mientras tanto aparecieron múltiples normas de descripción bibliográfica, como la ISBD (S), para publicaciones seriadas; la ISBD (CM) para material cartográfico, ISBD (NBM) para material no librario, ISBD (A), para publicaciones antiguas y ISBD (PM), para música impresa. Posteriormente la ISBD (CF), para archivos de computadora y la ISBD (CP) para partes de una publicación.
El objetivo principal de estas normas ISBD es facilitar la comunicación internacional de información bibliográfica, y 10 consiguiente mediante estos procedimientos:
2) Facilitando la interpretación de dichos asientos pese a las barreras lingüísticas
Estas normas descriptivas son básicamente un código estricto que regula la ordenación de todos y cada uno de los elementos que intervienen en ella, de tal suerte que siempre ocupan un lugar determinado y los signos de puntuación que emplean son específicos y normalizados. En efecto, la puntuáción establecida permite separar las áreas y los elementos que la conforman de manera inequívoca, facilitando la búsqueda tanto manual como automatizada.
La aplicación de esas normas de descripción bibliográfica permitirán el Control Bibliográfico Universal (CBU) consiguiéndose una descripción uniforme por todos los organismos encargados de producir bibliografías. Entre los principios de este CBU están:
- Reconocimiento de que cada país es el más cualificado para identificar y registrar las publicaciones de sus autores nacionales.
- Aceptación por parte de todos los países de la normativa bibliográfica internacional a la hora de confeccionar sus propios asientos bibliográficos.
La descripción que resulta de la aplicación de las ISBD, generalmente no se utiliza de forma aislada, sino que estará formando parte de un registro completo (encabezamiento, registro de asientos secundarios, número de clasificación y encabezamientos de materia) en un catálogo.

Los formatos y su aplicación práctica
Como introducción al tema de los formatos bibliográficos, conviene ofrecer algunas nociones básicas sobre el proceso de conversión de datos en forma electrónica, con un doble objetivo: proporcionar unos conocimientos indispensables para familiarizarse con el dominio de las Tecnologías de la Información y ofrecer una visión de conjunto del significado de la terminología habitual utilizada en este campo.
De hecho, y con demasiada frecuencia, se utilizan vocablos diferentes para definir un mismo concepto, términos que podríamos identificar como sinónimos pero que, en realidad, no son considerados como tales, puesto que· su significado y las diversas acepciones que se les atribuyen se deben a los distintos contextos que los enmarcan; es decir, según las diferentes ramas del saber en que se utilizan o los especialistas que los aplican.
Gredley y Hopkinson ofrecen una descripción concisa de los conceptos clave necesarios para iniciar en el estudio de los formatos bibliográficos, incluso para los profesionales del mundo de la biblioteconomía y la documentación que, por diversos motivos, no han tenido la oportunidad de adentrarse en el terreno de la automatización.

Terminología básica
Comenzamos por definir el registro como un conjunto coherente de datos agrupados y relacionados entre sí, tratados como una unidad por una aplicación. Entendiendo por aplicación un programa de ordenador diseñado para llevar a cabo una determinada tarea, como por ejemplo la automatización de una cadena de producción industrial, de la gestión de una empresa, o de una unidad de información.
Cada uno de estos conjuntos se identifica con una entidad independiente; es decir, con una unidad que es reconocida por el sistema.
Si aplicamos esta terminología al catálogo tradicional de una biblioteca, será posible determinar la correspondencia entre los elementos de este catálogo y los conceptos hasta ahora expuestos. El registro equivale al asiento catalográfico (también llamado registro bibliográfico o, en un lenguaje más vulgar, ficha bibliográfica). El punto de acceso (o encabezamiento) y las diferentes partes (las áreas) en que se divide la descripción bibliográfica, así como el resto de elementos que completan el asiento (número de registro, entradas secundarias, signatura topográfica) constituyen el citado conjunto de datos.
Así pues, cada registro se divide en varias unidades (elementos), y estos elementos, de acuerdo con las especificaciones del sistema, equivalen a campos o a subcampos (dependiendo de que el sistema contemple o no la existencia de estos últimos).
Por ejemplo, en algunos Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria, la aplicación de catalogación considera el área de título y mención de responsabilidad corno un campo dividido en varios subcampos: Título, subtítulo, Título paralelo, autor (o autores), prologuista, colaboradores, traductores, etc.
Otros sistemas, en cambio, únicamente distinguen entre: Título propiamente dicho, subtítulo y/o título paralelo, y resto de la portada (incluyendo en este último subcampo toda la información que según las normas ISBD se incluye a partir de la barra (/) que precede a la primera mención de responsabilidad.
Sin embargo, debemos hacer una observación: los campos constituyen unidades con entidad propia, es decir: tienen significado por sí mismos; en cambio los subcampos, constituyen una parte del campo que nos proporciona información sobre éste, pero que no puede existir por sí misma, sino que necesita del campo como punto de referencia. Por ejemplo: Si consideramos el área de publicación de un registro como un solo campo, coincidiendo con el pie de imprenta, y separamos sus tres elementos: lugar, editor y año, habremos dividido el campo en tres subcampos. Fácilmente comprenderemos que cualquiera de ellos no tendría sentido fuera del contexto del campo de publicación. También en este caso, algunos sistemas consideran el lugar de edición y la editorial corno un campo y el año de la publicación como una unidad
independiente.

Cualquiera de las definiciones que utilicemos, hemos de tener en cuenta la diferencia de matices que el término puede presentar. Para Gredley y Hopkinson, un campo consiste en cada una de las partes del registro cuyo contenido corresponde a una característica ( atributo), o grupo de características determinadas, de la unidad representada por este registro.

Diseño de un registro: estructura y formato

Para el proceso automático de los datos, cualquiera que sea su tipología, una aplicación requiere información precisa que permita el almacenamiento, manipulación y posterior recuperación de los registros. Y puesto que la recuperación se realiza a partir de datos concretos (autor, título, materia, etc., o incluso por una parte de estas unidades) y no del registro completo, la disposición de los datos se realiza de acuerdo con una trayectoria prescrita y/o añadiendo códigos, o etiquetas, (llamados designadores de contenido). como señales de identificación.
El diseño para la disposición de los datos en el registro para su manipulación posterior, constituye la estructura física de los 'registros.

Aunque los términos formato y estructura a veces se usan indistintamente, es conveniente precisar el significado de cada uno de ellos. Así, mientras la estructura consiste estrictamente, en la disposición de los datos, un formato incluye los códigos utilizados. Esta diferencia habrá que tenerla presente para entender las diferentes definiciones que podemos encontrar de formato. A título de ejemplo veamos la que nos da el Glosario ALA de Bibliotecas y Ciencias de la Información:
Formato: (En almacenamiento y recuperación de la información). Disposición de los datos en un soporte de almacenamiento, entrada o salida y el código o conjunto de instrucciones que dirigen esa disposición. Para Avram y Guiles, un formato para registros legibles por ordenador consta de: estructura, designadores de contenido, y la propia información.
Es por ello que los formatos de datos bibliográficos responden a las diferentes modalidades adoptadas para la descripción bibliográfica en soporte legible por máquina.
Los códigos que ocupan las primeras posiciones de cada uno de los campos, o subcampos, las (etiquetas) permiten que el sistema agrupe las diferentes unidades de acuerdo con el tipo de información que contienen y, en consecuencia, serán los elementos clave para la recuperación de registros. Al mismo tiempo, esta codificación proporciona mayor rapidez al proceso, puesto que si bien el ordenador puede leer todo el registro para localizar un término concreto, las etiquetas evitan la tarea de investigar en aquellos campos, o subcampos, entre cuya información no es necesaria la presencia de un dato específico.
Por ejemplo: Si deseamos recuperar todos los registros cuyo autor es Lancaster, no es necesario investigar por el campo de publicación, ni por el de título, ni siquiera por materias. El sistema únicamente tiene que averiguar los datos del campo autor, y también del registro de fichas secundarias (o tracing) de autores. Pero, si lo que interesa es obtener bibliografía sobre una materia específica, será suficiente la investigación en los campos correspondientes a esta información.
La catalogación es una tarea compleja que requiere una actividad intelectual por las peculiaridades de la información que contienen los documentos. Desde los orígenes de la automatización de las unidades de información, la longitud fija de los campos de un registro suponía una grave dificultad para la recuperación de la información. Fue en la Universidad de Florida (Florida Atlantic University) donde se diseñó por vez primera un sistema con campos de longitud variable, valiéndose de etiquetas (o tags) para su identificación. Y en la actualidad los formatos bibliográficos contemplan la posibilidad de una cadena de producción industrial, de la gestión de una empresa, o de una unidad de información.
Teniendo en cuenta los diferentes tipos de bibliotecas y considerando que el objetivo final del proceso documental es la difusión de la Información, es lógico imaginar que mientras unas bibliotecas necesitan formatos sencillos (con pocos campos), para que el usuario sea capaz de identificar fácilmente los documentos, como sucede en las bibliotecas infantiles, otras exigen formatos más complejos que incluirán los campos necesarios para realizar una catalogación exhaustiva conforme a las normas ISBD. En otros centros (bibliotecas especializadas), es necesario tener en cuenta un campo para el resumen del documento, y la posibilidad de recuperación por cualquier palabra del texto, etc.

Sin embargo a pesar de que esta diversidad proporciona mayor funcionalidad a los diferentes sistemas, para el intercambio de información es necesario adoptar unas normas preestablecidas que lo permitan, es decir que aquellos centros que participen en el intercambio, importando y/o exportando registros, tienen que atenderse a unas mismas normas en cuanto a la estructura de estos registros. De ahí la necesidad de la normalización,
De entre las muchas definiciones del término normalización, citaremos únicamente aquellas que por su contenido o por el campo de actividad de sus autores nos parecen más adecuadas para el entorno en que se está desarrollando este capítulo. Según González de Guzmán: Normalizar es codificar un procedimiento para resolver un problema que se repite con frecuencia, ordenando sus datos con un criterio unificado y lógico, y garantizando la solución. Para' La Ferte y Sutter, investigadores de la AFNOR, una norma consiste en un dato referencial, resultado de un trabajo colectivo, razonado, con el fin de servir de base de entendimiento para la resolución de problemas repetitivos.
La normalización, que comenzó estableciéndose en el campo de la industria, posteriormente alcanzó la actividad científica, tanto experimental como social y humana, y se convirtió en objetivo no sólo de la ISO sino también de otras instituciones internacionales. A este respecto, la normalización figura como objetivo en los programas de UNESCO, UNISIST, FID, IFLA/FIAB, todos ellos relacionados con el mundo de la biblioteconomía y la documentación.
En el campo de la Documentación, la normalización permite simplificar y racionalizar los métodos propios del análisis documental, si bien en las operaciones relacionadas con el análisis formal, cuenta con un amplio consenso internacional a este respecto.
Con las normas AACR2 e ISBD, la normalización se impuso para la catalogación, extendiéndose también para la descripción bibliográfica en soporte legible por máquina. Del mismo modo que no todas las unidades de información han adoptado las reglas mencionadas, tampoco existe total unanimidad respecto a los formatos de intercambio de datos, o formatos de comunicación que, como su nombre indica, permiten la manipulación de los registros por diferentes sistemas.

Algunos formatos han sido creados con una dependencia muy fuerte de las aplicaciones para las que fueron diseñados, pudiendo ser utilizados solamente dentro de esos ámbitos.
En este capítulo estudiaremos, sin embargo, los formatos de intercambio de información bibliográfica (Exchange formats) puesto que son los que determinan la disposición de los datos en los registros con el objetivo de intercambiar información entre diversos sistemas, nacionales o internacionales. En consecuencia estos formatos tienen que permitir la manipulación de la información que soportan en diferentes aplicaciones, por una parte, y por otra permitir el tratamiento de los diversos tipos de documentos.
Bibliotecas y servicios de referencia (servicios de recuperación de la información, indización y resumen) han adoptado diferentes formatos bibliográficos para el intercambio de información. Las bibliotecas fueron pioneras en este aspecto, si bien los servicios de referencia tenían a su favor su experiencia en el campo de la Informática. Por ello, aunque en la actualidad bibliotecas y servicios de indización y resumen han adoptado formatos diferentes, en realidad parten de una misma estructura.

La Norma /SO-2709

De entre las normas dictadas por la ISO en colaboración con las Instituciones relacionadas con la Documentación, estudiaremos la Norma ISO 2709, porque corresponde a la descripción bibliográfica por medios informáticos; si bien, para completar la catalogación hace referencia a otras normas (lenguas, países, transliteración ... ).
Esta norma ISO 2709 describe la disposición de datos sobre banda magnética para el intercambio de información bibliográfica, aunque la misma es también aplicable a otros soportes.
Especifica los elementos requeridos para un formato de intercambio general que tendrá en cuenta las descripciones de documentos de todo tipo, susceptibles de ser incluidos en una bibliografía (así como otros registros relacionados, como por ejemplo los registros de controlo de autoridades). Sin embargo, no especifica el tamaño del registro, ni el contenido de los campos, ni el valor de los códigos que utiliza.
En cuanto a la norma ANSI 239.2-1979 es la norma nacional americana equivalente a ISO 2709. Ambas normas constituyen la base para la estructura de los registros MARC.
La norma 2709, además de exponer los objetivos y su campo de aplicación, así como las definiciones de los términos que identifican cada uno de sus elementos, describe la estructura general de un registro y las cuatro partes que lo componen: cabecera, directorio, zona de datos y separador de registros.

Cada una de estas cuatro partes está compuesta a su vez por una serie de elementos de acuerdo con la información que contiene. Al mismo tiempo, de acuerdo con la naturaleza de esta información la norma indica la longitud de estos campos: longitud fija o longitud variable.
De entre las definiciones mencionadas, las correspondientes a los códigos utilizados para el intercambio de información son las siguientes:
- Etiquetas. Código de tres caracteres que especifican la zona de datos.
- Indicadores. Códigos que proporcionan información sobre el contenido de un
campo determinado, o de su relación con otros campos, u otra información que requiera el programa acerca de este campo.
- identificadores (de subcampo). Códigos que permiten reconocer los diferentes elementos de cada campo bibliográfico. Los identificadores van siempre precedidos de un código separador de subcampo .
. - Códigos separadores (de campo, de subcampo y de registro ). Conjunto de caracteres utilizados para dividir las distintas unidades de datos de manera lógica y, eventualmente, jerárquica.
La cabecera es el campo de longitud fija por excelencia y la zona de datos está compuesta por campos de longitud variable. El directorio, en cambio, es 1m campo de longitud variable al que algunos formatos han introducido algunas variaciones en cuanto a la longitud de los elementos que lo componen, como veremos al estudiar algunos de estos formatos. En cuanto a los códigos separadores, corresponden los siguientes códigos de la horma ISO 646: ISI (separador de subcampos), TS2 (separador de campo), IS3 (separador de registro).
A la cabecera, o guía, corresponde una longitud de 24 caracteres y contiene los parámetros necesarios para la ejecución del proceso de catalogación, en el tratamiento informática del registro. De la información correspondiente a esta zona sólo es competencia del documenta lista la introducción de los códigos referentes al Estado del registro (posición 5). No obstante, aunque la norma no define los códigos de aplicación y 10 deja a criterio de los acuerdos establecidos entre las agencias que participan en el intercambio de datos, en las posiciones correspondientes (6-9), en los formatos que se atienen a esta norma se atribuye a la posición% el tipo de registro y a la posición 7 el nivel bibliográfico.
La información que contienen las restantes posiciones es atribuida directamente por el programa informático, si bien algunas de estas posiciones están reservadas para la introducción de datos todavía no especificados.
El directorio que, como hemos visto, está compuesto por un número variable de elementos (tantos como campos contenga el registro), actúa a modo de índice del registro para facilitar la recuperación de la información. Cada uno de los elementos del directorio está formado por tres unidades, a saber: etiquetas, longitud de campo y dirección del campo. En el siguiente gráfico, se puede observar el esquema de cada uno de los mencionados elementos del directorio, que nos facilita la comprensión de su contenido.
De acuerdo con el contenido de la norma, la longitud de la etiqueta es de tres caracteres, cuya codificación no queda aquí establecida, sino que depende de acuerdos específicos de los diferentes formatos. En cuanto a la longitud de las otras dos unidades, no viene determinada en esta norma; sin embargo, se contempla la posibilidad de dividir la unidad relacionada con la longitud en varias secciones, caso de que su tamaño excediera el número de caracteres asignados por el sistema. La longitud de un campo comprende los indicadores y el código separador de campos (SI2). Por último, el directorio puede incluir un campo cuyo contenido guarda relación con la posición 22 de la cabecera, también opcional.
A la zona de datos, que está situada a continuación del directorio y separada de él por un separador de campos corresponde información bibliográfica codificada y textual, propia de la catalogación de documentos. Las características de la información que contienen motivan su división en campos, cada uno de ellos precedido por una etiqueta.
Los campos de la zona de datos ofrecen una tipología variada según su contenido:
- Campos de Identificación (etiqueta 001). Como su nombre indica, incluyen datos proporcionados por la agencia u organismo, que creó el registro, para su identificación.
- Campos Reservados (etiquetas 002 a 009 y OOA a OOZ). Los datos de estos campos proporcionan los parámetros que pueden ser necesarios para el tratamiento informático del registro. (Ej., en el formato MARC"los cam»os reservados incluyen la fecha de entrada en el registro, códigos de país de publicación, tipología del documento - publicaciones oficiales, homenajes, conferencias ... - ).
- Campos Bibliográficos (etiquetas 010 a 999 y OAA a ZZZ), que como su nombre indica soportan los datos correspondientes al asiento catalográfico tradicional (Encabezamiento, descripción bibliográfica y registro de entradas secundarias).
Ya hemos señalado la necesidad de la normalización, pues bien, en un proceso de automatización ésta es del todo imprescindible, lo cual implica la elección de un formato capaz de soportar información de diferente tipología, y de adaptarse a las peculiaridades de los centros, o unidades, y también de los diferentes países. Al proyecto piloto, fruto de la colaboración entre los principales organismos a nivel
mundial en el campo de las Bibliotecas, se le dio el nombre de MARC (Machine readable catalogin), y supuso la creación de un formato tipo para la descripción bibliográfica legible por ordenador. Formato cuya estructura fue adoptada posteriormente por la ISO en 1973 (Norma 2709) y por ANSI (Norma 239.2-1971).
El formato MARC y las diferentes familias que de él surgieron, no es el único existente para el intercambio de información, aunque si el primero y el más extendido.

El formato MARC

La década de los sesenta fue decisiva para la automatización en el campo de la información. Los grupos de trabajo del MARC propiciaron grandes avances que sembraron la inquietud en otros servicios.
Desde que en 1966 se distribuyeron las cintas MARC, que contenían las nuevas adquisiciones de la Biblioteca del Congreso, entre los participantes en el proyecto de normalización para el intercambio de información bibliográfica en soporte legible por máquina, hasta la actualidad es el formato de intercambio por excelencia para el mundo bibliotecario.
Capaz de soportar varios tipos de documentos (material librario y materiales especiales), de él han surgido diversas familias a consecuencia de las peculiaridades, en cuanto a catalogación, de los sistemas de información. Familias diferentes, incluso a nivel regional o local (Servicios Bibliográficos), que presentan variaciones respecto a la utilización, o no, de algunos de los códigos (etiquetas, indicadores y códigos de subcampo).
Como ejemplo de familias MARC podemos citar, entre otras, USMARC (Formato oficial de Estados Unidos) LCMARC (Biblioteca del Congreso), UKMARC (Biblioteca Británica), IBERMARC (Bibliografía Española), CATMARC (Bibliografía Nacional de Catalunya), etc. En realidad, en la terminología habitual se usan como sinónimos MARC Il, USMARC y LCMARC. Crawford ha estudiado detenidamente las variaciones del formato MARC que se utilizan en Estados Unidos, haciendo especial hincapié en el formato USMARC para los diferentes soportes.
Todas estas familias tienen en común, además de la estructura, los códigos utilizados. Para las etiquetas y para los indicadores, códigos numéricos, y para los identificadores (códigos de subcampo), códigos alfabéticos. Las diferencias consisten en la mayor o menor exhaustividad de la codificación.
El formato CATMARC se basa en el UKMARC y además de que contempla un mayor número de códigos de subcampo, utiliza también etiquetas para las fichas de referencia (véase y véase además). El lBERMARC, en cambio, deriva directamente del USMARC y el número de códigos utilizados es menor.

Con la finalidad de realizar el intercambio de registros entre las agencias nacionales de catalogación surgió UNIMARC (la. edición en 1977, para monografías y publicaciones seriadas, y 2a. edición en 1980 para material no 1ibrario ). De este modo los órganos bibliográficos nacionales eran los responsables de la conversión de los registros bibliográficos grabados según el formato nacional al formato UNIMARC para su transmisión a otras agencias nacionales, y de traducir al formato nacional los registros UNIMARC procedentes de otros países.

Manual de Referencia de UNISIST

Impulsado por el grupo de trabajo UNISIST-ICSU/AB, en su desarrollo participaron entidades como CNRS, Chemical Abstracts o British National Bibliography. El Manual de Referencia para las descripciones bibliográficas legibles por ordenador, satisface las necesidades plantead6s para el trata-miento de los artículos de publicaciones seriadas, así como para las contribuciones en cualquier otro tipo de publicaciones.
Una de las principales características de este manual es que concede la misma importancia a cualquier tipo de documento, ya sea una monografía, una tesis doctoral, patentes, una contribución a una obra que requiera una catalogación analítica, o un artículo de una revista. Además establece los campos obligatorios y optativos para las referencias bibliográficas de los documentos. Documentos que pueden ser descritos en cuatro niveles: analítico, monográfico, publicaciones seriadas y colectivo.
De hecho, "el objetivo principal del manual UNISIST de Referencia es servir como formato normalizado de comunicación para el intercambio de información bibliográfica legible por máquina entre bases de datos bibliográficos o cualquier otra clase de servicios de información bibliográfica, incluyendo las bibliotecas”
Clayton lo identifica como un manual de catalogación simplificado que es, a su vez, un formato de intercambio. El Manual de Referencia no incluye el control de los títulos de publicaciones seriadas. No obstante permite la creación de campos optativos, a nivel local, para registrar datos de las publicaciones seriadas de interés para las organizaciones que utilizan este manual; por ejemplo datos que permitan mayor información acerca de una publicación que contenga un determinado artículo.
El formato del Manual de Referencia adoptó la norma 239.2-1971 y su estructura para registros de intercambio; pero, a diferencia del formato MARC, las etiquetas comienzan por un carácter alfabético y los identificadores (los códigos de subcampo) son numéricos.

Formato Común de Comunicación de la Unesco

Ni MARC ni el Manual de Referencia solucionaron el problema que planteaba el intercambio de registros entre los centros usuarios de ambos formatos (Bibliotecas y Servicios Secundarios). La UNESCO, con la participación de los principales organismos internacionales en el campo de la Documentación concibieron un formato compatible con UNIMARC, UNISIST y MEKOF (el formato de los países del COMECON): el CCF (Formato Común de Comunicación) que adoptaría la norma ISO 2709 para su estructura.
El CCF no se creó para sustituir a ningún otro formato, sino que sus objetivos consisten en permitir el intercambio de información entre las bibliotecas (normas ISBD y formato MARC) y los servicios de indización y resumen (Manual Unisist). Puesto que permite la creación de bases de datos que integren registros procedentes de cualquiera de las unidades de información mencionadas.
La Oficina de Publicaciones Oficiales de la entonces llamada Comunidad Económica Europea desarrolló un nuevo software y adoptó el CCF para el tratamiento automático de su Diario Oficial, con la finalidad de su distribución a otros centros dependientes de la Comunidad. Por otra parte, en América Latina el formato cuenta con amplia aceptación, e incluso se ha desarrollado el CCF en el paquete de software MICRüISIS (CDS/ISIS) utilizado por las redes nacionales y regionales existentes en materia de Información. No obstante Clayton insiste en las diferentes opiniones acerca de la utilidad y viabilidad de un formato universal para el intercambio bibliográfico.
El CCF permite la creación de un registro que relacione todos los niveles a los que pertenece un documento. El siguiente gráfico, basado en el esquema de Gredley y Hopkinson, presenta con mayor detalle las características de este formato.

A modo de resumen podemos establecer que:

S
M MV M


A A A M M AA AA


A A

- Es un formato de intercambio, y nunca será una guía para la creación de catálogos de acceso público.
- Además de los campos obligatorios los diversos centros pueden añadir los campos que consideren oportunos para las necesidades locales.
~ El formato se creó para el intercambio de los datos necesarios para identificar un documento en un catálogo o en una bibliografía, pero no para la circulación o el préstamo interbibliotecario.

El Formato ISDS

Concebido para la confección de un listado de títulos de revistas a nivel mundial que permitiese la creación de una Red Internacional de Títulos de Publicaciones Seriadas, el Formato ISDS respeta el formato MARC(Serials) en cuanto a estructura y etiquetas.
Entre los elementos de dato definidos en este formato, se consideran esenciales y por tanto obligatorios, los siguientes:

CAMPOS CODIGOS DE SUBCAMPOS
ISSN 001
Fecha de entrada o última modificación 008 $a
Fecha de aparición . 008 $c
País de publicación 008 $e
Código de centro responsable 008 $h
Código de alfabetización del título original008 $s
Título clave 222
Variante del titulo 246
Publicación, impresión 260


Incluye además otros campos adicionales específicos para las relaciones existentes entre unas y otras publicaciones (registros relacionados). En cuanto a las reglas de catalogación ISDS soportadas por este formato, consideran el título clave como la entrada principal del registro. No obstante, debido a que en su desarrollo participaron agencias bibliográficas nacionales y regionales, se han resuelto con éxito los problemas de compatibilidad entre las reglas ISDS e ISBD.

Trabajo práctico N° 5


Luego de leer el módulo, realice un mapa conceptual del mismo


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Catalogación y Clasificación III


Unidad 6:
Sistemas de indización aplicados en bibliotecas:
Clasificaciones, tesauros y encabezamientos de materias


Objetivos:

Que los alumnos

Entiendan los conceptos generales sobre los sistemas de indización e interpreten la diferencia existente entre los lenguajes naturales y la compatibilidad aplicable a ellos.

Esquema de Contenido
UNIDAD 6
Sistemas de indización
· Introducción

· La dicotomía clasificación I indización
· Indización
· Encabezamiento de materia
· Indización por unitérminos.
· Indización por palabras clave y descriptores
· La indización automática
· Indización contextual o indización vectorial
· Sistemas de clasificación, lenguajes de indización, léxicos terminológicos.
· Sistemas enciclopédicos: CDD y CDU
-Otros sistemas enciclopédicos de
clasificación
· Sistemas facetados.
· Las terminologías científicas.
· Los lenguajes de estructura asociativa
-Tesauros
· Lenguajes documentales de estructura sintáctica

Sistemas de indización
Introducción


En la bibliotecología clásica se define la clasificación como la descripción del contenido de un documento, generalmente libro o publicación periódica, es decir, un documento bibliográfico o librario.
Esteconcepto de clasificación, perfectamente válido en nuestros días y, con toda seguridad, en el futuro, es el que se ha venido practicando en las bibliotecas de carácter público -sobre todo nacionales, públicas y universitarias- desde finales del siglo pasado. Y aunque esta definición se refiere principalmente al material bibliográfico, es válida también para la descripción de cualquier documento en cualquier soporte, tenga las características externas e internas que tenga, en no importa qué centro o servicio bibliotecario, de información y/o documentación.
La clasificación es, por consiguiente, la descripción del contenido, de la sustancia o estructura profunda, de un documento, frente a la descripción externa, física o formal, llamada catalogación; ambos procedimientos, profusamente utilizados en bibliotecas, forman parte del llamado análisis () tratamiento documental, si bien para algunos teóricos la catalogación queda fuera de este proceso. Casi todos los estudiosos del análisis de contenido coinciden en sus formulaciones teóricas:
Para Vickeryl, la descripción del contenido consiste en "derivar de un documento un conjunto de palabras que le sirven de representación condensada, que puede ser utilizada para identificar un documento, para procurar puntos de acceso en su recuperación ° para indicar su contenido".
Para Courrier2 o para Coyaud3, el análisis documental consiste en la representación de documentos bajo una forma distinta de la original, generalmente condensada y formalizada, para facilitar su consulta o recuperación. Nuria Amat y García Gutiérrez se refieren también al documento secundario como producto final del proceso de análisis del contenido.
García Gutiérrez4 hace hincapié además, en la necesidad de normalización de las técnicas de análisis y de la facilidad de recuperación del documento una vez sometido al proceso de clasificación.



I Vickery, B.C.: Classification and Indexing in Science. Londres: Butterworths, ] 975. 3a. ed.
2 Analyse etlangage documentaire. en Documentaliste, v.l3, n° 5-6 (1976); p. 178. '- ~,
3 Linguislique el doeumentation. París: Larousse, 1972.
4 García Gutiérrez, Antonío: Nuevos parámetros para una teoría de la indización de documentos. En Fundamentos de Información y Documentación. M1drid: EUDEMA, 1989, pp. 375-384.

La dicotomía clasificación / indización
Aunque para la mayoría de los teóricos contemporáneos clasificación e indización son sinónimos que se refieren a la descripción de la información que contiene un documento, es preciso hacer referencia a una distinción teórica y práctica entre ambos términos, que en su evolución ha ido perdiendo fuerza hasta fundirse en un solo concepto, por imposición de la propia transformación de la biblioteconomía clásica y de la documentación, y por ende, de los centros y servicios bibliotecarios y documentales, así como de la finalidad última del proceso documental.
La definición de ambos conceptos varía, como veremos, en función del tipo de tratamiento que se da al documento, lo que, a su vez, va a depender de los mismos centros documentales, e incluso, de la concepción que se tiene sobre la clase de servicio de documentación que se quiere suministrar.
Alrededor el año 1950, en que comienza a incorporarse la documentación como disciplina en los centros documentales y bibliotecarios, introduciendo nuevas técnicas de tratamiento de la información, no se puede hablar de indización propiamente dicha, aunque en las bibliotecas tradicionales se estaban usando desde mucho antes sistemas de indización como son los encabezamientos de materia, sistemas aún hoy vigentes, pero en entredicho.

La clasificación desde el punto de vista estrictamente bibliotecológico
abarca dos tareas:

* Por un lado, la asignación de uno o varios códigos (generalmente, no más de dos, numéricos o alfanuméricos, en algunos casos también alfabéticos, y a veces códigos no lingüísticos como símbolos, colores, marcas, etc.) al documento; el código representa el tema o materia principal del documento y suele extraerse de un sistema, por lo común, normalizado y homologado a nivel nacional o internacional, que desarrolla una amplia relación de términos que hacen referencia a conceptos más o menos universales, los cuales tienen sus códigos correspondientes.
A su vez, la clasificación persigue, entre otros, dos importantes objetivos:
· la ordenación fisica por materias de las obras en una biblioteca; clasificar es también ordenar, según definición de Bunge y de Pierce.
· la elaboración de catálogos y/o bibliografías sistemáticas para facilitar la difusión y conocimiento de los fondos bibliotecarios.
* Por otro lado, la asignación de significantes que correspondan al tema o temas del documento; éstos suelen extraerse de listas de términos ad hoc pensados para la clasificación bibliográfica.

Ambos sistemas, el homologado de los códigos para la clasificación, y la lista de términos, tienen varias denominaciones: sistemas de clasificación, lenguajes documentales, lenguajes de indización, etc., todas ellas sinónimas al día de hoy, aunque en su evolución han tenido acepciones diferentes. Para la jerga bibliotecológica, sólo ha existido un sistema de indización, ni siquiera así llamado: los encabezamientos de materia, también conocidos por su nombre anglosajón subject headings.
Pues bien, la evolución de las dos tareas descritas, procedentes del campo de la bibliotecología, es lo que ha producido la fusión con el concepto posterior de indización, concepto procedente del campo de la documentación,
hasta convertirse en términos sinónimos, señal inequívoca del acercamiento cada vez mayor entre ambas disciplinas afines, complementarias y ya prácticamente
únicas.
Del mismo modo que hoy ya carece de sentido distinguir en la teoría (en la práctica todavía habría que hacer alguna distinción) clasificación de indización, cada vez tiene menos sentido seguir insistiendo en la dicotomía, cuando no encarnizada disputa, biblioteconomía / documentación.

Indización


Aunque nos podríamos remontar a unos 3000 años, en Sumeria, donde se recurría a una suerte de indización coordinada para los nombres de algunas enfermedades, o a la antigua Grecia, con la ordenación de papiros egipcios o registros fiscales, no podemos hablar en puridad de "indización" hasta la aparición del códice en sustitución del papiro, que no era sino una ordenación alfabética de aquellos.
El concepto de indización documental tal y como hoy lo entendemos tiene que ver directamente con lo que hemos comentado en relación con la descripción de contenido; en esencia, son conceptos sinónimos actualmente, al igual que también lo es el de clasificación. No obstante, sí conviene hacer mención de algunas definiciones ilustrativas de los especialistas en la materia.
Aunque se puede hablar de indización desde el último tercio del siglo XIX con la introducción del análisis de contenido en algunas bibliotecas, este concepto no entra a formar parte de la terminología documental hasta después de la segunda guerra mundial, que es cuando se desarrollan con vigor las técnicas documentales, entre las que destacan todas las referidas al análisis de la información, la indización, los resúmenes y la elaboración de lenguajes documentales específicos.
La UNESCO define la indización bajo dos perspectivas: como proceso y como finalidad.

· Como proceso, "consiste en describir y caracterizar un documento con /a ayuda de representaciones de los conceptos contenidos en dicho documento".
· Su finalidad es la de "permitir una búsqueda eficaz de las informaciones contenidas en un fondo documenta/".
Para Atherton es "el proceso de identificación y asignación de códigos, descriptores o encabezamientos de materia relativos a un documento, de modo que su contenido sea conocido y el índice creado pueda ayudar a recuperar elementos de información”6.

María Pinto Molina define la indización como "la técnica de caracterizar el contenido de un documento y/o de las demandas documentales, reteniendo las ideas más representativas para vincularlas a unos términos de indización adecuados, bien procedente del lenguaje natural empleado por los autores, o de un lenguaje documental previamente seleccionado"7

Para Rowley, la indización es "el conjunto de procedimientos prescritos para organizar los contenidos de los registros de información".
García Gutiérrez ofrece una definición, mucho más completa y precisa del concepto de indización documental, concepto que se incardina en el proceso más amplio de análisis o tratamiento documental: "es la operación intelectual de aplicar técnicas específicas normalizadas (análisis) a un colectivo documentario con el fin de hacerlo controlable y utilizable (recuperación)". En este orden de cosas, el análisis documental comprende dos fases interrelacionadas: una primera consiste en la transformación de la información de los documentos para su almacenamiento; la segunda es la elaboración de las correspondientes estrategias y métodos de búsqueda, los cuales irán en relación directa con el procedimiento empleado en la primera.8

A su vez, Gutiérrez confiere dos características importantes 'al análisis documental:
· es dinámico porque es capaz de representar el contenido de un documento de forma distinta al original, es decir, el proceso de análisis documental da como resultado un nuevo documento estructural y formalmente distinto al original, aunque su contenido se base en él; por otro




5 UNESCO: Príncipes d'indexation. París, 1975, p.2.
6 Atherton, P.: Manual para sistemas y servicios de información. París: Unesco, 1978, p. 184.
7 Pinto Molina, Marí'a: El análisis de contenido.
8 G. Gutierrez. Nuevos parárnctros.

· es social porque su finalidad última y principal, sin la cual todo el proceso carecería de sentido (la documentación como ciencia nunca debería convertirse en un fin en sí mismo) es dar un servicio público y social de información al usuario: comunidad científica, universitaria, lectores de la biblioteca pública, estudiantes, colectivos sociales, etc.
Los sistemas de indización son diversos y responden a exigencias y condicionamientos determinados. La indización por materias (encabezamientos de materia) es el utilizado en casi todas las bibliotecas de uso público; la indización por unitérminos, por palabras-clave y por descriptores responde a la necesidad de mejorar y profundizar' el sistema de las materias, válido para las bibliotecas no especializadas, pero pobre para otros centros. Por último, la indización automatizada, aún no desarrollada en su totalidad.

Guinchat y Menou9 establecen cuatro criterios fundamentales a contemplar en el proceso de indización:

a) exhaustividad. Se deben reflejar todos los temas y conceptos de relevancia informativa incluidos en el documento.
b) selectividad. El indizador debe hacer una selección previa de aquellos conceptos relevantes, excluyendo los repetidos y aquéllos que carecen de utilidad informativa.
c) especificidad. Se han de utilizar significantes precisos de los conceptos, rechazando los muy generales, ambiguos, abstractos o muy específicos que no reflejen la exactitud del mensaje informativo.
d) uniformidad. Los términos de la indización deben observar unos criterios formales y de contenido homogéneos.
Estas cuatro reglas básicas se han desarrollado y ampliado en la aplicación de los tesauros por ser lenguajes documentales más elaborados y especializados en un campo del conocimiento específico.


Encabezamientos de materia
Como complemento a la clasificación en bibliotecas se utiliza el sistema de indización por encabezamientos de materia, contemporáneo de la , Clasificación Decimal de Melvil Dewey de 1876 (CDD), que permite mejorar la descripción con términos, encabezamientos y subencabezarnientos, que hacen referencia a los conceptos incluidos en el documento, términos extraídos de listas únicas y comunes a grupos de bibliotecas.




9 Guinchat, Claire y Menou, Michel: Introducción General a las Ciencias y Técnicas de la Información y Documentación.

En España, por ejemplo, se utiliza la Lista de encabezamientos de de materia, del Ministerio de Cultura, para las bibliotecas públicas, sobre todo, y algunas bibliotecas universitarias, aunque éstas suelen disponer de su propia relación (la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid, de la Universidad de Sevilla y otras han confeccionado sus propias listas de encabezamientos), o las bibliotecas del CSIC, con su propio listado, etc. Son muy conocidas y utilizadas en muchos centros las Subject Headigns de la Biblioteca del Congreso de Washington, cuya primera edición es de 1909, o la Sears List of Subject Headigns, de 1923 con notaciones de la CDD.1o .
Dos son los resultados de la indización por materias, además de procurar una clasificación algo más detallada, a un nivel medio de profundidad, que el
conseguido con la CDD o la Clasificación DecimalUniversal: '-
· la confección de catálogos alfabéticos de materias
· la elaboración de índices y bibliografias impresas por materias.
Ambos productos mejoran sustancialmente la difusión del fondo documental de las bibliotecas.
Del mismo modo que ocurre con los sistemas de clasificación, los encabezamientos de materia cubren los objetivos básicos 'propuestos por los centros bibliotecarios.
Otra cuestión a discutir sería si tales objetivos son suficientes para el tipo y la calidad del servicio que se pretende ofrecer.
En cualquier caso, las carencias de esta metodología ya fueron apuntadas hace más de veinte años, carencias que no sólo perviven hoy día, sino que los nuevos tratamientos documentales y las tecnologías de la información han acentuado notablemente.
Así, Van Dijk y Van Slipell hacen referencia a "la falta de flexibilidad para representar conceptos muy específicos, requiriéndose el uso de excesivo número de encabezamientos y subencabezamientos", no siempre disponibles en la relación, al ser vocabularios precoordinados.
Este sistema no facilita tampoco la relación abierta entre conceptos distantes pero equivalentes, ni la inclusión de diferentes puntos de vista sobre una misma cuestión. Por otra parte, no son léxicos pensados para la búsqueda de información en bases de datos informatizadas, corno ya se está demostrando en el uso de los encabezamientos corno lenguaje de recuperación en muchos sistemas de gestión automatizada de bibliotecas.




10 Magán Wals. Tratado básico de biblioteconomía.
11 Dijk, Marcel van y Slipe, Georges van: El servicio de documentación frente él la explosión de la información. Buenos Aires: Consejo Nacional de Investigación científica y técnica, 1972.


Centrándonos en los procedimientos de clasificación de las bibliotecas de carácter público desde finales del XIX Y principios del XX hasta nuestros días, en la inmensa mayoría de los centros, se puede decir, que el tipo de descripción que se realiza es a un primer nivel y, con la evolución de los encabezamientos de materia y el desarrollo y ampliación de los sistemas tradicionales de clasificación, a veces se desciende a un nivel de profundidad medio. Nunca, en cualquier caso, se alcanzan los grados de exhaustividad conseguidos con procedimientos de indización por palabras-clave, descriptores ni, por supuesto, con la indización vectorial o contextual .

Indización por unitérminos

Ideado por Mortimer Taube12 en 1955, este sistema forma parte de los primeros e incipientes intentos de indización aplicada a una especialidad científica y corno respuesta a las insuficiencias de los encabezamientos de materia. Taube pensó que un método adecuado de descripción detallada de documentos científicos podría ser mediante la unidad mínima de significado, es decir, la palabra de un solo término o unitérmino.
Este método permite la identificación de todos los conceptos de una disci­plina, sin distinción alguna. Pero plantea dos graves inconvenientes:
· el exceso de falsas combinaciones entre los diferentes unitérminos: así los unitérminos /democracia!, /Occidente, /Europa/ y /sistema/ puede dar lugar a interpretaciones tan dispares corno: "El sistema democrático de la Europa occidental", o "La democracia occidental en el sistema europeo", o "La Europa democrática en el sistema de Occidente", o "El sistema europeo de la democracia occidental", etc.
· el gran número de palabras polisémicas, homonímicas sinónimas, ambiguas o vacías. A pesar de estas deficiencias. aunque es un sistema ya obsoleto, supuso un paso muy importante en la evolución de esta técnica

Indización por palabras-clave y descriptores

La siguiente etapa en la evolución de la indización documental está directamente relacionada con la aparición de los primeros tesauros. En este sentido, es preciso aclarar la diferencia entre palabra-clave y descriptor.


12 The Uniterms system of indexing operating Manual.

La primera se refiere a la indización en lenguaje libre, es decir, sin el empleo de ningún vocabulario controlado: del texto de un documento se seleccionan términos de relevancia semántica, que pueden ser simples o compuestos de varias palabras; son las palabras-clave.

El descriptor es el término extraído directamente de un lenguaje documental, en concreto, de un tesauro. No en vano, lo define Rolling como "elemento de un tesauro elegido entre un conjunto de términos equivalentes para representar sin ambigüedad una noción contenida en un documento o en una demanda de búsqueda documental"

El norteamericano Calvin Moers fue el primero en hacer referencia al
descriptor como término extraído de un tesauro para la indización documental. María Pinto Molina define los descriptores como "un conjunto de términos normalizados o controlados que expresan el contenido significativo de un documento" 14.
Para García Gutiérrez los descriptores "son palabras-clave extraídas para y por la indización de un vocabulario documental . Todo descriptor constiluye el máximo rango diferencial en la fisonomía de los contenidos documentales".

Los descriptores pueden ser de distintas clases, en función también de los tesauros: descriptores unitérminos o simples, compuestos de una sola palabra; descriptores sintagmáticos, formados por una secuencia de palabras en orden sintáctico; y descriptores auxiliares o identificadores, que a su vez pueden ser: términos geográficos, nombres de personas, de entidades, acrónimos, etc., o bien términos de significación general que concretan o matizan el sentido de los descriptores principales.
Es importante, por último, el concepto de no descriptor. término de un tesauro rechazado como elemento de indización, que remite siempre a un descriptor equivalente (sinónimo, homónimo, antónimo, etc.) mediante la notación USE (Entiéndase equivalente desde el punto de vista documental: dos significantes antónimos son equivalentes en documentación porque el admitido como elemento de indización y de búsqueda sirve igualmente para recuperar información referente a uno u otro -así, el descriptor justicia puede usarse también para documentos sobre injusticia, etc.-)

La indización automática

Aunque ya comenzó a utilizarse el ordenador como ayuda para la indización de documentos desde los años 60, este método todavía no ha terminado de implantarse definitivamente en los centros.


13 Rolling, L.: Terminology corner, en Intemational Classification, v.3, no.1 (1976), p.38.
14 Pinto Molina, María: Análisis documental: fundamentos y procedimientos. Madrid: EUDEMA, 1991.

Los avances han sido considerables es este campo: de programas que sólo hacían estadísticas de frecuencias de palabras, se pasó a los tratamientos de texto que contrastan los vocablos de un documento con un diccionario invertido del propio programa y, a continuación, a los sistemas de gestión documental con un diccionario en forma de tesauro (método de asignación).
Existen programas más sofisticados que aplican métodos sintácticos, además de los anteriores, que consisten en asignar a los términos previamente seleccionados su sintaxis correspondiente a un contexto dado. Son los prolegómenos del método que el profesor García Gutiérrez ha denominado indización contextual o vectorial .


Indización contextual o indización vectorial


La irrupción en la informática documental de sistemas expertos y de 'inteligencia artificial, unido a la existencia de sistemas de hipertexto y multimedia, junto con las nuevas tecnologías de reconocimiento óptico de caracteres y de almacenamiento en soportes digitales, está revolucionando el concepto de la indización automática y de los mismos lenguajes documentales; esos sistemas permiten la interconexión no sólo de términos, sino también de textos completos relacionados entre sí, unidos a imágenes y sonido, que posibilitan la búsqueda rápida de documentos en línea sólo con seleccionar un término, una frase o una Imagen.
García Gutiérrez propugna un nuevo método de indización, indización vectorial o contextual, condicionado por "la transformación" de los sistemas tradicionales de clasificación, la "disponibilidad de recursos tecnológicos", la necesidad de establecer una "nueva estructura de lenguaje combinatorio que actúe de marco referente a la indización y un cuadro especulativo de tipos y formas de interrogantes de usuario". Y finalmente, la "creación de un nuevo producto referencial que elimine las fronteras descriptor/resumen (y sus funciones respectivas recuperación/información) unificando los objetivos y considerando las ventajas de las tecnologías ópticas para conservación y difusión de originales"
Esta metodología de indización lleva implícita también una nueva concepción de los lenguajes documentales," y propone un nuevo tipo de lenguaje: los lenguajes documentales de estructura sintáctica.
Se trata de asociar descriptores y textos a su propio contexto. Hasta ahora ni siquiera los métodos más avanzados de indización, como la metodología de los descriptores, han sido capaces de relacionar la información con el contexto en el que se incardina.
"La indización contextual se basa en el mantenimiento de una memoria con cientos de miles de enunciados acumulados y revisados y un mecanismo

inteligente de inferencia"20. Los sistemas antes mencionados, junto con la cada vez mayor capacidad en gigabytes de las memorias ópticas, permiten la disponibilidad de millones de documentos de cualquier clase, con imágenes, texto y sonido integrado; la integración de redes locales y nacionales en grandes redes internacionales tipo interne! está haciendo realidad la utopía de los documentalistas más ingenuos de hace tan solo cinco a11os: lograr que toda la información esté al alcance de todo el mundo. Esto es ya técnicamente posible; ahora sólo falta ponerlo en práctica allá donde la técnica -traducida en dinero, es decir, en voluntad política, aún no ha llegado.


Sistemas de clasificación, lenguajes de indización, léxicos terminológicos

Son múltiples denominaciones para un único concepto: instrumentos lingüístico-documentales de descripción del contenido de un documento y de su recuperación.
Un denominador común para todas estas denominaciones es lenguaje documental, que abarca a todos los lenguajes o sistemas: de clasificación bibliográfica tradicional, listas de encabezamientos de materia, sistemas de indización unitérminos, por palabras-clave, tesauros, léxicos científicos, clasificaciones especializadas, etc.
. Existen múltiples clasificaciones de los lenguajes documentales, que se
pueden sintetizar de este modo:
Sistemas enciclopédicos de estructura jerárquica, que pretenden abarcar la totalidad del conocimiento. En esta categoría se encuentran los sistemas de clasificación de las bibliotecas generales y los lenguajes de estructura facetada.
Terminologías científicas de una disciplina, de estructura jerárquica, facetada o alfabética.
Lenguajes documentales de estructura combinatoria o asociativa, entre los que destacan las listas de encabezamientos de materias de las bibliotecas, las listas de unitérminos y los tesauros.
Lenguajes documentales de estructura sin táctica, aún en fase teórica. En principio, pueden ser de estructura sintáctica simple, o lenguajes elaborados.

Además de esta "clasificación de clasificaciones", es conveniente di~~inguir dos tipos de lenguajes documentales, distinción que va a ser determinante a la hora de aplicar uno u otro sistema a un área de conocimiento y su posterior adaptación al mismo y aceptación de su comunidad de usuarios. Nos estamos refiriendo a los lenguajes precoordinados y poscoordinados.
Son precoordinados aquéllos que se han elaborado previamente a su aplicación e, incluso, a la normalización terminológica de las áreas de conocimiento para las que se van a destinar.


Es el caso de los sistemas tradicionales de clasificación (los jerárquicos y la mayoría de los facetados) y de algunos lenguajes de indización por unitérminos y palabras-clave.
Aunque se han otorgado el privilegio de prever la terminología ad hoc para cada área del conocimiento, lo cierto es que estos sistemas siempre han ido muy por detrás de la evolución de la ciencia y, por consiguiente, del lenguaje científico. A los ejemplos nos remitimos: la tardanza en actualizar la CDU obliga a bibliotecarios y documentalistas a dar rienda suelta a su imaginación para clasificar obras referentes a la Rusia actual, al descubrimiento de las partículas más pequeñas de la materia, las llamadas quarck top, o al llamado realismo sucio.

Los poscoordinados son los sistemas que se construyen al calor de la investigación científica y de la terminología. Podríamos decir que ambos, lenguaje documental y conocimiento científico, se desarrollan al unísono, aunque haya un ligero y obvio desfase: un lenguaje poscoordinado se enriquece con las apor­taciones del lenguaje científico y en su correcta aplicación puede ir casi a la par con aquél. Es el caso de las terminologías científicas utilizadas corno instrumentos de indización y, sobre todo, de los tesauros. En ambos casos, no deberían darse los problemas antes aludidos con los tres ejemplos mencionados; la incorporación de nuevos conceptos y, por consiguiente, de nuevos descriptores o términos de indización, puede llegar a ser automática.
Ambos sistemas, pre y poscoordinados, implican procedimientos bastante distintos de clasificación, pero no necesariamente antagónicos e incompatibles.
Algunas bibliotecas y, sobre todo, centros de documentación más o menos especializados, están utilizando la clasificación decimal (CDU o CDD) para una descripción a un primer nivel y asignación de signaturas topográficas, disposición del libre acceso o elaboración de catálogos sistemáticos o de materias, y tesauros especializados para la indización en bases de datos de artículos de revistas y/o otros documentos, índices de descriptores de boletines de resúmenes, o lenguajes de búsqueda documental.
La demanda de un servicio más completo de difusión y de obtención de documentos ha obligado a muchos centros a su reciclaje en técnicas documentales más perfeccionadas.

Sistemas enciclopédicos: CDD y CDU


Desde 1876, año en que Melvil Dewey idea su Decimal Classification (CDD) y comienza a imponerse en los años sucesivos en las primeras bibliotecas de uso público, la metodología 'de clasificación en las bibliotecas ha variado poco y, de hecho, los dos sistemas que más se utilizan en todo el mundo son dos versiones de la CDD original: éste mismo ampliamente desarrollado con respecto al sistema de 1876 (de un folleto de 44 páginas a una obra en tres volúmenes de unas 3.000 páginas15) y la Clasificación Decimal Universal, (CDU), que no es sino una reedición de la 53 de la CDD, con más de 33.000 entradas, denominada Manuel du Répertoire Bibliographique Universel, de Paul Otlet y H. Lafontaine, de 1905.
Por otra parte, el otro procedimiento de indización -término utilizado en este caso con mayor propiedad- que complementa a los sistemas de clasificación al uso; como son los encabezamientos de materia, data también del último cuarto del siglo XIX, concretamente de 1876, con la obra de A. Cutter: Special Reports on Public Libraries.l1. Rules for a dictionary catalogo
Los sistemas tradicionales de clasificación utilizados en bibliotecas, como los mencionados, se fundamentan en una amplia estructuración jerárquica del conocimiento humano, representado éste en términos o significantes de conceptos, divididos a su vez en clases y subclases; cada una de estas divisiones tiene un código que identifica a los conceptos representados en ellas, código que en la DDC y en la CDU es numérico por estar basado en el sistema decimal.
De este modo, la clasificación bibliográfica consiste en traducir la materia o materias principales de un documento a11enguaje codificado del sistema.
Tanto la CDD como la CDU dividen el conocimiento científico en diez grandes clases, representadas cada una por los números decimales. La codificación es similar en ambos lenguajes, pues no en vano el origen es el mismo:
La DDC asigna, por ejemplo, a la Filosofía el número 100, el cual se sub­divide en 10 categorías -110 Metafísica, 120 Conocimiento, 130 Parapsi­cología, etc.-~ a Religión le corresponde el 200, con sus correspondientes subdivisiones -210 Religión natural, 220 Biblia, 230 Teología cristiana ... 290 Otras religiones; 300 es Ciencias socia1es~ 400 Lenguas, etc.
La CDU asigna también un decimal a cada campo general del conocimien­to, pero, a diferencia de la COD, las subdivisiones se organizan a partir de la primera cifra, separando con punto cada grupo de tres a fin de agilizar y descender más en las categorías. Así, a Filosofía le corresponde el 1, y los conceptos derivados se clasifican a partir de este número -11 Metafísica, 13 Filosofía del espíritu,. 17 Etica, etc., aunque Psicología queda introducida arbitrariamente en esta familia, con el 159.9-; Religión es 2; Ciencias sociales 3, etc.
Hay variaciones importantes entre uno y otro lenguaje, como el 4, número que Dewey identifica para las lenguas, mientras que la CDU ha unido con el 8, originalmente Literatura y ahora también Lingüística, dejando vacío el 4 para futuras incorporaciones.
Ambos sistemas se acompañan de números auxiliares complejos y signos múltiples de relación, extensión, tiempo, lugar, lengua, etc., que enriquecen considerablemente la descripción que la CDU ha unido con el 8, originalmente Literatura y ahora también Lingüística, dejando vacío el 4 para futuras incorporaciones.
Ambos sistemas se acompañan de números auxiliares complejos y signos múltiples de relación, extensión, tiempo, lugar, lengua, etc., que enriquecen considerablemente la descripción.
A diferencia, como veremos, de otros lenguajes documentales, los sistemas de clasificación a que nos estamos refiriendo tienen cuatro características que les distinguen de la mayoría y a la vez les hacen más imprescindibles en unos casos,
pero bastante prescindibles en otros:
· en primer lugar, sistemas de clara vocación universalizadora por su pretensión de abarcar la totalidad del conocimiento humano en una sola estructura, entendiendo corno tal nada menos que todo lo que el hombre ha sido capaz de aprehender desde los albores de la humanidad hasta el tiempo en que se elaboran las tablas. Objeciones aparte, es preciso reconocer que esta pretensión ha sido cubierta en gran medida. Y la finalidad para la que se idearon en su momento: servir de instrumentos de control, definición y ordenación del material bibliográfico existente en las bibliotecas de uso público, las cuales, por lo general, disponían y disponen de obras de contenido diverso y heterogéneo.
· en segundo lugar, estos sistemas nacieron con la clara misión de normalizar la descripción bibliográfica con el empleo de signos convencionales -números decimales en unos casos, letras y/o números en otros, etc.- que sirvieran para agrupaciones afines (sistemas, redes) de centros bibliográficos y bibliotecarios, de modo que pudieran utilizar un mismo sistema y evitar, con ello, la proliferación de lenguajes particulares en una suerte de "babel" terminológica, como en buena parte ha ocurrido.
Así, nos encontramos con nomenclaturas universales (las notaciones de la CDU, por, ejemplo) que nos permiten, tanto distribuir documentos convenientemente ordenados por materias conforme a un código internacional, bien en bibliografías impresas, como en catálogos sistemáticos únicos o en bases de datos bibliográficas en cualquier soporte informático; como encontrar libros y a veces otro tipo de documentos en las estanterías abiertas de una biblioteca universitaria, nacional o pública de cualquier país europeo, sólo con leer los números correspondientes de la CDU.
Estos lenguajes entran en la categoría de los precoordinados: en efecto, por ser los primeros sistemas en aplicarse a grandes centros públicos de información y por pretender una globalización, a la vez que homogenización de todo el saber, debían partir de un esquema ya preelaborado de éste que pudiera ser útil a cualquier centro especializado o no.
Por último, y aquí residen algunas de sus fobias, pero también de sus filias, se trata de sistemas esencialmente jerarquizados. Tampoco podría ser de otra manera: por sus orígenes, cuya filosofía parte de las primeras bibliotecas de la Antigüedad, luego las medievales, con una concepción estamental del saber; por la época en que fueron concebidos, último cuarto del siglo pasado, en que la descripción del conocimiento aún se basaba en campos muy generales del saber, a partir de los cuales emanaban ideas particulares y concretas, que exigía un ordenamiento sistemático, pero a su vez 10 menos complejo posible, del inmenso espectro de conocimientos; y por la propia finalidad de estos sistemas, como es la descripción -catálogos sistemáticos y bibliografías ordenados jerárquicamente- y agrupación -clasificar no es otra cosa que agrupar en clases, por consiguiente dividir- de los documentos según materias y sus correspondientes submaterias. Ordenan los conocimientos en amplias familias agrupadas por conceptos afines, siempre estableciendo como primer eslabón los términos más generales, a partir de los cuales descienden en cascada los sucesivamente más particulares, en un empeño de abarcar desde lo más amplio y abstracto a 10 más minucioso y concreto.
La diversidad y multidisciplinaridad, motivadas por la primera caracterís­tica, su versatilidad al poder adaptarse a cualquier biblioteca de uso público, consecuencia de su carácter normativo, y la posibilidad de crecimiento infinito, virtud que, sin embargo no siempre otorgan sus jerarquías, pero sí la estructura decimal de las dos grandes, son otras de las características, no menos importantes, que les impiden caer en el desuso y en el olvido, acaso también por perseverancia y tradición.
Esta idiosincrasia basta para cubrir las necesidades primarias de la mayoría de los centros bibliotecarios, a saber: describir la sustancia más elemental de un documento, a ser posible con una codificación standard, que permita en primer lugar, la elaboración de catálogos sistemáticos y, 'a partir de los años 60, facilitar una ordenación física por materias en las salas de libre acceso, a fin de que el lector pueda consultar de una sola vez las obras de un mismo tema o de temas afines -browsing o bouquinage16.


La descripción de una única materia, la principal -dos en algunos casos-, mediante la asignación de un código establecido dificulta considerablemente el detalle y la profundización, lo que en cierto modo se intenta, pero casi nunca se logra, con la indización por encabezamientos de materia.
Así es, y los múltiples empeños por tratar de conseguir durante decenios exhaustividad en la descripción de contenido, con el empleo de ese tipo de indización, han resultado sucesivamente infructuosos: ni los encabezamientos de materia procuran una clasificación al detalle, ni mucho menos la numeración decimal o cualquier otra codificación de naturaleza similar .
Pero tampoco es ése el principal objetivo, lo que también es menester reconocer; en las bibliotecas de uso público nunca se ha pretendido trabajar una clasificación minuciosa, sino una descripción rápida y por tanto superficial, pero práctica y suficiente para llevar un control por materias generales de los fondos y su ubicación sistemática en los centros con acceso libre a los mismos. Otra cuestión a discutir en otro lugar es si este principal objetivo es el correcto y, sobre todo, si hay que seguir perseverando en él. Discusión vieja, pero de resultado estéril hasta la fecha.
Por otro lado, no es fácil describir cualquier tipo de documentos con los sistemas tradicionales. De hecho, el principal destino de las clasificaciones al uso en bibliotecas es el material librario, abundante en esos centros en comparación con otros soportes (la CDU, por ejemplo, es una aplicación pensada inicialmente para la ordenación de miles de fichas bibliográficas del Instituto Internacional de Bibliografía, actual Federación Internacional de Documentación).
La introducción de otros soportes documentales en las bibliotecas marca un punto de inflexión en la evolución de los lenguajes jerárquicos, poniendo de relieve sus defectos de rigidez a la hora de clasificar distintos materiales, aunque su contenido varíe poco en relación con la información bibliográfica, y forzando unas transformaciones que no se adecuan a la rapidez de la nueva documentación.
Si la clasificación con estos sistemas tiende a ser superficial en la monografías, lo es mucho más en las revistas y casi inexistente en otro documentos cuando los centros aplican el mismo procedimiento para unos y otros.
En la práctica, los libros disponen siempre de una, a veces dos signaturas decimales, casi nunca tres, que se refleja en el correspondiente catálogo sistemático y en su etiqueta / tejuelo de identificación topográfica, completada por encabezamientos y subencabezamientos de materia que, cuanto mucho, llegan a cuatro en el catálogo correspondiente de materias. Con esto queda descrito su contenido. .
Las revistas, en aquellos centros que las someten a clasificación, están representadas por la signatura de la especialidad correspondiente y, si e~- e catálogo sistemático y/o de materias, por la notación encabezamiento , respectivamente. Las revistas especializadas no presentan muchos problemas cuando en el sistema de clasificación existe la notación adecuada -siempre que se trate, lógicamente, de especialidades ya incluidas en las tablas, 10 que no suele ocurrir en muchos casos-, pero las de carácter interdisciplinar -culturales, de "humanidades" en un sentido amplio, etc.- no siempre pueden c1asificarse correctamente con aquellos sistemas.
La cartografia, los grabados, dibujos, partituras musicales, estadísticas, cintas de vídeo, patentes, guiones cinematográficos ... documentos que están a ve­ces entre los fondos de las bibliotecas, incluso de las generales, se encuentran por sus catálogos de títulos o de autores -cuando los hay-, pero casi nunca de materias o sistemáticos, que apenas existen; otros soportes menos frecuentes hasta ahora en bibliotecas -reportajes fotográficos de prensa, programas informáticos, discos ópticos o disquetes multimedia - son bastante incompatibles con un sistema enciclopédico de clasificación.

Otros sistemas enciclopédicos de clasificación

Sería casi imposible, enumerar todos los sistemas enciclopédicos de clasificación utilizados en las bibliotecas del mundo. Hasta bien entrada la segunda mitad de este siglo, en que se impuso definitivamente, y por fortuna, el espíritu cooperativo entre los diferentes servicios bibliotecarios, gracias a la informática, la fiebre de la clasificación individualizac1a recorría el universo de las bibliotecas.
Alemania fue quizá el país que se llevó la palma en este aspecto: hasta la creación en Berlín de la Amerika-Gedenkbibliothek que contribuyó al diseño de la Sistemática general para bibliotecas públicas de la RF A, no había biblioteca alemana que no se preciara de tener su propio sistema de clasificación, cada cual más disciplinadamente estructurado.
Además de los ya conocidos CDD y CDU, existen otros de gran trascen­dencia, si no por su extensión a gran número de bibliotecas, sí por su importante aportación a la clasificación bibliográfica y por su aplicación a grandes centros de prestigio internacional.
Tal es el caso de la Library of Congress Classification, sistema de la Biblioteca del Congreso de Washington, creado en 1904 a partir del sistema de A. Cutter. Utiliza tres tipos de notaciones: numérica, alfanumérica y cronológica. Estas constan de una o dos letras mayúsculas, acompañadas de una numeración arábiga de cuatro cifras, de valor entero y no decimal, abierta para posibles expansiones. Distribuye el saber 'en grandes tablas, conforme a la división entendida en la época, y cada tabla consta de múltiples subdivisiones, índices, tablas auxiliares, etc., todas ellas con una sinopsis.

Es una clasificación extendida a muchas bibliotecas de EE.UU., sobre todo las vinculadas al Congreso y no está pensada tanto para clasificar el conocimiento, como para clasificar todo lo que se publica en el país que posee "la colección bibliográfica más numerosa del mundo", lo que equivale a decir que está pensada para clasificar todo lo que publica el país que más publica en el mundo sobre todo el conocimiento del mundo.
Otros sistemas de esta naturaleza dignos de mención son la clasificación de Henry Bliss -BC- y la Clasificación bibliográfica para bibliotecas públicas ­BBC- de la antigua Unión Soviética.
La BC data de 1940, A bibliographic classification, aunque ya hubo estudios y ediciones anteriores que cristalizaron en esta obra definitiva, como The organization of knowledge of the systems of the sciences, Nueva York, 1929, o The organization of knowledge in librmies, N. York, 1934 y, por último A system of bibliographic c1assirication, N. York, 1935. Lenguaje enciclopédico y de estructura jerárquica apropiado para grandes bibliotecas multidisciplinares, como el resto de los grandes sistemas, éste tiene la particularidad de aplicar distintos puntos de vista en cada disciplina, como el filosófico, el histórico, el teórico, o el práctico, y con diferentes enfoques, sentando de este modo las bases de la estructura facetada. .
El sistema soviético para las bibliotecas públicas de la ex-URSS es el creado para la Biblioteca Nacional, la Biblioteca Lenin. Lenguaje también de naturaleza enciclopédica e igualmente de estructura muy jerarquizada, divide los conocimientos en 28 clases, acompañadas de letras cirílicas para las categorías principales, cifras arábigas para otras especificaciones y una suerte de signos de relación, duplicación, etc., amén de letras minúsculas y otros signos auxiliares.
Como las demás clasificaciones, ésta organiza el conocimiento en función de criterios propios de una visión del mundo y de una época, teniendo este sistema la particularidad de hacer depender todas los conceptos del marxismo como filosofía, temía científica y pensamiento socio-político y económico, lo que, consideraciones ideológicas y bibliotecológicas aparte, no resta validez -como algunos teóricos han afirmado- a la eficacia de este lenguaje para su finalidad, del mismo modo que tampoco le resta eficacia a otros sistemas su forma de organizar y entender el saber, susceptible también de discusión.



Sistemas facetados

La estructura facetada de los SC supone, por un lado, un cambio importante en el concepto de clasificación y, por otro, una especie de nexo de unión entre los sistemas jerarquizados y los lenguajes combinatorios. La introducción en las bibliotecas de lenguajes facetados ha dado una mayor flexibilidad a la clasificación, aunque sin alcanzar los niveles de profundidad adecuados.

La ordenación facetada se basa fundamentalmente en la inclusión del signo de relación, denominado colon, representado en muchos' sistemas por los dos puntos, que permite la incorporación de puntos de vista diferentes y heterogéneos que la estructura jerárquica hace muy dificil y el establecimiento de relaciones horizontales entre conceptos distintos. A su vez, estos lenguajes se adaptan mejor a disciplinas especializadas, aproximándose más a las clasificaciones científicas y a los lenguajes combinatorios y sintácticos.
Se inicia esta metodología con la Colon Classfication -CC- del bibliote­cario indio Shiyali Ramanrita Ranganathan. Este sistema es, de hecho, el origen
de la clasificación facetada, a partir del cual otras clasificaciones, como la CDU,
incorporan el signo de relación o colon (:) en su nomenclatura, introduciendo un elemento de flexibilidad y de expansión horizontal importante.
La CC de Ranganathan se fundamenta en la Bliss Classificalion. Data de 1933 y a partir de esa fecha se suceden ediciones que amplían y mejoran el sis­tema, hasta llegar al año 1973 en que se publican las tablas de materias básicas con sus facetas correspondientes. Divide el conocimiento en cinco grandes familias: Personalidad, Materia, Energía, Espacio y Tiempo, representada cada una por una letra mayúscula y un signo de puntuación. La notación es compleja, combinando letras mayúsculas con minúsculas, números arábigos y otros signos. Ejemplo:

Influencia de la Teoría de la Comunicación en lqs Ciencias Sociales:
PX Og SZ

Donde PX es Teoría de la Comunicación, .SZ Ciencias Sociales, O relación general, G relación de influencia

Es un sistema de elaboración difícil y de estructura laberíntica que descompone las materias en sus elementos constitutivos que a su vez se combinan entre sí, con infinidad de conceptos aislados que especifican a las materias principales. Se inspira en la mentalidad matemática de su creador y su finalidad última no es asignar el código correspondiente a una materia, sino hallar las combinaciones e interrelaciones posibles de todos los componentes que constituyen la notación definitiva 'de un concepto. Según el autor, es posible representar todo el conjunto de conocimientos que conforman el saber humano, más de 200 millones de conceptos posibles.
Como es fácil imaginar, su manejo es arduo y requiere de un adiestramiento a conciencia. Tal vez por ello no se ha extendido mucho fuera de las fronteras de la India. Pero no ha impedido, sin embargo, que la concepción facetada de la clasificación bibliográfica se haya impuesto en la práctica bibliotecaria y documental, no sólo provocando cambios sustanciales en la organización de los sistemas jerárquicos tradicionales, sino también iniciando una extensa producción de lenguajes documentales especializados que parten de la faceta como estructura básica.

Las terminologías científicas
La existencia de sistemas de clasificación menos rígidos con la introducción de facetas, signos de relación y otros procedimientos de flexibilidad ha mejorado, como decíamos, la descripción documental de los fondos menos generales y más especializados de las bibliotecas, pero no ha resuelto el problema de la indización en profundidad.
El avance de la investigación científica a partir de los años 50 y, por consiguiente, el considerable aumento de la información de esta naturaleza ha dejado obsoletos los tradicionales instrumentos de descripción de contenido, exigiendo unos métodos más adecuados a las especialidades y a los nuevos descubrimientos e investigaciones de la ciencia.
El problema se ha resuelto en buena parte con la elaboración de los len­guajes documentales de estructura combinatoria y tenderá a resolverse defini­tivamente con la aplicación de los llamados lenguajes de estructura sintáctica. Pero las propias clasificaciones y taxonomías científicas, no documentales, han sustituido en cierta medida a los lenguajes tradicionales de indización. Son no­menclaturas referidas a parcelas muy concretas del conocimiento científico.
Muchas terminologías aportan códigos numéricos o alfanuméricos de identificación de los conceptos, que en muchos casos han adquirido carácter normativo a nivel nacional o internacional. Además de las tradicionales taxonomías botánicas, de especies animales y otras, destacan por su proyección mundial la Clasificación de la Construcción de la Society of International Furnace Builders -SIFB-, empleada en más de 20 países, o la Clasificación de la Universidad de Oxford sobre Ciencia Forestal, utilizada en todos los centros de documentación forestal de los países europeos, Estados Unidos y de muchos países latinoamericanos con amplio desarrollo en este campo -Chile, Argentina, Brasil...
Por su precisión y su capacidad de reunir todo el campo terminológico de una disciplina científica, estas clasificaciones tienen la ventaja de servir de referencia para los investigadores de una misma área: como idioma común de intercambio de información y de experiencias, como léxico de las publicaciones científicas y como lenguaje de indización y de búsqueda documental.
Esta última utilidad, de cada vez mayor demanda, es lo que ha provocado la transformación de muchas clasificaciones científicas en lenguajes de indización y de recuperación documental, debido también a las exigencias de la propia comunidad científica de disponer de forma rápida y eficaz de toda la información producida en el mundo resumida y seleccionada convenientemente.



Los lenguajes de estructura asociativa.
Podemos hablar de dos fuentes originales para esbozar los prolegómenos de estos lenguajes: una, tiene que ver directamente con la descripción bibliográfica utilizada en las bibliotecas desde finales del siglo pasado: los encabezamientos de materia; otra, son las taxonomías y nomenclaturas científicas. Ambas fuentes convergen en este tipo de lenguajes con una sola finalidad: aumentar el nivel de profundidad de la indización documental llevada a cabo en cualquier centro o servicio bibliotecario, bibliográfico o de documentación.
Como se ha podido ver, los sistemas jerárquicos de clasificación, los encabezamientos de materia o 'las listas de terminología científica, cada uno a su nivel, son instrumentos que no resuelven las necesidades de descripción de contenido de la documentación científica. Pues según B. Silva "el choque del crecimiento y la rigidez de los sistemas tradicionales del tratamiento de la información bibliográfica forzó la demanda de sistemas maleables y de ahí que con la expansión informativa los nuevos sistemas no se inspiren en las opciones jerárquicas, sino en las flexibles y combinatorias".
Los sistemas enciclopédicos, entre los que incluimos también los encabezamientos de materia, han sido elaborados conforme a la visión del mundo, de la organización del conocimiento y de las circunstancias históricas, sociales, culturales y políticas de la época o del país de sus creadores. La ordenación del saber en nociones y conceptos por clases y categorías, grupos, subgrupos y múltiples subdivisiones, con sus relaciones y combinaciones, en orden descendente de lo más general y amplio a 10 más particular y preciso, se ha hecho previamente a su aplicación documental posterior para su clasificación, ordenación y difusión de los conocimientos.
Esta conceptualización se ha mantenido en muchos casos a lo largo de más de un siglo con muy pocas variaciones. Son los lenguajes precoordinados ya mencionados que establecen a priori una estructura determinada del saber científico global, en un intento de abarcarlo en su totalidad.
Esta circunstancia ha obligado a muchos centros de documentación y bi­bliotecas especializadas, en gran medida, como decíamos, por imposición de la comunidad científica, a arbitrar nuevos lenguajes de inL1ización y de recuperación documental más flexibles y, sobre todo, contemporáneos con la evolución de la ciencia. Ni la Clasificación Decimal de Dewey, ni el sistema de la Library of Congress, ni la CDU, ni siquiera la Clasificación Colonada de Ranganathan, han sido capaces de adaptarse a los cambios continuos impuestos por la investigación científica. La CDU aún no ha cubierto el n° 4 de sus tablas y sigue sin recoger los avances de las nuevas tecnologías de la información -CDROM, los sistemas multimedia ... -, o entradas que permitan clasificar los ríos de tinta que se han escrito sobre el SIDA en los últimos años, ni mucho menos, el último descubrimiento de la Física de partículas, por poner sólo ejemplos de rigurosa actualidad. No en vano se vanagloria la profesora brasileña B. Silva, con cierta dosis de sarcasmo por otra parte, de la irrupción de estos lenguajes: "los usuarios ­afirma- habrán recibido como una especie de liberación la oportunidad de salir de los laberintos esotéricos de la CDU y permanecer en el terreno conocido de sus propias terminologías”17.
.
Aprovechando su inagotable capacidad de crecimiento, de expansión y
de adaptación a los cambios de una parcela del conocimiento, por su estructura relacional y su versatilidad, se han creado centenares de lenguajes muy especializados de indización, surgidos la mayoría de ellos de vocabularios científicos. Esto va en detrimento, por otra parte, del intercambio de información y de la comunicabilidad entre los usuarios de una misma comunidad científica, al adoptar cada centro de investigación y de documentación su propio lenguaje terminológico de indización, hecho que se est{\ tratando de paliar con la coordinación y el establecimiento de redes como Internet y de asociaciones de terminología científica, como INFOTERM, la Red Iberoamericana de Terminología de Unión Latina -RITerm- y otras.
La estructura de estos lenguajes especializados varía desde la ordenación alfabética más elemental, las facetas más o menos inspiradas en la clasificación colonada y palies jerárquicas, hasta relaciones horizontales de carácter asociativo, que es el tipo de relación por el que se caracterizan los tesauros.

Las listas alfabéticas por sí solas presentan muchas dificultades para la indización porque impiden la localización de término afines o relacionados, lo que en buena parte se subsana con la ordenación facetada en la que el concepto se presenta en virtud de la familia a la que pertenece, donde figurarán los demás términos de su misma familia,los cuales se pueden estructurar a su vez de forma jerárquica. Es el ejemplo del Plan de Clasificación de la Foundation Nationelle des Sciences Politiques de Paris.
García Gutiérrez da una definición precisa de este tipo de lenguajes: "El lenguaje combinatorio se compone de una lista de términos propios y represen­tativos del ámbito científico o técnico a que se dedica, y es dinamizado por una serie de relaciones lingüísticas sistematizadas entre esos términos, lo cual dota de grandes posibilidades al diálogo documental, habida cuenta de la multiplicidad de nociones independientes susceptibles de ser engarzadas formando campos lexicológicos distintos".



Tesauro

El modelo más completo de relaciones es el que presentan los tesauros, lenguajes documentales hacia los que tienden los vocabularios, listas, taxonomías y cualquier instrumento que pretenda ser utilizado para la indizacián y recuperación en bases de datos de documentos científico-técnicos, con un mínimo de rigor y eficacia. Los primeros tesauros se confeccionaron a partir de esos listados.




17 Origem e evolugno dos descritorcs. Río de Janeiro: Fundagao Getulio Vargas. 1972.

El origen del término tesauro nada tiene que ver con la acepción que este vocablo ha adquirido con posterioridad. Procede del título de un diccionario inglés de sinónimos de Peter Mark Roget: Thesaurus of English Word and Phra­ses Classified and Arranged so as lo Facilitate the Expression of Ideas and Assists in Literary Composition, de 1852.

La Intemational Standard Organization y la Association Francaise de Normalization definen el tesauro bajo dos puntos de vista: funcional y estructura1. Desde la perspectiva funcional, un tesauro "es un instrumento de control terminológico utilizado al trasladar a un lenguaje más estricto la lengua natural empleada en los documentos y por los indizadores o los usuarios". Por su estruc­tura, es una "lista de autoridades compuesta por descriptores y no descriptores que obedecen a reglas terminológicas propias, relacionados entre sí por relaciones semánticas (jerárquicas, asociativas o de equivalencia). Esta lista sirve para traducir a un lenguaje artificial desprovisto de ambigüedad las informaciones expresadas en lenguaje natural".

Para van Slype un tesauro es "una lista estructurada de conceptos, destinados a representar de manera unívoca el contenido de los documentos y de las consultas dentro de un sistema documental determinado, y a ayudar al usuario en la indización de los documentos y de las consultas; los conceptos son extraídos de una lista finita, establecida a priori; sólo los términos que figuran en esta lista pueden ser utilizados para indizar los documentos y 1as consultas; la ayuda al usuario la proporciona la estructura semántica del thesaurus: fundamentalmente las relaciones de equivalencia, de jerarquía y de asociación"
García Gutiérrez define el tesauro como "un lenguaje documental de estructura combinatoria normalizada y normativa, de carácter especializado, que unifica termino lógicamente los conceptos expresados en los documentos y las necesidades de sus potenciales usuarios con el fin último del control y la recuperación documentales".
El núcleo principal del tesauro es el descriptor. Un descriptor es un término compuesto por una o más palabras que hacen referencia a un concepto, sea lo más genérico que exista o lo más específico del conocimiento. Se diferencia de las palabras-clave o de los unitérminos en que éstos forman parte del lenguaje natural o de la indización o recuperación en lenguaje libre, mientras que el descriptor tiene que estar admitido como término de indización en el tesauro.

Además de los descriptores, hay tesauros que distinguen los identificadores, que son descriptores referidos a nombres geográficos, de personas, de entidades, etc.
Un tesauro puede tener hasta cuatro tipos de relaciones. Cada relación usa unas notaciones específicas que la identifica, representadas mediante siglas normalizadas en inglés y sus equivalencias en cada lengua:

1. Relación de sinonimia, polisemia y/u homografía, por la cual se definen descriptores en función de sus correspondientes términos sinónimos, distintos significantes con un mismo significado, términos polisémicos, un mismo significante con múltiples significados, u homógrafos, significantes con la misma ortografía, pero diferente significado. En virtud de cualquiera de estas tres condiciones, y a veces también de la antonimia -signifícantes con significados contrarios o antagónicos-, se definen términos admitidos, descriptores no admitidos en el tesauro.

Las notacioncses de esta relación son USE y UP (Usado Por) -en inglés USR y UF (Used For)-.

USE remite de un término no admitido en el tesamo a un descriptor admitido. UP informa de los términos sinónimos, polisémicos, etc., no admitidos de un descriptor.
Ejemplo:
Contador USE /Contable/ [relación polisémica] /Contable/ UP Contador

Antimilitarismo
USE /Militarismo/ [relación antonímica]

2. Relación definitoria para delimitar la aplicación de un descriplor. Puede describir el significado por el que se va a usar un término con sinonimia, acotar un significado a una única opción excluyendo algún sentido, eliminar ambigüedades, desarrollar siglas o abreviaturas, etc.
Se utiliza con las notaciones NA (Nota de Alcance) –en inglés SN: Scope Note-. .

3. Relación jerárquica, que define los descriptores más genéricos y más específicos, con sus correspondientes clases, especies, familias, partes, etc.

A diferencia de los sistemas jerárquicos tradicionales, esta relación se establece en función del resto de relaciones de un concepto, sin las cuales la jerarquía no siempre sería posible: un descriptor puede tener términos más genéricos o más específicos relacionados con él porque a su vez cuenta con relaciones asociativas, de sinonimia o definitorias que le permiten tener cualquiera de las tres relaciones restantes, sin que, al mismo tiempo, ninguna sea excluyente de otras.
Las jerarquías de un tesauro son además, mucho más completas porque pueden tener varias escalas.

Es una relación recíproca, de modo que un término específico de uno genérico guarda con este último una relación inversa.

Ejemplo:
/Etnolingüística/
BT /Lingüística/
/Sociolingüística/

/Lingüística/
NT /Lingüística/


Algunos tesauros tienen dos o tres niveles de jerarquía

Término Genérico Genérico (Notación TGG -en inglés TT: Top Term-)
Término Genérico (TG -en inglés BT: Broader Term-)
Término Específico (TE -NT-)

Ejemplo:
/Etnolingüística/
TT /Filología/
BT /Lingüística/
/Sociolingüística/

Muchos tesauros no incluyen los términos más genéricos --- TGG --
Otros, en cambio, descienden a un término más específico - TET-.

Ejemplo:
/Filología/
NT /Lingüística/
NT1 /Etnolingüística/

Hay tesauros que incluyen además relaciones de especie o género ­

/animales mamíferos/- y/o partitivas -las partes de un descriptor:
/ruedas del automóvil/-:

Término Genérico Partitivo (TGP -en inglés BTP-)
Término Específico Partitivo (TEP -NTP-)
Término Específico Genérico (TEG -NTG-)


4. Relación asociativa, es el tipo de relación más importante del tesauro por ser la que le define como lenguaje de estructura combinatoria, hecho que le diferencia de otros.

Es una relación recíproca que identifica descriptores equiva1entes, que no jerárquicos, entre sí, sean o no de una misma familia, en una dirección horizontal.

Todo descriptor relacionado asociativamente con otro implica que éste, a su vez, mantiene idéntica relación con aquél.

Ejemplo:
/Etnolingüística/
RT /Etnografía!

/Etnografía/
RT /Etnolingüística/
Los tesauros a su vez, se componen de varias partes, aunque éstas varían dependiendo de unos tesauros u otros. Así todos comienzan con una introducción acerca de la estructura, contenido, finalidad, objetivos, modo de utilización, etc.

Una primera parte puede ser la presentación de las grandes familias o microtesauros en que se divide el tesauro. Estos, sus facetas y descriptores correspondientes suelen llevar un código numérico o alfanumérico de identificación, pero que a diferencia de la CDU y otros sistemas, no tiene efectos clasificadores, sino de control o información.

Ejemplo tomado del Tesauro de la Unesco:
A Sección general
A01/11 Lenguas
A20/59 Términos generales, etc.

B/H Ciencia y Tecnología
B 01/39 Ciencia de las ciencias y de la tecnología

C Ciencias físicas y ciencias del espacio

D Ciencias de la tierra, etc

J Educación

K/S Ciencias sociales, etc.

La segunda parte, los descriptores ordenados por facetas

Ejemplo del Tesauro de la Unesco

A02/11 Lenguas
A02 Lenguas intemacionales
A02.10 Lenguas auxiliares internacionales
A02.20 Esperanto
A03 Lenguas indoeuropeas
A03.1O Lenguas índicas, etc.

La tercera parte puede ser la relación alfabética de descriptores con todas sus relaciones.

La cuarta, los índices permutados: índice KWIC (Key Word in Context), en el que cada descriptor aparece tantas veces corno términos tiene: índice KWOC (Key Word out of Context), donde cada término aparece destacado fuera del descriptor, etc.

Ejemplo de indice KWIC
Automatización de bibliotecas Bases de datos
Automatización de bibliotecas
Bibliotecas científicas
Ciencias exactas
Bibliotecas científicas
Bases de datos
Ciencias exactas

Otros índices pueden constituir otra de las partes, como índice de identificadores geográficos, de autoridades, etc.

Muchos tesauros tienen una parte gráfica donde figuran los descriptores de las distintas facetas con todas sus relaciones indicadas con flechas (diagrama de flechas) o en forma de gráfico (terminograma).

Lenguajes documentales de estructura sintáctica

Son lenguajes elaborados a partir de tesauros. Se diferencian de éstos en que poseen una estructura sintáctica consistente en una gramática que define al descriptor en función de su morfología, su sintaxis y su contexto: utilización en el entorno del álgebra de Bool o del teorema de Euler para la recuperación de información.
Estos lenguajes incluyen otro elemento importante: los indicadores de ro/, que sirven para precisar el rol sintáctico de cada descriptor en la frase documental, por ejemplo~ relación de causa-efecto, sujeto-objeto, etc.
Son lenguajes que sólo pueden utilizarse en programas multimedia que permiten interrelacionar documentos textuales, icónicos o audiovisuales.
Los descriptores ya no son sólo términos verbales, ahora pueden tener forma de imagen fija o móvil: un rostro, un paisaje, un incendio; de sonido: un rugido, una tormenta, o ambos a la vez: una explosión nuclear, un concierto, cte.
A estos sistemas les corresponde el método de indización vectorial, ya citado; ambos están en fase de investigación.
Las primeras aplicaciones experimentales se han realizado en documentos multimedia en soporte digital, como enciclopedias, programas educativos interactivos o guías de museos.